2 de febrero de 2022

Bandas infravaloradas: Vera+Cruz de Palma del Río, hacer música contra todo (y contra todos)

Retomo esta serie de entradas y seguramente, leyendo el título, más de uno (y de dos) esté murmurando un "mi ehte, mi ehte", al más puro estilo de aquellos lacios de la chirigota de 1994 de mi tocayo, muy posiblemente pensando que "ya tardaba en hacer propaganda de su propia banda".
Nada más lejos de la realidad. Si hubiese querido hacer publicidad de mi banda la hubiera hecho mucho antes y no cuando ya llevo más de la decena de entradas y varios años con la "sección", y es más, incluso a esta misma hora, escribiendo estas mismas palabras, me sigo pensando si de verdad lo merece o no. Porque, como en cada casa, hay muy pocas personas con la dedicación y la sincera entrega necesarias para hacerlas merecedoras de dedicárseles un escrito de este tipo (me apuesto a que sobrarían los dedos de las manos, por no decir que incluso bastaría con los 5 dedos de una sola, para contarlas) y en cambio hay muchas que, por desgracia, no se merecen ninguna alabanza por en cuanto el trabajo se hace "a pesar de" y no "gracias a" ellos.
Finalmente considero que aquellas otras pocas personas, por su trabajo desinteresado, por los sofocos, por la quemazón, por aguantar a las otras muchas, se merecen ver reconocida su labor y, en parte, recompensado todo lo que la música no suele recompensar.

Pero partamos de la base, ¿por qué esta banda se merece ser considerada como banda infravalorada?
¿Es una banda que goza de una calidad que le otorgue dicha categoría? Ni de lejos, de hecho, siendo sincero, actualmente no figuraría ni entre las 10 mejores de su propia provincia.
¿Tienen una filosofía y unas formas de proceder en las que se muestra un tratamiento respetuoso hacia la música? Es prácticamente la típica banda de pueblo, agradece que se afine antes de cada actuación y que las partituras lleven numeritos para saber -y no siempre- qué se toca.
¿Presentan un buen repertorio al menos? Sí, pero tampoco es que sea algo ejemplar o para tirar cohetes, simplemente es un repertorio correcto, bastante clasicote y con pocos puntos negros, pero nada que no puedan tener otras agrupaciones.
¿Entonces qué es lo que la hace infravalorada? Considero que algo no se debe valorar solo acorde a su calidad, sino también en relación a si esa calidad es igual o superior al trabajo que la banda realiza, y el trabajo a realizar no es otra cosa sino cómo una determinada banda afronta problemas y contrariedades, cómo se enfrenta al CONTEXTO, y el contexto en el que la banda palmeña realiza su labor es todo lo opuesto a propicio.

Vayamos de lo genérico a lo específico:
A pesar de ser el 5º municipio (sin contar la capital) en número de habitantes de la provincia, Palma del Río es lo que yo llamo como una ciudad con complejo de aldea, es un gran cascarón pero vacío: vacío de contenido, vacío de identidad, vacío de espíritu. 
Y tres son las características que, bajo lo que he observado en mis más de tres décadas de vida en este lugar, definen lo palmeño:
-Por un lado el tremendo pasotismo de la población hacia lo suyo y sus cosas. Fiestas y tradiciones que se han dejado morir con el tiempo con la beneplacencia de un Ayuntamiento que encuentra así un terreno yermo de "palmeñismo" en el que tratar de implantar lo que ellos quieren y eliminar lo que no les gusta. Palma se convierte así en una ciudad con nula identidad cultural, con nada que la defina realmente, en la que artificialmente se impulsa como propia una Feria de Teatro construida por y para unos pocos, mientras que sus Carnavales (antaño muy destacados en la comarca), sus dos ferias, su Semana Santa, su Romería, etc. languidecen ante la pasividad de un pueblo que prefiere llenar casetas de otras ferias, montar carrozas en otras romerías o engrosar las listas de hermanos de otras Hermandades. Todo ello deriva en que el compromiso y la entrega del palmeño muchas veces es de boquilla y eso cuando no directamente brilla por su ausencia.
-Por otro se une que los pocos palmeños que trabajan, la mayoría peca de un inmenso ego que les hace considerarse como los mejores -únicos, incluso- en lo suyo, y eso hace que las luchas intestinas por el control de instituciones y asociaciones sean una constante. El palmeño medio ansía el poder como pocas cosas, más incluso que el bien común. No quiere sacar adelante a su Cofradía, quiere realzar su imagen ligada a ella. No quieren que su equipo deportivo gane, quieren que esas victorias se asocien a su nombre. No quieren contribuir a la historia, quieren ser la historia.
-Y cuando ese palmeño ególatra no tiene el poder, surge la tercera características: la envidia. Desear tener lo que otros tienen. Es por eso que, cuando un palmeño quiere el poder, tratará por todos los medios de hacerse con él, aunque ello suponga desestabilizar su propia institución, asociación, club o lo que sea, y cuando se da el caso que no lo consigue hace lo que decía aquel robot de una serie animada: "me montaré mi propio/a -inserte lo que sea- con casinos y furcias". Un compañero, de hecho, dio la definición perfecta de lo que es este pueblo: "Palma es la ciudad de los tontos, hay tontos de todo y asociaciones de cualquier cosa", a lo que yo añadiría "y por duplicado, puesto que todos quieren mandar". De hecho aquí, por las envidias y ansias de poder, hay o han llegado a haber varias academias de bailes, dos clubes de balonmano, dos clubes de fútbol, varias chirigotas/murgas carnavalescas, varias bandas (de hecho la historia de la música cofrade palmeña se basa precisamente en eso mismo, para qué lo vamos a negar),... e incluso hasta cofradías se fundaron por ese mismo motivo (aunque, por razones obvias, no son los que se han esgrimido ante las autoridades eclesiásticas). En resumen, todo se personaliza, y si alguien tiene vendettas personales contra otra persona acaba trasladando esas mismas cuentas a las asociaciones a las que pertenecen (pisoteando, boicoteando o destruyendo si hace falta).

Estas tres características, hacen que Palma sea un pueblo con prácticamente nula tradición cofrade, con una Semana Santa a la que, ya desde aquel "Trevillazo" en la época de la Ilustración se la fue despojando de su identidad y rasgos propios, y que hoy sigue con las nuevas generaciones "miarmitas" dándole la definitiva puntilla a una celebración hoy día impostada, llena de "morenos y morenas", de "Señores del Compás" (os juro que hay una cofradía que imita dicho apelativo trianero), de izquierdos y artistas, pero que adolece en aspectos más importantes.

Pero si ya están pensando lo difícil que es hacer música cofrade en este contexto, contra todo, imagínense lo que supone, no ya sufrir de ese pasotismo y del ostracismo del pueblo y sus instituciones, sino también sufrir directamente una oposición directa y bastante dura, que tus mismos vecinos y los que se supone que comparten tu misma pasión se encarguen de ponerte palos en las ruedas para impedirte avanzar. Contra todos.
Y no hablamos solo de la labor de unos cuantos trolls sin cargos ni responsabilidades que han llevado lo personal al terreno de lo cofrade. No. 
Hablamos, y lo voy a decir claramente, de que se viene ejerciendo desde el propio ente organizador y aglutinador de las cofradías locales, desde un propio Consejo que de manera consciente y voluntaria ignora, por no decir que deliberadamente veta, a sus paisanos y borra cualquier rastro de la banda local en cuanto lo pueden hacer.
Hablamos de unos medios de comunicación que, si no se les baila el agua, te eliminan de la vida local y tratan de silenciarte. En serio, por algo que parecía ser un lío de faldas yo he llegado a ver a uno de dichos medios obviar toda mención a la banda, eliminar programas anteriores dedicados a la misma e incluso editar vídeos para eliminar dichas menciones, aunque esas menciones sean, por ejemplo, en un acto de firma de convenios con asociaciones en el Ayuntamiento. Así de bestia es la cuestión.
Hablamos de las propias Hermandades (salvo honrosas excepciones), la de la Patrona a la cabeza de todas, que, ya no es que no cuenten con la banda (como digo siempre, cada cual escoge y firma el acompañamiento que considere oportuno, sin que el lugar de procedencia dé ninguna clase de exclusividad o preeminencia), sino que se la excluye de presentar cualquier opción y solo se la considera cuando no se tiene dinero o no se quiere pagar bajo la excusa de "es que sois los del pueblo y podríais ayudar" (sí, ésto también es cierto, que, oye, si esos cofrades lo ven así, entonces yo debería ir a una tienda de ropa o a un fontanero o albañil de allí y les debería decir que por ser de Palma me deberían de regalar ropa, cambiarme gratis el calentador del agua o hacerme a bajo precio la reformita del piso que me gustaría hacer, manda eggs). Es más, hace poco tuve conocimiento que el hecho más reciente de ese tipo tuvo lugar no hará ni un par de meses cuando, para un "triunfal" traslado alguien pensó en la música local, por supuesto multiplicando a lo Bart Simpson (es decir, x 0) la cantidad, apuesto que cercana sino de más de 5 cifras, que algunos días después seguro que cobró una mediática banda hispalense (hay que tenerla de cemento, ¿verdad?).
Y hablamos, y esto es de lo más penoso, de ciertos músicos y ex-músicos palmeños que no parecen poder soportar que dicha institución les sobreviva y siga funcionando tras su marcha, de gente que, tras separar sus caminos de la banda, no es que no puedan olvidarla y seguir hacia adelante, no. Es que tienen que tratar de desestabilizar y hacer el mayor daño posible.

Puedo aseverar con total seguridad y apostándome lo que quisieran, y más viendo la sangría de bandas medianas que últimamente al más mínimo contratiempo acaban rindiéndose y desapareciendo, que cualquier banda, y cuando digo cualquier banda es CUALQUIERA (ya fuera una Pasión de Linares, una Virgen de los Reyes o unas Cigarreras) en estas condiciones no aguantaría ni un asalto y no tardaría en caer y desaparecer
Pero la Vera+Cruz, de momento, no. Y por eso, para mí, es una banda infravalorada, se le infravalora ese mérito, o mejor decir meritazo: porque no es solo que la banda siga sobreviviendo a tanta adversidad, porque no es solo que, a cada mazazo de propios y extraños (sí, las zancadillas también vienen de fuera, como por ejemplo que haya quienes llamen a tus Hermandades con el rumor de que tu banda se ha roto y no tocará para poder pescar contratos, así se está poniendo el mundillo), se reponga. Sino que además siga haciendo música y, aunque tal vez no con una gran calidad, si con la suficiente decencia, más de la que este contexto mostrado le permite, para afrontar más que dignamente sus acompañamientos.
Y si ésto es así luchando contra los elementos, ¿qué no podría ser esta banda si la dejasen trabajar en paz? ¿Qué no podría conseguir si no hubiera tanto tocapelotas por el mundo? ¿Qué hubiera sido incluso si muchos de esos músicos hubieran dejado de lado sus cuentas personales y no involucrasen en ellas a la institución? Grandes cosas, sin duda; pero todas ellas castillos en el aire porque ya sabemos como funciona el mundo y que la realidad es la que es y muy difícilmente cambiará a mejor.

Es por eso que hoy hago este escrito, que sé que muy probablemente causará controversia e incluso las iras de algunos. Sinceramente me la suda, y aprovecho el inciso para volver a repetir la idea de que esta es mi opinión, personal e intransferible, que, sea o no compartida, me representa única y exclusivamente a mí y no a ningún colectivo (que luego sé como  se las gastan algunos y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid tratarán de usar ésto como arma arrojadiza para sus guerras y mierdas particulares).
Incluso preveo que habrá gente de dentro a la que tampoco les gustará (precisamente por esas posibles consecuencias que pueda traer).

Pero si lo hago es porque existe un grupo de músicos cofrades, de gente currante y comprometida, que se parten el alma y la cara por seguir adelante. Que han recibido ostias (y no consagradas, precisamente) de todos los colores habidos y por haber y, sin embargo, siguen remando. Que por la mierda y el veneno de este mundillo habrán podido hasta perder amistades y simpatías solo por defender lo que han visto justo y no traicionar a los suyos. Y que, aun sabiendo que la sentencia posiblemente esté escrita desde hace mucho y el desenlace sea inevitable, no bajan los brazos ni un jodido momento y han mantenido viva, aunque sea débil o hasta agonice, la llama de una tradición que lucha por no perderse en un medio apático y hasta hostil, ante la mirada expectante y morbosa de unos carroñeros que no desean sino verlos caer para darse un festín con los restos.

Es por ellos y por nadie ni nada más. Siéntanse orgullosos quienes crean que deban estarlo porque en verdad lo merecen.

Como terminaba aquel pasodoble de Manolo Santander:
¡QUE VIVAN SUS COJONES!

17 de abril de 2021

TOP: Las 7 bandas con mejor imagen del panorama actual

Aunque lo más importante en el ejercicio de una institución que se dedique a lo musical sea la Música -valga la redundancia-, en el ámbito de una celebración de espíritu tan barroco en la que las apariencia y la puesta en escena tienen tanta importancia, la imagen de una formación, tanto en la calle o en cualquier actuación como su propia imagen institucional, suponen también una parte importante y a cuidar para cualquier banda que quiera aspirar a unos estándares de calidad.
Y es que la mejor de las bandas, por muy bien que pudiera tocar, si por ejemplo uniformara en la calle con vaqueros y sudadera seguramente no gozaría de la misma aceptación. En cambio una buena uniformidad es capaz de hacer sobrevalorar a una banda mediocre o incluso mala.

En esta lista incluyo las que, a mi juicio, son las 7 Bandas y Agrupaciones con mejor imagen de la música cofrade, definiendo imagen como su conjunto, es decir, incluyendo uniformidad y complementos, presencia en la calle/escenario pero también imagen institucional, imagen en redes/comunicación, etc... teniendo en cuenta no solo criterios estéticos sino también concordancia y coherencia entre todos los elementos, seguimiento o no de una línea o guion, y demás.

Como es normal, las bandas más reconocidas gozan de más fama, al gozar de más fama gozarán de mayor potencial económico, y mayor potencial económico supone mayores facilidades para labrarse una mejor imagen. Es por ello que este top, lógicamente, va a estar en su mayoría copado por bandas consideradas grandes.

Mención especial - Extinta Banda de CC.TT. Ntra. Sra. de la Fuensanta de Córdoba:
Fuera de lista, puesto que no es una banda en activo actualmente, incluyo a esta mítica banda cordobesa. Considerada representante de un estilo propio de hacer música que representaba a Córdoba y que acabaron de rematar (puesto que se conocen otros problemas que llevaron a tal desenlace) las modas de querer pitar como Cigarreras, Triana o Presentación/Rosario y que derivaron en las actuales Bandas de Cornetas cordobesas, cada una encuadrada en uno de esos "estilos", esta banda cordobesa tenía una particular impronta que, aunque si bien derivaba bastante de la sevillana Banda del Sol, supieron darle un toque muy propio que la hacía bastante llamativa y le daba una personalidad distintiva. De hecho la Banda, desde su uniformidad y detalles hasta su repertorio propio, se basaban en un mismo hilo, Córdoba: su nombre era el de la Patrona de la Diócesis y de las Hermandades y Cofradías cordobesas, su uniforme se basaba en el de gala de la Policía Local de su ciudad salvo detalles como el peto, en el que incluían el escudo del Santuario de su titular que también figuraba en sus mantolines, terminando hasta en detalles como sus cascos de plumas con apliques a juego a unos apliques que también llevaban hasta en los instrumentos (sonoramente quizás no aportara beneficios, pero en imagen era un detalle muy vistoso) y, como no, su banderín en el que figuraba una réplica de la mencionada Virgen de la Fuensanta en altorrelieve junto a las figuras de dos ángeles y que coronaba en la parte superior la icónica imagen del escudo de Córdoba con el molino de la Albolafia, el Guadalquivir y la torre de la Mezquita. Además en la calle la banda presentaba una formación bastante cuadriculada con claros aires marciales que hacían muy vistoso verla desfilar y adornaba, no solo con su música, cualquier procesión a la que acompañaban. Una imagen muy cuidada y quizás estricta que, junto a las mencionadas modas de los "estilos", tal vez lograron que los músicos más jóvenes y con menos valores no quisieran acercarse a esta banda.

Por qué está aquí: por su imagen en conjunto y la búsqueda de inspiración en detalles cordobeses.


7. Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de la Redención, "la Estrella", de Córdoba:
El principio de este top lo van a copar bandas cordobesas. La Agrupación de la Hermandad de la Huerta de la Reina, que viene de cumplir 30 años, presenta una imagen acorde a su estilo musical: seria y elegante, vinculado a su Hermandad y sin dejar de lado rasgos cordobeses y su propia historia.
Su uniformidad, una elegante levita en color azul noche y con la gorra de plato negra que tantos años ha identificado a esta banda, junto con pinceladas en color azul (acorde al hábito penitencial de su cofradía) presenta detalles como las hombreras, inspiradas en una saya de su titular o la botonadura con el escudo de su Hermandad que también figura en la hebilla del ceñidor, un uniforme sencillo, sin sobrecargar, sin adornos innecesarios. Sobre la gorra figura el nuevo escudo actualizado de la formación, una estrella de 8 puntas en plata sobre óvalo de fondo azul y encuadrada en una orla barroca dorada que ofrece una imagen actualizada pero anclada en la tradición.
Aunque sin duda uno de los mayores atractivos de la imagen de esta Agrupación es el conjunto de su banderín representativo, un curioso banderín realizado en una técnica tan cordobesa como es el guadamecí (cuero repujado y policromado) en el que se recogen dicho escudo junto a la leyenda "Redención Córdoba" y un relieve en orfebrería con el busto de su titular, Jesús de la Redención, banderín que es portado en un mástil de orfebrería que se remata con otro emblema cordobés como es la torre de la Mezquita-Catedral además de figurar, en su macolla, la Estrella.
Los posibles peros, y que alejan a esta banda, a mi juicio, de puestos más altos es, aparte de un notorio error ortográfico en su banderín (REDENCION CORDOBA aparecen ambas sin tilde, olvidando que las letras mayúsculas también se deben acentuar como bien indica la RAE), que la banda, a pesar de la elegancia de su uniforme, no ofrece una imagen tampoco demasiado diferente a la de cualquiera de muchas otras bandas, sin aportar nada realmente nuevo o diferente salvo su banderín, que, de momento, no existe coherencia estilística entre dicho banderín y los mantolines (manteniendo los antiguos con el escudo de su Hermandad).

Por qué está en el top: especialmente por su original banderín realizado en una técnica muy diferente a lo siempre visto y cuyo conjunto, banderín y mástil, miran hacia la ciudad, hacia Córdoba.


6. Agrupación Musical Stmo. Cristo de Gracia de Córdoba:

Seguimos en la ciudad califal y con otra Agrupación Musical. Y si algo coloca a esta Agrupación cordobesa en este top es sin duda la cuidada relación de su imagen con el sello de su Hermandad.
Por un lado, el guion trinitario está siempre presente: el escudo trinitario, que forma parte del escudo de la Cofradía, lo es también de la banda y además con sus tres colores correctos, es decir, cruz azul y roja con fondo blanco (sé de alguna Hermandad que, porque sí, porque les da la gana, usa un fondo morado cambiando por completo el sentido del símbolo de la corporación religiosa que usa esos tres colores en representación a cada persona de la Santísima Trinidad). Así, observamos dicho escudo trinitario en su banderín, mantolines, galleta de la gorra de plato y hebilla de cinturón. Pero además, una representación de la Santísima Trinidad, coronan el mástil de su banderín junto con la presencia también de las cadenas (símbolo también de la orden trinitaria) e incluso hasta detalles que podrían pasar más desapercibidos, como los tres botones en las bocamangas de su uniforme o el lema trinitario "Gloria Tibi Trinitas" labrado en el mástil de su banderín.
Por otro lado, en cuanto a estilo artístico se refiere, la Agrupación toma el mismo estilo neogótico que su cofradía de "el Esparraguero" usa, uniendo así su identidad a la de su Hermandad madre y añadiendo el plus de tomar un camino cuanto menos diferente alejado del tradicional neobarroco que la mayoría de bandas opta por llevar. De este modo, bordados con elementos neogóticos observamos en su banderín que además es portado en un mástil de sección octogonal que sigue la arquitectura de este estilo, yendo a juego los mantolines de las cornetas y siendo la tipografía empleada la tradicional tipografía gótica.
El pero a la imagen de esta banda están, por un lado, en su uniformidad que, en lugar de tomar un camino propio parece ser una especie de mix con detalles de aquí y allá de uniformidades de bandas más famosas, por otro la imagen institucional que aunque bastante cuidada, intenta ofrecer una imagen más moderna y "cool" y por ello olvida esa inspiración gótica (una imagen moderna pero neutra manteniendo el gótico en su cabecera hubiera sido perfecta). El lema que usa esta banda, "la fábrica de la ilusión", más propio de una juguetería o de una administración de lotería, es para echarles de comer aparte.

Por qué está en el top: por la concordancia, tanto estilística, en un estilo neogótico también poco habitual, como con el guion trinitario en sus detalles, concordancia compacta de todas sus partes y detalles que hacen de la banda un todo y también uno con su propia Hermandad.


5. Banda de CC. TT. Ntra. Sra. del Sol de Sevilla:
Si hay una banda que históricamente ha tenido fama de elegancia y presencia, esa es la sevillana Banda del Sol. Y, si bien la Banda ha, digamos, "relajado" ciertas características que presentaba en épocas más tempranas (era conocida la exigida disciplina a sus componentes hasta el punto de ser casi marcial), sigue manteniendo parte de esas características, unidas a un concepto de sevillanía que la ha llevado a ser considerada férrea defensora de las tradiciones de la ciudad, llevando esa línea a su propia imagen, una imagen que, con el tiempo, ha dado lugar a señas muy identificativas que la banda ha hecho propias. Eso sucede, por ejemplo, con su uniforme, inspirado en el de gala de la Policía Local de Sevilla con ese característico color azul y casco de plumas blancas que la gente ya ha vinculado con la marca "Sol". O incluso hasta en su instrumentación, siendo característicos sus tambores. Pero Sol en la actualidad no solo vive de esa imagen de su pasado, sino que desde hará un par de años inició una actualización de su imagen, actualización sin olvidar, eso sí, esas señas de identidad propias. De este modo está en proyecto un cambio de uniforme pero sin dejar el color azul ni la inspiración original, así como el cambio de su escudo/logo, una revisión realizada por el artista Fernando Aguado en el que se han recogido las señas de identidad de la Banda: la palabra Sol como eje del mismo (siendo la O central la representación del astro rey), la llave de San Pedro como símbolo de defensa de las tradiciones de la ciudad formando cruz en aspa con una alabarda, otro elemento distintivo de la Banda (que no usa banderín), incluyendo en el logo finalmente el año de fundación de la Banda (una de las más veteranas de la ciudad) y el NO8DO del emblema de la ciudad.
El pero a esta imagen quizás esté también en esa virtud: el apego a lo tradicional, a lo típico, no ayudan a dar una imagen actual de la banda, la hacen parecer una banda veterana, por lo que el perfil de músico y de aficionado cofrade joven actual tal vez le cueste sentirse identificado con esta banda.

Por qué está en el top: por esa fidelidad hacia sus señas de identidad que la hacen distinguir del resto y ser reconocible allá por donde ponen su música y por esa búsqueda de vincular su imagen a su ciudad y a sus tradiciones.


4. Banda de CC. TT. Stmo. Cristo de las las Tres Caídas de Triana de Sevilla:
Como indicaba al principio, a más fama, más poderío y capacidad para poder realizarse una imagen. Y si hay una banda archiconocida en el panorama cofrade a nivel nacional esa es la Banda de las Tres Caídas, perteneciente a la Hermandad de la Esperanza de Triana. Y es histórica la vinculación de dicha Hermandad con las gentes del mar, con los marineros, no obstante está en la raíz de la propia historia de la primitiva Hermandad que daba culto al Cristo de las Tres Caídas que luego acabaría fusionada con la de la Esperanza y estando también muy vinculada con la Armada Española.
Esa vinculación marinera se hace más que patente en el guion que sigue la Banda para su imagen. Empezando por su propio escudo, aunque actualmente revisionado, es muy similar al propio de la marina española incluyendo el áncora dentro de un óvalo, siendo ese ancla a su vez símbolo cristiano de la Esperanza. Lo vemos mejor en su clásico y característico banderín que luce un escudo más fiel al citado de la armada, apareciendo también en sus gorras de plato, gorras de plato blancas que esta banda fue la primera en popularizar y elemento también muy marinero, y culminando con su uniformidad principal que está basada prácticamente en exactitud en el uniforme de gala de la Armada Española, por no mencionar su uniforme de verano, también de inspiración marinera.
Pero no solo en su imagen quedan las referencias marineras, que son llevadas a tal extremo que en la propia uniformidad de la banda, los cargos y la antigüedad de sus componentes aparece representada en los galones de las bocamangas de su chaqueta, al modo de los mandos de dicho cuerpo.
Y si en su día a día Tres Caídas hace gala de esa imagen marinera tan vinculada a su Hermandad, en su día, en la Madrugá, esta imagen se refuerza al utilizar una segunda uniformidad, de color blanco también marinero, a modo de supuesto uniforme penitencial, haciendo referencia que no solo acompañan a su titular sino que como hermanos también hacen Estación de Penitencia (algo que era más notorio antes cuando llevaban un fajín de color morado, color de la penitencia y color del hábito de los nazarenos del tramo del Santísimo Cristo de las Tres Caídas, y que ha sido eliminado en el nuevo segundo uniforme).
Como curiosidad, es tal la popularidad de la banda que estas características marineras, tanto su uniforme de diario como esta segunda uniformidad blanca han sido muy imitados por bandas de toda la geografía nacional, a veces con cero criterio y solo por imitar a la banda grande, dándose la casualidad de verse a bandas de lugares de "secano" como León, Córdoba y otras provincias de interior vestir uniformes "marineros" emulando a esta banda.
No queda aquí el por qué incluyo a esta banda en el top. Y es que, a pesar de ser una banda que perfectamente podría permitirse cualquier cosa, las Tres Caídas es una banda que, en lo que respecta a su imagen, utiliza una imagen bastante austera, despojada de casi toda parafernalia innecesaria más allá de los mencionados elementos que tienen su significado y uso, una imagen elegante y sobria (su banderín, en el que solo aparecen bordados su escudo, nombre y fecha de fundación es clara muestra de ello, aunque también, como la Redención de Córdoba, presenta el error de no tildar la palabra Caídas al ir en mayúsculas, algo perdonable porque cuando se realizó dicho banderín creo que ese error ortográfico no estaba recogido) que, no sabemos si realizada con dicha intención, pero permite centrarse más en su música.
El principal pero que yo le pongo a la imagen de las Tres Caídas es precisamente lo excesivamente militarizada que está dicha apariencia, en un momento de la música cofrade en que muchas bandas cada vez más se intentan despegar de esa parafernalia militar, de esos vestigios de tiempos pasados, las Tres Caídas, una banda de referencia y que sigue a la vanguardia en lo musical se ha quedado muy anclada, como si se hubieran creído el papel porque además buscan la vinculación de su marca a la enseña patria (quién no ha visto la típica pulsera de Triana con la banderita), algo que da imagen de tiempos pasados, muy pasados. Y, a mi gusto, bastante hortera y cerrado, como si no a alguien de Oslo o de Edimburgo no le pudiera gustar la música de Tres Caídas. La eliminación del fajín morado de su segundo traje blanco supone también un desacierto total: despoja a su uniforme "penitencial" de la vinculación con los colores de los penitentes del Santísimo Cristo.

Por qué está en el top: por llevar el guion marinero al extremo, incluso hasta en pequeños detalles internos que pueden pasar desapercibidos como el representar cargos y antigüedad por los galones, vinculando su imagen a su propia Hermandad, sus orígenes y su historia.

3. Agrupación Musical Virgen de los Reyes de Sevilla:
"Ej que le tienes manía a Virgen de los Reyes". Pues para tenerles manía, cuando hice un top de discos de AM el primer puesto era una grabación de esta banda. Y ahora en este top la coloco en el podio. Extrañas formas de tenerle manía a alguien.
Encontramos a otra banda muy mediática, otra banda con muchos recursos, y que pueden permitirse labrarse una muy cuidada imagen, una imagen que esta institución que supera ya los 40 años sustenta en dos pilares:
-Uno es, como con la Banda del Sol, también la sevillanía: su nombre, no obstante, es el de la Patrona de la Ciudad, la Virgen de los Reyes, que además figura, en imagen prácticamente de bulto redondo, en su banderín de gala; su distintivo mástil está rematado por el conocido "Giraldillo", la veleta que corona la torre más famosa y representativa de la ciudad como es el campanario de la Catedral, la célebre Giralda, y el escudo tradicional de la banda (aunque haya ido cayendo en desuso), refleja otro tema también muy sevillano como son las Santas Justa y Rufina sustentando la mencionada Giralda.
-El otro es el orgullo de su estilo, de Agrupación Musical, reflejado en el constante homenaje a las "madres" de dicho género. Un homenaje que, al menos de momento, se hace en lo musical (en cuanto al respeto en cuanto a arreglos de temas clásicos), pero que además visualmente, que es lo que nos ocupa, se ha llevado a honrar a la Banda precursora, la Guardia Civil de Eritaña, llevando el tocado de dicho cuerpo, el tricornio, que ha pasado a ser desde su incoporación, creo recordar que allá por 1998, la prenda más representativa e imitada de esta formación. Recientemente, además, la banda no solo mantuvo esa imagen sino que la mejoró con un cambio de uniforme, siempre en honor a la Guardia Civil, pero con una imagen más seria y, además, unificada (que acabó con uno de los puntos flacos de la antigua imagen en la calle de esta banda como era la falta de unidad en su antiguo uniforme).
Pero VR, y ahora entenderán por qué uso aquí las siglas, no solo tiene una fuerte imagen en cuanto a su presencia física. La banda, que posiblemente es la que mejor ha sabido crearse una imagen de marca, es una banda que se maneja bastante bien en temas de marketing, diseño y branding, lo que le da un aire actual ente tanta tradición. Su logo con las iniciales VR, en sustitución de una heráldica que quizás ofrece una imagen más antigua, ha creado escuela y ha sido referente para otras bandas; en diseño, creo que porque un componente es diseñador gráfico, la banda proyecta además muy bien lo que quiere, especialmente en una bastante cuidada web, lo que puede ser uno de sus puntos más fuertes.
En cambio, otro punto fuerte de cara a esa imagen de marca, pero que sin duda resta más que suma a esta banda, es que esa imagen de marca y esa defensa a ultranza de lo sevillano roza lo fanático, siendo la banda que mejor ha sabido sacar rédito de fidelizar a un determinado público y de intentar trasladar su imagen de intocables en las Hermandades donde tocan (o han tocado). Y es que la banda, de cara a la oficialidad, no defiende, no, pero tampoco condena determinadas acciones y campañas de sus propios músicos y seguidores que hacen un enorme daño a su reputación. Que la cuenta Twitter oficial la lleve, además, un intento de fusión entre Juan Carlos Aragón y pregonero sentimentaloide, tampoco ayuda.

Por qué está en el top: la banda sigue fielmente un guion centrado en los dos mencionados pilares, la sevillanía y el estilo, que se refleja en su imagen. La imagen actual de marca y la unicidad, también, en su diseño gráfico hacen un gran plus y le sirven para situarse en el podio.


2. Agrupación Musical Ntro. Padre Jesús de la Pasión de Linares (Jaén):
En los dos primeros puestos he tenido serias dudas, y al final ha sido una web la que ha decidido la foto finish.
La imagen de esta célebre Agrupación Musical se define con su propia música: elegancia, saber estar y vanguardia.
Empezando por lo que se ve en la calle, la Pasión se hace visible con una imagen fresca y contemporánea pero sin perder de vista de dónde vienen. Así se ve en su uniforme, un uniforme que abandona por completo las ya prácticamente obsoletas y vestigiales influencias marciales del pasado, adentrándose, como su música, en el siglo XXI; en su banderín, un banderín que también deja la típica forma romboide de los banderines tradicionales y, sin embargo, recordando formalmente (no sé si de manera intencional o no) banderines antiguos como el ya famosos banderín de la Agrupación Santa María Magdalena de Arahal, la enseña que encabeza a esta banda presenta un diseño que, aunque con reminiscencias barrocas, se acerca tal vez más a motivos casi modernistas, presentando bordados (pero bordados) en un elegante color plateado -no siguiendo el típico dorado, a veces tan presuntuoso y a ciertos puntos "cateto" que predomina en la música cofrade- sobre un terciopelos oscuro que se bordea de rojo (color de la Pasión) y en el que la heráldica y los logos se sustituyen por la simple presencia de la palabra PASIÓN -lamentablemente, de nuevo, con el error ortográfico de no tildar en mayúsculas-, y en sus mantolines, que estilísticamente siguen la misma línea del banderín creando una imagen de unidad muy satisfactoria visualmente.
Nos dejamos para el final el remate del mástil que porta dicho banderín y que es también característico de la banda: una imagen de Cristo Resucitado. Y lo resaltamos por la explicación que tiene: la Pasión de Linares no es una banda de Hermandad ni fundada en ninguna Hermandad, pero sus orígenes sí están en cofrades de su ciudad de diversas procedencias, luego elegir el nombre de Pasión se debió a algo tan sencillo como que el fin de la banda cuál era sino acompañar a la Pasión de Cristo. ¿Y cuál es el final de la Pasión, en qué culmina? Pues en la Resurrección. Sin duda un carácter simbólico de este elemento que seguramente la gran mayoría de público desconozca o le pase desapercibido y que denota un gran interés hasta en los más mínimos detalles, perfeccionismo que también es audible en su forma de entender la música.
Esta imagen moderna se traduce también en el aspecto de la banda que refiere a las redes y al diseño. Creo que, como en el caso de VR, en Pasión también cuentan con un componente que se dedica a dichos menesteres y en el caso se ha sabido captar muy bien ese transmitir una apariencia moderna, sobria sin pecar de excesiva modestia y muy elegante (solo basta fijarse en el uso de la tipografía empleada, por ejemplo). Igualmente, todo ello se traduce en una bien gestionada cuenta Twitter que no peca de excesiva purpurina ni pedantería.
El problema, el pero a la imagen de esta banda y que la deja en esta segunda plaza, es que esa modernidad no se traduce ni se representa, de momento, en un portal web, siendo de las pocas bandas grandes que no dispone de dicha herramienta (cuando en el pasado, la web de la Pasión, que la tuvieron, era de las mejores del mundillo). Esperemos que la formación subsane esta ausencia con una web a su altura, cuidada, con contenidos interesantes, actualizada y que mantenga esa línea y esa filosofía.

Por qué está en el top: la línea vanguardista pero elegante a la par que transmite la banda en todos sus aspectos formales, la unidad entre todos sus elementos y el cuidado a los detalles, rasgos que son claramente reflejo de su forma de entender la música

1. Banda de CC. TT. Ntra. Sra. de la Victoria, "Las Cigarreras", de Sevilla:
Si hay una banda que lleva a sus mayores niveles todas las características resaltadas de la imagen de otras bandas, esa es sin duda ésta, la Banda de las Cigarreras.
Las Cigarreras, como Pasión, aúnan en su imagen la modernidad y la vanguardia pero con un estilo sobrio y elegante, también como reflejo de su música. No obstante, las Cigarreras fue de las primeras bandas de Cristo (si no la primera) que abandonó las uniformidades militares para buscar una imagen de diseño propio, en una línea civil, que represente una exclusiva pertenencia al oficio de la música. Dicho uniforme, además, mantiene una de las señas de identidad de la banda de siempre (el fajín morado) y, a su vez, salvo el detalle de su escudo -un escudo que ha sido rediseñado para reflejar unas formas clasicistas bastante acordes a la línea estilística de la Hermandad que les da nombre-, elimina por completo la presencia de bordados, botonadura y cualquier detalle en metales nobles (dorados p plateados). Rompedor, también, el diseño de sus mantolines, siguiendo detalles renacentistas/manieristas -es decir, clásicos- y con una peculiar forma, mantolín que ha sido imitado y plagiado por numerosas bandas (sin pararse a pensar en eso de la unidad estilística, ¿para qué?).
Es su banderín, que sigue reflejando el escudo de la Hermandad y primitivo escudo de la banda, lo único que, tal vez, rompa un poco esa unidad estilística. Si bien suponemos que se mantendrá por antigüedad y calidad, y se da el hecho de que, aunque el banderín no siga una línea similar, parece que es un elemento que, luego en la realidad, no desentona demasiado con el resultado. Destacable el remate de dicha enseña, la figura del Ángel de la Fama que corona (y es símbolo, además) de la actual Universidad de Sevilla y cuyo edificio fuera, en su día, la antigua Fábrica de Tabacos, sede originaria de la Hermandad de las Cigarreras, teniendo, por lo tanto, un claro simbolismo con un componente histórico y sentimental.
Cigarreras, también, es otra de las bandas que mejor ha sabido traducirse en imagen de marca. De hecho hablar de Cigarreras hace que a todo el mundo se le venga a la cabeza la banda y, pocas veces, a la Hermandad (que, cabría pensar si incluso por este motivo, lleva un tiempo queriendo dejar de lado su nombre popular por el de Columna y Azotes). Pero es más: Cigarreras no solo tiene imagen de marca, es que directamente es una banda que prácticamente funciona como una empresa (doy fe), una "empresa musical", auténticos profesionales en la práctica de esto de la música cofrade.
Como con la Agrupación de Linares, la imagen de seriedad y vanguardia también se ve en aspectos ajenos al habitual ejercicio de la música cofrade, pero aquí llevado un paso más: unas bien gestionadas cuentas en redes sociales, una cuidada y elegante web y un buen canal oficial en Youtube en el que las Cigarreras ofrece su música (e incluso su discografía), la hacen estar a la cabeza en esto de Internet, una auténtica banda cofrade que ha sabido meterse en el siglo XXI, demostrando que no por ello se renuncia a aspectos emocionales que otros pretenden vender como únicos válidos en la música. 

Por qué está en el top: la suma de las partes hacen el todo, y Cigarreras lleva todo a niveles que la hacen estar a la cabeza. Modernidad, seriedad, la Música por bandera,... Cigarreras prácticamente ha profesionalizado este mundillo y ello le ha otorgado una dignidad muy necesaria.

20 de julio de 2020

De dónde viene la marcha...: homenaje a Ennio Morricone

Siempre me gusta pensar en los paralelismos entre nuestra música cofrade y la música para el cine, en las muchas cosas que tienen en común.
Ambas especialidades musicales son un complemento a una puesta en escena, complemento importante pues una buena Banda Sonora puede elevar y reforzar lo que se está viendo y en cambio una mala elección puede cambiar drásticamente su sentido (si no, prueben a ver una película de terror sin sonido o directamente poniendo música en tono de humor de fondo). También ambas tienen su origen y primeros referentes en la música programática e incidental del Romanticismo e Impresionismo.
Igualmente, podemos ver que autores cofrades han recurrido a "citas" (por no hablar prácticamente de plagios) de músicas de bandas sonoras para sus propias marchas, mientras que el cine (y la televisión) también han recurrido a marchas de Semana Santa para sus propias producciones, siendo célebre el ejemplo de la marcha La Madrugá de Abel Moreno en la BSO de la película Alatriste.
Incluso tenemos el caso de algún reconocido compositor de cine probando en el campo de la marcha procesional, caso de Roque Baños y su magnífica marcha fúnebre "El Sepulcro", y viceversa, compositores que quizás conoceremos más por sus marchas que también han realizado bandas sonoras, como Francisco Javier Torres Simón.
Por no mencionar que las actuales corrientes de la música cofrade, especialmente para "paso de Cristo" cada vez se ven más influenciada por un tipo de música bastante cercana a la de la gran pantalla en lo que algunos puristas tratan de devaluar llamándolas despectivamente "bandas sonoras" (pobres ignorantes, porque qué si no es una marcha procesional sino la banda sonora de la Pasión, Muerte y Resurrección).
Y por último, en ese paralelismo, a un servidor le gusta pensar que, si los compositores del cine puede que sean los grandes compositores de la música actual y los únicos que quizás se puedan equiparar a los grandes compositores de la Historia de la Música (en la que perfectamente podrían entrar, por sus obras, nombres como John Willians, Howard Shore, Hans Zimmer, Joe Hisaishi, etc.), nuestros mejores compositores de música cofrade prácticamente podrían serlo, si la música cofrade tuviera una consideración más "culta", de la Música española. Y es que nada tiene que envidiar a nivel musical y de creatividad (a veces incluso todo lo contrario) la música de autores como Hurtado, López Gándara, Torres Simón, Moreno Pozo, Barbero, González Ríos, etc. al resto de música que hoy día se hace en este país.

El por qué de esta introducción se debe a que el pasado 6 de julio nos dejaba uno de los grandes compositores, del ámbito cinematográfico pero fácilmente se le podría considerar a la altura de muchos grandes genios en la Historia de la Música, pues sus Bandas Sonoras marcaron una forma de entender la música del cine, crearon escuela y, en algunos casos, supusieron grandes obras de arte que llevaron a los filmes a los que acompañaron a otra categoría, haciéndolos pasar a la posteridad. Como bien sabrán, estamos hablando del italiano Ennio Morricone que nos dejaba a la edad de 91 años (para los genios siempre será temprana edad), un compositor cuya música trascendió los límites de la gran pantalla, siendo su obra reconocible por casi cualquiera, y su música, también, una de las que también cruzó ese puente que une la música del cine con nuestra música cofrade, y no solo por las posibles influencias en nuestros compositores, sino porque música del propio Ennio ha sonado, y sigue sonando, tras algunos de nuestros pasos.

El público cofrade "conoció" a Ennio Morricone allá por 1988. En ese año, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras de Sevilla grababa en uno de sus célebres discos, el titulado La saeta, el tema Ave María. Y por entonces decir Ave María no implicaba que fuera inmediatamente acompañado de las palabras "de Caccini" porque este Ave María, aunque también era una adaptación (una más de las muchas históricas adaptaciones que completaban ese disco junto a títulos como la propia La saeta, La Oración del Huerto o Nazareno y gitano, todas hoy grandes clásicos de la música cofrade) pero en este caso de la Banda Sonora de la película La misión, película de 1986 dirigida por Roland Joffé, protagonizada por Jeremy Irons y Robert de Niro y encuadrada en las misiones jesuítas en la Sudamérica del siglo XVIII y el conflicto político-religioso entre los misioneros de la Compañía y las monarquías absolutistas europeas.
Considerada una de las mejores Bandas Sonoras de la Historia del Cine, y eso que, como confesaba el propio Ennio en un principio quiso rechazar el proyecto, la música de La misión es una música que complementa y completa a la película pues la música en parte es elemento importante de la trama (pues es usada y representa la aceptación de los indígenas a las prédicas del padre Gabriel, interpretado por Irons) y acompaña tanto los paisajes y encuadres que podemos ver como la propia historia realizando una perfecta mezcla entre la música religiosa europea del momento y los propios sonidos y músicas indígenas.
Este Ave María representa sin duda esa fusión, pues llamado originalmente Ave María Guaraní, en esta pieza coral realizada como para ser interpretada por los indígenas, Ennio Morricone realiza una música para coro siguiendo las formas de la música barroca pero, como dice su título, es guaraní, tiene esa parte de indígena, siendo un fragmento sobrecogedor y no por ello carente de unción, sino todo lo contrario.
La adaptación, como muchas de las mencionadas y de las realizadas por la Agrupación Jesús Despojado, fue idea de los dos "Antonios", Amodeo y Velasco, una adaptación que toma el tema suprimiendo la introducción, siendo destacable el hecho de empezar sin percusión, algo poco frecuente en el género por entonces. En versiones posteriores, como las de Jesús Gómez y Rafael Vázquez grabadas a finales de los 90 por la Agrupación de los Gitanos sí podemos encontrar incluida esa introducción, estando esta versión en una tonalidad de Fa menor, siendo esta tonalidad cambiada a un Do menor en la última versión popularizada, realizada por Antonio Amodeo y que la ya Agrupación Virgen de los Reyes grabó en su mítico disco "Llegó como llega siempre..." de 1998, siendo ésta una versión digamos más cofrade.

Esta marcha, a pesar de la calidad de su música, desgraciadamente fue cayendo en desuso (un servidor la tocó por última vez allá por 2009 o 2010), y la puntilla, como mencionábamos antes, se la vino a dar la aparición de la moda de esa marcha homónima, el archiconocido (No)Caccini, que hace que hoy día, cuando se habla de Ave María en música cofrade ya casi nadie recuerde esta marcha.


Pero no por ello la música de Ennio Morricone dejó de sonar en nuestra Semana Santa. Y, sin salirnos de la misma película, de La misión, su tema principal, que incluye una introducción con la pieza "Falls" y el archiconocido "Gabriel's oboe", también ha sido objeto de diversas adaptaciones en estos últimos años, siendo tal vez la primera en popularizarlo la Agrupación Santa María Magdalena de Arahal (la cual creo recordar que incluso lo ha llegado a hacer sonar en Campana tras el Cristo de la Buena Muerte de la Hiniesta) y habiendo sido grabado en su último disco, titulado "El sueño de unos niños", por la Estrella de Dos Hermanas.

Como curiosidad final para este pequenísimo homenaje a este gran compositor, si por algo ha sido reconocido Ennio Morricone es por ser, si no el "padre", uno de los máximos creadores de la música para el cine del Oeste, formando esa dupla junto al director Sergio Leone, siendo esta música la perfecta ambientación para el género. Y es que, ¿quién no ha silbado alguna vez el tema principal de "El bueno, el feo y el malo" o el de "Por un puñado de dólares?
Pues bien ya escribía al principio que había autores que insertaban "guiños" de músicas del cine en sus marchas procesionales, siendo el caso de esta última película en la marcha "Soberano de la Salud" obra de los compositores Manuel Jesús Guerrero Marín y José María Sánchez Martín para la Agrupación Musical del Despojado de Jaén y cuyo principio se "inspira" claramente en el famoso tema de trompeta de dicho film. En su día uno de los autores mencionó que este fragmento lo habían utilizado como homenaje a Ennio Morricone y, al ser consultado sobre el por qué elegir un tema de un western como este lo justificaba diciendo que "a Cristo también lo vendieron por un puñado de dólares".
Sin duda pirueta con doble tirabuzón comparar a Nuestro Señor con el forastero "sin nombre" interpretado por el tipo duro del cine, Clint Eastwood como justificación de la introducción de solos espectaculares de trompeta... En fin, para gusto los colores que dirían algunos, que criticar es de "hater".

Sin más dejo aquí esta breve mención a la obra "cofrade" del gran Ennio Morricone, un genio de la música que nos ha dejado, pero no así sus obras que perdurarán en la memoria colectiva, cofrade y no cofrade. Como decía en mis propias redes, el Oeste sonará menos a Oeste y el cine tendrá un poquito menos de "Paradiso" (otra espectacular Banda Sonora... y también conocida por algunos cofrades, -guiño, guiño-).
Q.E.P.D. Ennio Morricone (Roma, 1928-2020).

6 de junio de 2020

Propaganda y música cofrade: el tratamiento a los últimos cambios musicales en la Semana Santa de Sevilla

Con el mundo cofrade todavía convaleciente de esta No-Semana Santa 2020 de la que aún colean sus consecuencias, el pasado día 2 de junio la sevillana Hermandad del Carmen soltaba la bomba informativa, que no sorpresa, del cambio de banda para su paso de misterio, siendo la elegida la Agrupación Musical de la Pasión de Linares en detrimento de la local Virgen de los Reyes.

No por esperada, pues tras el recital de los linarenses el Lunes Santo de 2019 acompañando al Cautivo de Santa Genoveva muchas Hermandades quedaron sorprendidas y alguna que otra empezó a ponerle ojitos a esta "nueva" (para ellos) banda y sabiéndose que la del Carmen era una de las que quedó prendada surgiendo insistentes rumores que ya planteaban este cambio un año antes de cuando en verdad se ha acabado produciendo, la noticia no ha dejado de levantar polvareda por ello, máxime cuando el "fandom" de la banda saliente no es precisamente conocido por ser excesivamente tolerante y moderado. Y no solo dicho fandom y entorno, sino que, aplicando el dicho muchos han empezado a remojar sus barbas y sintiéndose ¿amenazados? están saliendo a defender a lo que llaman como lo suyo (aunque eso implique, cosas de la vida, defender a aquellos con los que otras veces te has podido estar tirando los trastos a la cabeza y/o que incluso hayan querido o quieran ocupar su lugar en otras Hermandades).

Tuits, foros, escritos en Facebook, comentarios en vídeos de Youtube, a los que seguramente puedan seguir en el futuro podcast, entrevistas e intervenciones en TV y radio, braman contra algo que, de ser otros los protagonistas, sería intrascendente como es un cambio de banda, y lo hacen siguiendo unos mismos esquemas, unos patrones, un guión en el que se repiten unas mismas premisas y frases... Es prácticamente una propaganda.

De hecho, pensemos, ¿podríamos aplicar a lo que está sucediendo los 11 principios básicos de uno de los más conocidos propagandistas de la historia? Veamos:

1. Principio de simplificación y del enemigo único: "Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo".
Creo que a este punto le sobran explicaciones. La supuesta amenaza de a las bandas sevillanas que repiten todos esos mencionados personajes, son las bandas foráneas y sus seguidores, personificándose ese adversario en una en concreto: la Pasión de Linares.

2. Principio del método de contagio: "Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada".
Muy similar al anterior. En este caso da igual que la banda que coja un contrato sea la Sentencia de Jerez, Rosario de Cádiz, Pasión de Linares, Paso y Esperanza de Málaga, el Nazareno de Huelva y no importan las motivaciones que la Hermandad de turno haya tenido para hacer libre y legítimamente dicho cambio, porque al final la suma individualizada de todos es "bandas foráneas" que además se reducen al calificativo "modas", sin importar que, entre las bandas que a muchos les gustaría que entren en la Semana Santa de Sevilla, figuran nombres como Arahal o la Estrella de Dos Hermanas.

3. Principio de la transposición: "Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
Puede que sea un principio bastante "infantilista" que se podría resumir en aquella frase que todos hemos dicho o escuchado de niños de "rebota, rebota...", pero quizás por ello sea de los más efectivos. Culpar al otro de lo que uno mismo hace es de lo más simple cuando faltan argumentos. En este caso se repiten las acusaciones de que "las bandas de fuera vienen cobrando poco" (cuando es vox populi que en Sevilla la banda de Cristo que más cobra, la cifra que se comenta no llega ni al millón de las antiguas pesetas) o incluso "no cobran porque lo que cobran luego lo devolverán por detrás a modo de donaciones" (práctica que también sobra decir que se le ha visto a más de una banda de allí) o las acusaciones de que "las bandas de fuera no sienten a las Hermandades de aquí, tocan sin devoción" y que "le están quitando su lugar a las bandas de aquí" (argumentos estúpidos e hipócritas donde los haya que se les desmontan cuando uno ve que sus mismas bandas van a tocar a cualquier otro lugar -a veces hasta con desprecio traducido en acudir con un significativo número de bajas y/o tocar poco y a desgana- y también le pueden estar quitando el sitio a bandas locales), por no mencionar cuando acusan abiertamente a todo el que dé una opinión favorable de una de estas bandas de "fanáticos" y señalar que estas bandas tienen graves problemas de hooliganismo (olvidando que en casa los hay y peores). Chirinbanda y otros tuiteros y sus insistentes tuits sobre los aplausos y los cangrejeros que tiene Rosario de Cádiz (olvidando cosas como que Tres Caídas, es más seguida en una procesión en la que abre cortejo que la propia titular que procesiona, que a muchos pasos se ha abucheado por tocar clásico o pasar a tambor o que a un presentador de un certamen se le llegó a llamar "hijo de puta" o acordarse de sus muertos solo porque no permitió bises a Presentación, por citar varios ejemplos).

4. Principio de la exageración y desfiguración: "Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave".
Como dije antes, algo que puede entrar perfectamente en la normalidad, el que un grupo humano, de una Hermandad, que quiere lo mejor y que libre y legítimamente está optando por cambiar su acompañamiento musical por los motivos que sea; la propaganda lo convierte en una grave amenaza para las bandas sevillanas. Dicen que la moda de las bandas foráneas acabarán con las bandas sevillanas y/o con lo diferente que tenía la Semana Santa de Sevilla (curioso cuando la globalidad cofrade hace ya que se vean pasos haciendo cambios cual Tres Caídas en lugares como Oviedo o Ciudad Real y métodos tradicionales y autóctonos de carga se estén viendo sustituidos por el costal), que muchas ya han desaparecido y desaparecerán por ello, que el músico local así no tendrá motivación para tocar, etc. Todo ello cuando, de cerca del centenar de pasos con acompañamiento musical que pueda haber en la Semana Santa de Sevilla, ni un 10% lleva bandas foráneas y habiendo bandas que incluso no tienen ni que salir de la ciudad en toda la Semana, y cuando hay bandas que dicen sentirse amenazadas que perfectamente duplican el número de componentes de cualquier banda media. Añadiendo además, que, por supuesto, sería ridículo argumentar problemas económicos cuando hay bandas que económicamente ingresan más de conciertos y de lo que rascan de los pueblos que de la propia Semana Santa.

5. Principio de la vulgarización: "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
¿Hay algo más simple y que requiera menos esfuerzo para convencer a la gente que la de apelar a sus sentimientos antes que a la razón? Pues igual en este caso: las bandas tiran del localismo, de un "patriotismo local" exagerado y de una falsa nostalgia, apelando a que esas bandas foráneas son "invasoras" y que van a acabar con la "pureza" de la Semana Santa local (del hecho que un elevado porcentaje de artistas y compositores que han realizado de las más importantes aportaciones y más han influido a dicha Semana Santa sean foráneos no dicen nada) y que no suenan a lo de siempre (las marchas flamenkas o sentimentaloides baratas que parecen de Pablo Alborán, en cambio, se parecen mucho a Amarguras, Cristo del Amor o Alma de Dios). Van a acabar con "lo nuestro", repiten. 
En cuanto a lo de la vulgaridad, frente a argumentos claramente objetivos musicalmente (afinación, repertorio, calidad compositiva,...) estos personajes anteponen el argumento de que es una música que "no pega", que no es "costalera", que el público "no va a entender"... Es decir, hay que mantener al público "adormecido" en una música facilona antes que enseñarlo a escuchar. A esa calidad musical objetiva prefieren anteponer lo que ellos llaman popular y "de aquí y de siempre", de ahí el uso de los lemas de muchas bandas: "la música del pueblo", "sonando a Sevilla", "por Sevilla siempre", "al estilo de Sevilla",...

6. Principio de orquestación: "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".
Orquestar, que viene de orquesta, término precisamente musical. Y es que, como en una orquesta, para que una propaganda funcione debe poner de acuerdo a un grupo de individuos que, por separado son diferentes, tienen diferentes pensamientos, son cada uno "de su padre y de su madre", pero les une un fin común: tocar una pieza sin salirse de la partitura porque entonces sonaría mal. Todos los individuos envueltos en esta polémica repiten, como hemos dicho, los mismos argumentos, aun sin demostrarlos o siendo directamente falsos.

7. Principio de renovación: "Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones".
Punto que va unido al anterior: los argumentos orquestados deben ir todos por igual y ser capaces de ser respondidos o sustituidos cuando se desmienten. En este caso lo hemos visto muchas veces:
-Cuando Rosario de Cádiz cogió la Sed la mayoría de comentarios se centraban en mencionar que la banda era una copia de Presentación. Demostrado que la banda tiene su estilo propio, se intentó cuestionar su calidad, y demostrada ésta, al coger las Aguas hablaban de que la banda no pegaba en ese misterio y pasado el primer Lunes Santo decidieron lanzarse a criticar el tipo de marchas de la banda con especial énfasis en Eternidad y El Milagro (aun habiendo bandas en Sevilla con marchas similares).
-Con Pasión en Santa Genoveva, antes de estrenarse allí, surgieron las voces que también cuestionaban su calidad, desmentidas rápidamente. Luego decían que su estilo de marchas no gustarían en Sevilla, que no pegaban para los pasos y no eran costaleras. Cuando el Cautivo se recogió, vista la aceptación, se pasó al comodín de la sevillanía (la vieja confiable) y ahora, con la confirmación en el Carmen, surgen voces que mencionan que sus marchas no valen para misterios que hacen cambios (no han visto al Señor de las Penas de Córdoba en su vida, Hulio).
Y eso por no decir cuando tiran del manido: "la música no es una cosa objetiva, es cuestión de gustos" con el que rápidamente zanjan cualquier discusión cuando van perdiendo.
La cuestión es siempre poner alguna pega y salir siempre ganando.

8. Principio de la verosimilitud: "Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias".
Aquí entrarían en juego cosas como los rumores, lanzados intencionadamente intentando hacer ver la amenaza que suponen las bandas foráneas, las entrevistas a músicos y directores que veladamente acusan de sus problemas a que se esté contratando a bandas de fuera (recordamos que no suponen ni un 10% del total), la colaboración de "periodistas" dando sus opiniones claramente sesgadas a través de sus medios,... formas todas ellas de crear fragmentariamente esa realidad distorsionada para que acabe calando en el imaginario colectivo del cofrade medio y se posicione a favor de su causa.
Recordemos como grandísimo ejemplo, el comunicado de disolución de cierta Agrupación, una Agrupación que funcionaba perfectamente y no mal precisamente, y podría haber seguido haciéndolo, pero claro, si a uno le ofrecen dirigir la banda de sus sueños, claramente va a mandar al carajo todo lo demás, no sin aprovechar la oportunidad de culpar de esa desaparición a alguien que, ni directa ni indirectamente, tiene culpa de ello. Al fin y al cabo, formas de guiar la opinión de la masa.

9. Principio de la silenciación: "Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines".
Como mencionaba en el punto 7, en cuanto alguien desmonta sus argumentos, estos personajes tiran de dos comodines a los que se agarran como clavo ardiendo y con los que zanjan cualquier discusión: la sevillanía y la subjetividad de la música.
En cuanto a disimular las noticias que favorecen al adversario, ya mencionaba que, a quien se atreve a alabar a una banda foránea pronto lo tachan de ser un hooligan o de pertenecer a dicha banda, entre otras. El uso de cuentas fake en Twitter es primordial en este principio.

10. Principio de la transfusión: "Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas".
Sin lugar a dudas, el famoso chauvinismo que suelen presentar la práctica totalidad de estos personajes es ese sustrato preexistente en el que opera esta propaganda. Para ellos Sevilla es lo mejor, tiene la mejor Semana Santa, las mejores marchas, las mejores bandas, las mejores imágenes y muestras artísticas,...(casi siempre olvidándose que autores como Escámez, el subteniente Martín, Gámez Laserna, Pedro Morales y un largo etc. no nacieron precisamente en Triana), y si hay algo malo (carreritas, bullas, cangrejeros, fanáticos grabando bandas,...) se achaca siempre a los "forasteros".
Subyacen aquí también los típicos prejuicios y complejos de esa supuesta "rivalidad" entre provincias andaluzas contra la capital, y se sacan a colación ejemplos aislados y sacados de contexto para difundir ese argumento y crear odio. Cualquier crítica (constructiva o no) a una banda sevillana se achaca a la envidia o a una manía por la ciudad (aun cuando muchas de esas críticas proceden de gente de la misma ciudad). Por ejemplo cuando Rosario de Cádiz fue elegida para acompañar al Cristo de la Sed se empezó a comparar la Semana Santa con el Carnaval gaditano y con el hecho de que en Sevilla había entrado una banda gaditana pero en el Falla nunca ganaba una agrupación sevillana, comparaciones que han ido resurgiendo con el resultado en el concurso de dos chirigotas consideradas pelotazo por el público (No te vayas todavía y Daddy Cadi) que, según esta mitología, no ganaron "por ser de Sevilla". Igual con Paso y Esperanza de Málaga, sacándose en este caso rencillas futbolísticas. En ambos casos, una clara frivolización de la Semana Santa al compararse con asuntos profanos como el Carnaval o el fútbol.

11. Principio de la unanimidad: "Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad".
Uno de los principios más efectivos en toda propaganda, por cuanto nuestra sociedad, a pesar de ser tan egoísta e individualista, siempre busca de la aprobación de los demás y de sentirse aceptado por el grupo, creer las cosas porque las dicen los demás, no porque sean así. Buscando dar esa sensación de que todo el mundo piensa lo mismo, se intenta generar una reacción contraria hacia ese enemigo, ese "invasor" foráneo. En este sentido leemos el uso de argumentos tipo: "las marchas de tal banda foránea no gustan a la gente" (¿a qué gente? ¿Se ha preguntado?), "las marchas de nuestra banda son buenas porque las piden" (lo típico de justificar que algo es bueno porque le gusta a muchos, aunque el programa más visto de la tele sea un programa basura del corazón o un reality mierder, los ídolos de nuestros jóvenes sean youtubers e influencers en lugar de médicos o bomberos y la música que más se escucha sea el reggaeton y no música "clásica"), o el de "la Hermandad tal ya no sonará a Sevilla", etc. Este último resulta muy interesante de analizar pues se está personificando a toda una ciudad en un solo colectivo con el que no todos los habitantes de la misma tiene por qué sentirse identificados, pero así se pretende dar la apariencia de que ese "invasor" foráneo está atacando a toda la ciudad.

Habiendo visto estas relaciones, díganme, desmientan, que, cada vez que se produce una noticia de este tipo lo que se activa no es sino un completo aparato propagandístico. 
Y, lo queramos o no, para bien o para mal, la propaganda, desgraciadamente, es un medio legítimo de intentar influir en la opinión pública. Afortunadamente, no todas las Hermandades se dejan influir o están gobernadas por gente que se deje influir fácilmente y cada vez más gente con criterio forma parte de ellas o se acude a ellas en busca de consejo.
Y es que, al final, la única propaganda verdaderamente efectiva, por cuanto es imposible ser desmontada, es el simple reflejo del trabajo realizado. Y mientras siga habiendo quienes no quieran hacer autocrítica, adormecidos en laureles pasados,que se preparen para ser adelantados por quienes siempre buscan superarse más a través del esfuerzo.

4 de junio de 2020

De dónde viene la marcha...: Saber que vendrás

Todas las artes, incluida la música, son hijas de su tiempo. El contexto, las ideas, la política, las creencias, la educación, los miedos y esperanzas de cada época han influido e influyen a los creadores en sus distintas formas de expresión. Y hoy nos iremos a los años 60 y antes de hablar de la marcha que nos ocupa, tendremos que ver qué la hizo nacer.

En este periodo de nuestra historia más reciente, la humanidad seguía con la cicatriz aún fresca de los horrores de la II Guerra Mundial, la visión de una humanidad cruel capaz de todo. Eran los años también de la Guerra Fría, del miedo a una posible III Guerra Mundial que fuera nuclear y acabara destruyendo todo. Los años del racismo en Estados Unidos, del fin del colonialismo en África... Un Mundo, en definitiva, que tomaba conciencia de una necesidad de mejorar si no quería ir camino a casi su autodestrucción, y en el que comenzaron a surgir distintos movimientos que intentaban, a su forma (no entraremos a juzgar si mejor o peor), mejorarlo: movimientos por los derechos civiles en EEUU, movimientos feministas, movimientos estudiantiles y obreros, pacifistas, ecologistas,...
La misma Iglesia Católica, muy cuestionada por diversas cuestiones, principalmente por la imagen arcaica que seguía ofreciendo, tenía también necesidad de esos cambios. Así lo vería el Santo Padre Juan XXIII, "il Papa buono" hoy canonizado, cuando convocó en 1959 un concilio con el fin de "actualizar" la Iglesia.
No entraremos mucho en detalles sobre este Concilio Vaticano II, de sobra conocido por cualquier católico, pero sus cambios llegaron a prácticamente todos los ámbitos, no escapando a ellos el arte, y con ello, la música. Uno de los principales cambios que experimentó la música tuvo que ver con su uso en los ritos. El Novus Ordo Missae, la "Nueva Misa" cambiaba sustancialmente en cuanto a la participación de la asamblea, siendo semejante a ritos protestantes (de ahí una de las principales críticas de los "sedevacantistas" y las facciones más conservadoras de la Iglesia). Y si algo tienen las celebraciones protestantes es la importancia de la música, de una música más sencilla de seguir por la asamblea.
Hasta entonces, la música para la Iglesia Católica debía preservar ciertas características, siendo el canto gregoriano el considerado mejor tipo de música. Estos preceptos los encontramos en la encíclica "Musicae Sacrae" promulgada por Pío XII pocos años antes del Concilio, en 1955, siendo llamativo su punto 13 en el que se decía:
"La música debe ser santa. Que nada admita —ni permita ni insinúe en las melodías con que es presentada— que sepa a profano. Santidad, a la que se ajusta, sobre todo, el canto gregoriano que, a lo largo de tantos siglos, se usa en la Iglesia, que con razón lo considera como patrimonio suyo. (...) Y si, para las fiestas recientemente introducidas se hubieren de componer nuevos cantos, se encarguen de ello compositores bien acreditados que con fidelidad observen las leyes propias del verdadero canto gregoriano, de modo que las nuevas composiciones, por su fuerza y su pureza, sean dignas de juntarse con las antiguas".
Interesante, por cierto, si se aplicara a la música cofrade. Pero no estamos en eso y quedémonos con lo resaltado: la música sacra no debía parecerse a la profana.
El Concilio Vaticano II cambió en gran parte eso, y la música sacra, la música para esta nueva liturgia, se hizo "accesible" al pueblo. No valoraremos si las consecuencias fueron buenas o no para la música sacra (para quien les escribe, desde luego no), pero sí diremos que eso permitió abrir la música a nuevas melodías, nuevos ritmos, nuevos instrumentos (las guitarras que cualquiera identificaría en un coro en cualquier misa), a una permisividad a incluso incluir estilos "profanos" en esos cultos y, por qué no, hasta fijarse, cuando no imitar, la música de moda del momento.

Prácticamente paralelo a este Concilio en la Iglesia, dentro de esa cantidad de movimientos que buscaban cambiar el mundo, surgía un nuevo movimiento, uno que abogaba por la paz, la libertad y el amor: el movimiento hippie No es cuestión nuestra abordar si tanto este movimiento como el cambio que se estaba dando la Iglesia Católica tuvieron cierta relación, si se influyeron recíprocamente o no, pero desde luego, la música católica, la nueva música católica, sí se dejó influir por la música característica de este movimiento: el rock y todas sus vertientes.
Y de aquí proviene la música que hoy nos ocupa, una música que poco tiene de originaria cristiana.

Carátula del disco "The Freewheelin'
Bob Dylan" en el que se incluyó
la canción.
En abril de 1962, un joven de nombre Robert Allen Zimmerman, o mejor conocido por su nombre artístico, Bob Dylan, según narra la historia componía en diez minutos en un bar neoyorkino una canción considerada de las primeras canciones protesta. Esa canción sería Blowin' in the Wind y, se cuenta que tras ser cantada en aquel bar causó una gran impresión en el público asistente, siendo poco después editada en varias revistas musicales y grabada por primera vez en el disco "The Freewheelin' Bob Dylan" de 1963. La letra de Dylan (recordemos, primer y único cantautor que ha recibido el premio Nobel de Literatura por sus letras) recoge esa supuesta protesta en una serie de preguntas retóricas sobre temas del momento (la paz, la guerra, la libertad,...) recibiendo diversas interpretaciones que van desde que Dylan quiso expresar que las respuestas eran obvias como que quiso expresar lo contrario, que eran algo intangible o inalcanzable, y al parecer se inspiró en un pasaje del libro titulado "Bound for Glory" del también cantautor Woody Guthrie.
¿Y la música? ¿Era obra de Dylan? ¿O también buscó otras fuentes de inspiración? La respuesta es lo segundo, y no hablaremos aquí de la, en su momento, desmentida acusación de plagio de un estudiante llamado Lorre Wyatt. Y es que Bob Dylan nunca ocultó que la melodía principal de este tema se inspira claramente en una canción de la tradición del Gospel o "negro spiritual" titulada "No more auction block" (algo así como "no más subastas") canción que, al parecer, tiene su origen en antiguos esclavos negros que huyeron a Canadá tras la abolición de la esclavitud en Gran Bretaña en 1833 (puesto que en EEUU no sería abolida hasta años más tarde).

Portada del libro "Adviento y
Liberación" que incluyó por primera
vez editado el canto.
Sea como fuere, esta histórica canción se convirtió en uno de los himnos del movimiento hippie (sirva de anécdota de ello que como tal fue usada por Juan Carlos Aragón para una de las cuartetas del popurrí de su famosa chirigota "Los Yesterday") y su fama traspasaría fronteras... en todos los sentidos. De este modo llegaría, suponemos que no sin algún que otro problema debido al régimen dictatorial existente, a nuestro país y en el mencionado contexto de la nueva sensibilidad de la Iglesia Católica tras el Vaticano II esta música tan popular se utilizó (como muchas otras) para hacer una versión en castellano como canto litúrgico, el titulado Saber que vendrás,canto que se edita por primera vez en 1970 recogido en el libro "Adviento y liberación" del compositor Juan Antonio Espinosa Bote (al que los cofrades quizás conocerán más por su canto Santa María de la Esperanza). Pero, ¿quién realizó la versión castellana de este canto? Consultando al propio Juan Antonio Espinosa (a quien agradezco su colaboración) no fue él mismo ni tampoco el cantautor Ricardo Cantalapiedra (a quien se le suele atribuir), sino que fue Jesús García Torralba el encargado de la misma.
Si bien, resultaría curioso reseñar que la idea de usar esta canción para celebraciones religiosas cristianas no es una idea español. Al parecer, al poco de su publicación Blowin' in the wind ya era usada en las llamadas "Folk-mass" católicas estadounidenses, por no dejar de recordar que la melodía que inspiró a Dylan era música Gospel.

El canto católico ganó popularidad y se asentó en el cancionero (¿quién no ha cantado este Saber que vendrás en catequesis, en su Primera Comunión o participando en la procesión del Corpus Christi?) y de ahí siguió el camino de otros muchos cantos litúrgicos populares: acabaría siendo adaptado a marcha procesional para Agrupación Musical. Pero en este caso, a diferencia de tantos otros cantos, no tiene su origen ni en Arahal, ni en Eritaña, ni en la Estrella de Dos Hermanas (entre otras bandas que popularizaron adaptaciones similares), ni tampoco es una adaptación "ochentera". Fue la, por entonces joven, Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación, de la Hermandad de San Benito, la que haría la primera adaptación de manos de Antonio José López Escalante, siendo la primera grabación del primer disco de dicha banda titulado "Presentación y Sangre" de 1994.
Y aquí de nuevo viene el tópico tan repetido en la música cofrade. Tanto en esta primera grabación como en muchas otras posteriores, la marcha aparece con el título escrito erróneamente: el original "Saber que vendrás", ese "[Tú] vendrás" en segunda persona dirigiéndose a Cristo, mutó en un imperativo "Sabed que vendrá". Nada del otro mundo: el típico error gramatical de no distinguir el imperativo del infinitivo, tan común en lengua coloquial pero que tan mal queda en casos como éste, sobre todo si pretendemos que se tome a nuestra música como algo serio.

Y hasta aquí llega la historia cofradieramente hablando de esta composición. Una historia que, como me gusta decir, refleja la riqueza de la Música y su capacidad de crear lazos como expresión universal, en este caso siendo capaz de enlazar desde el siglo XIX al presente, de los cantos de libertad de los esclavos afroamericanos a nuestra Semana Santa, pasando por la música folk americana, el movimiento hippie, el Concilio Vaticano II, la música católica en español y hasta el Carnaval de Cádiz. Y es que, ¿cómo la música nos puede hacer tan iguales siendo tan diferentes? A lo mejor, como dice la letra de Dylan, la respuesta estará soplando en el viento. O simplemente es que quizás sea la Música lo que nos hace verdaderamente humanos.

21 de mayo de 2020

Autores infravalorados: Antonio Velasco, ¿un genio olvidado?

Inauguro, alternándola con mi sección habitual de "Bandas infravaloradas" esta nueva sección que quiero dedicar a hablar de autores también infravalorados y/o olvidados por gran parte del público cofrade, autores cuya calidad y/o aportaciones a nuestra música, no gozan de un reconocimiento acorde.

Genio. Palabra que según el diccionario de la RAE, en su cuarta acepción, significa "capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables". Es una palabra que deriva del latín "genius" y que a su vez, en su raíz, encontramos ese gen- que tiene que ver con la creación y el origen.
En la mitología romana, los genios eran deidades menores, guías y protectores de cada individuo, que además eran los que influían en sus respectivas vidas, en la forma de ser, los logros y capacidades.
De ahí que hoy genio sea una palabra que usamos tanto para referirnos a unas características personales (decimos de una persona "qué genio tiene" cuando tiene "pronto") como también para referirnos a personas realmente talentosas, especialmente en la creación artística.

Y cuántas veces habremos oído y/o leído, en música cofrade, usarse indiscriminadamente la palabra "genio" para referirse a compositores de la preferencia de cada uno. Dicen aquello de "Fulanito es un genio" o "Setanito es un genio", cuando a lo mejor, Fulanito la única aportación que ha hecho a la música cofrade sea copiar tal cual músicas más propias de Andy & Lucas o La Húngara, o Setanito ha imitado (cuando no copiado literalmente) las formas y la música del cine de Hollywood.
Muchas veces se usa esa palabra pero pocos compositores son dignos de merecer ese calificativo, número que se reduce mucho más cuando nos adentramos en los géneros de "paso de Cristo".
Y, por su aportación a ambos géneros, tanto Agrupación Musical como Cornetas y Tambores, tal vez sea el autor que nos ocupa, uno de esos pocos elegidos.

Hablo de Antonio Velasco Rodríguez, autor del que comparto la misma opinión que Antonio Amodeo cuando se refiere a él como uno de los tres definidores del género de las Agrupaciones Musicales, junto al Subteniente Martín (Eritaña) y Manuel Rodríguez (Arahal). Pero no solo al mundo de las Agrupaciones se reduce la aportación de este compositor.
Ya de entrada observamos esa especie de olvido hacia su figura, pues su propia trayectoria es desconocida para muchos e incluso él mismo no parece ser una persona dada a ello. Nacido en Sevilla en 1965, Antonio Velasco ya comparte de entrada esa característica común a muchos genios como es cierta precocidad, pues pronto aparece vinculado a la música cofrade y contando con apenas 13 años ya aparece fechada su primera marcha, Jesús Cautivo, la marcha más antigua de los géneros de "pasocristo" dedicada a la Hermandad de Santa Genoveva, siendo marcha de Agrupación y que fuera grabada por la antigua Banda de las Angustias, de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla.
Al parecer, en dicha banda de las Angustias se iniciaría, pasando luego por Jesús Despojado/Virgen de los Reyes, periodo en el que autor y banda se alimentaron recíprocamente pues aquí es donde Antonio Velasco podríamos decir que maduró y comenzaría a revolucionar el género, mientras que la banda a su vez se colocó en la vanguardia de la música procesional y adquirió gran parte del prestigio y fama que hoy le precede gracias a la obra de este autor, tanto en el campo de la adaptación como el de la creación propia. Tras Virgen de los Reyes al parecer estuvo un tiempo en la dirección musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Sol de Sevilla, componiendo por entonces también para este género, y luego, hasta donde creo recordar, también tuvo algo que ver con la dirección de la histórica AM Mixta Plaza de Roma de Montequinto y con alguna banda de Castilleja y, ya a finales de los 90, dirigiendo la extinta Agrupación de la Hermandad de la Paz de Sevilla.
Y así, hasta aquí lo que se sabe "públicamente" de este autor, siendo su última marcha conocida de 2007 y retirado voluntariamente de la primera línea de la música cofrade, aunque no dejándola de lado del todo, pues al parecer trabaja como productor discográfico de la firma Pasarela.

Pero, ¿por qué considerar a Antonio Velasco como un autor infravalorado? Máxime incluso cuando la propia persona es la que ha decidido por sí misma no ser una figura pública y activa en el mundillo, al menos en lo que a composición refiere.
Bien, partamos de lo principal: de la obra completa de Antonio Velasco para bandas cofrades (36 marchas según la base de datos de la web "Marchas de Cristo"), ¿cuántas marchas sería capaz el cofrade medio de citar de este autor? ¿2? ¿3? ¿4 como mucho? Para un gran porcentaje de cofrades, Antonio Velasco se reduce a ser "el que hizo Consuelo gitano", sin duda alguna su obra más destacada y la única más ampliamente difundida, mientras el resto de marchas algunas se debaten entre ser marchas relleno, otras han quedado para ser marchas para bandas principiantes y otras están en el más absoluto olvido cuando no duermen el sueño de los justos en algún cajón, a pesar de ser su producción de gran calidad y, en su momento, bastante revolucionarias.
Así encontramos que de dicha producción solo se están tocando escasas marchas. Composiciones como Cristo de los Favores o Cristo de los Gitanos, marchas que serían grandes clásicos y que no llegan a la decena las bandas que las mantengan en sus repertorios. Virgen de la Luz, una lección de cómo se puede hacer una buena marcha letífica para una Agrupación Musical y que ni en su propia banda de origen (la hoy Agrupación Virgen de los Reyes) tiene la difusión que merecería por su calidad si se compara a grandes hits sobreexplotados en la actualidad por dicha banda. Sagradas Vestiduras que ya no es que no esté valorada por su propio género originario (el de Agrupación Musical) sino que está hasta más usada su adaptación para Cornetas y Tambores y usada para llenar repertorios de bandas juveniles o en sus inicios. En cambio Pilatos a Jesús o Penas de Triana, dos grandísimas marchas para Cornetas y Tambores y buenos exponentes del mejor estilo Presentación, se pierden como marchas relleno en repertorios de sobreagudos, flamenko, "barcos" y tubulares de las bandas que siguen la corriente presentacionera actual. Y, hablando de tubulares, Santa Marta, de las primeras, si no la primera marcha en usar dicho instrumento y marcha adelantadísima a su tiempo pues es de las pocas marchas de sello "serio" casi "fúnebre" en el estilo de CCTT, ahora que está esa moda de las campanitas, en cambio, no se toca nada.

Y si eso pasa con las marchas que medio permanecen, qué decir de las que prácticamente han desaparecido del mapa y ninguna banda, al menos que un servidor conozca, las toque: marchas como Tercera Caída, las marchas de aquel disco de "La Pasión" que grabara la Agrupación de la Paz de Sevilla (y que grabado por otra banda de más nombre sería considerado pieza de culto), etc. Baste señalar dos ejemplos para afear a la música cofrade cómo se trata la obra de este autor:
-El primero, que una Agrupación que siempre ha apostado por la calidad musical como es la Redención de Córdoba tenga el dudoso honor de poderse permitir no haber ni estrenado una marcha del maestro (llamada La Redención de Cristo) privándonos a muchos amantes de esta música de saber cómo es esta pieza desconocida.
-El segundo, que, tras varios años desterradas de esa Hermandad, cuando una Agrupación Musical ha vuelto a acompañar a la imagen del Cautivo de Santa Genoveva, siendo ésta la Pasión de Linares, no solo no se han dignado en recuperar la que es la más antigua marcha de "pasocristo" dedicada a dicha Hermandad, Jesús Cautivo, y que compuso Antonio Velasco, sino que para completar la broma deciden que es mejor adaptar una marcha ajena al género por encima de ésta.

Puedo intuir que al propio Antonio Velasco, una persona humilde y alejada de los egos del mundillo tal y como la describe su amigo y compañero de tantísimos años Antonio Amodeo, tal vez todo esto no le importe. Puede que hasta esta loa a su obra y su persona incluso le resulte excesiva e incluso no le guste. Pero simplemente digamos que lo que se podría buscar escribiendo estas cosas de un autor tan influyente y revolucionador es algo tan simple como poner las cosas en su sitio y que quienes hicieron de la música cofrade algo mejor se les conozca y reconozca como tal, o al menos que, a quienes no lo merezcan, no se les ponga a su altura o hasta por encima.
Antonio Velasco, mucho más que solo Consuelo gitano.

12 de mayo de 2020

De dónde viene la marcha...: La Oración del Huerto

Siguiendo de alguna forma la costumbre de enlazar artículos, mencionaba en el escrito de Jone -y se pudo ver también que está sucediendo con el Ave María- como la historiografía tradicional de la música cofrade, escrita desde un prisma claramente sevillano, había venido difundiendo, e incluso seguía haciéndolo, gran cantidad de datos erróneos que, hoy día, muchos cofrades siguen tomando como ciertos y siguen creyendo incluso cuando alguien trata de contar la verdad. Autorías de marchas, nombres de compositores, dedicatorias, fechas,... cualquier cosa ha sido susceptible de ignorarse, modificarse o magnificarse, inconscientemente unas veces pero conscientemente otras, según interesara o no, de modo que incluso Hermandades presumen en sus redes y portales de marchas que ni de lejos están dedicadas a ellas y algunos llamados "periodistas" siguen repitiendo esos errores en sus programas, artículos y retransmisiones como si vinieran escritos en el Evangelio (y cuídate de corregirlos que si no...), por no decir de libros y escritos todavía considerados obras de referencia para el estudio de la música procesional que siguen perpetuándolos cada vez que alguien intenta buscar información seria sobre el estudio de nuestra música.

Que la música procesional en general necesita todavía de un gran estudio que afronte su historia con plena objetividad y seriedad y la aleje de orígenes mitificados y de esa narración pseudo-poética tan pretenciosa y a veces hasta pedante, es una realidad. Y que son los géneros de bandas para "pasos de Cristo" los que más atrasados están en ese aspecto, más aún.

La marcha de hoy, junto con el resto de co-protagonistas (autor, Hermandad, ciudad, banda de origen), quizás sea de entre las más famosas que podamos encontrar dentro de ese olvido selectivo, si bien en este caso no intencionado, pues el origen de esta marcha no ha sido nunca un misterio oculto. Pero por ello, precisamente, se pone de manifiesto ese "hispalocentrismo" que sufre la historia de la música procesional y lo injusto que se es con algunas de sus obras y autores.

Agripino Lozano Perea
Foto: Diario de Cádiz
Hablamos de la marcha La Oración del Huerto, marcha que la historia ha acabado perpetuando como uno de los grandes clásicos de las Agrupaciones Musicales, y concretamente, de los grandes clásicos legados en los años 80 y 90 por la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, hoy Virgen de los Reyes, de Sevilla... Pero no, la marcha, que ha quedado en la memoria además con el erróneo título de "La Oración en el Huerto", objetivamente hablando no podría figurar en esa lista junto a grandes clásicos sí originales de esta banda como Jesús Despojado, Pregonero, Sagradas Vestiduras (que bien podría merecer otro artículo), etc.
Y es que la marcha de la que hablamos tiene un origen distinto y bastantes años anterior. Y para hablar de ese origen, primero deberíamos hablar de su autor, Agripino Lozano Perea. Nacido en una pequeña localidad toledana,Villanueva de Alcardete, en 1928, este manchego músico militar llega a Andalucía, concretamente a San Fernando (Cádiz), en 1948 como integrante de la Banda de Infantería de Marina del Tercio Sur, y en la localidad isleña acabaría asentándose durante su trayectoria musical, prácticamente toda su vida. Aquí, en 1962 funda, junto a José Vacas otro compañero músico de dicho Tercio, la Banda de Música de la Cruz Roja, hoy rebautizada con su nombre ya que ejercería como director de dicha institución isleña entre 1965 y 1982. Esta banda pronto comenzaría a acompañar a diversas cofradías isleñas, estando entre ellas las de la Misericordia y la Oración en el Huerto, ambas con sede en la Parroquia de la Divina Pastora. Para la de la Misericordia compondría el maestro su primera marcha en 1970 y, como explicó él mismo en 1990, fruto de las buenas relaciones con ambas cofradías en 1972 nace la marcha que nos ocupa. Hablamos, pues, de una marcha compuesta para Banda de Música de plantilla completa (vulgo "Banda de palio") y dedicada a una Hermandad de San Fernando, marcha de estructura bastante clásica con su introducción, su tema principal que se repite con la variación de unas llamadas de los metales y su trío final que modula a modo mayor, siendo un tema de corte elegante pero no excesivamente sobrio ni complejo, muy en la línea al tipo de marcha que se venía componiendo en este periodo post-conciliar y de los últimos año de la dictadura e inicio de la Transición.

Pero, ¿cómo llega una marcha de Banda de Música y desde una Semana Santa relativamente lejana a Sevilla y al estilo de Agrupación Musical, máxime cuando la adaptación se realiza y graba algunos años antes de la primera grabación conocida en su género original en 1994? Primeramente, habría que ponernos en contexto: en gran parte de los años 80 y principios de los 90, denostadas y acribilladas por la prensa, las Agrupaciones Musicales parece que como si quisieran paliar esas críticas y justificarse, comenzaron a mirar más hacia un género con mejor prensa como el de las Bandas de Música. En estos años se pudieron escuchar y se grabaron numerosas adaptaciones de marchas como Esperanza Macarena, Hermanos Costaleros, Lloran los Clarines, Cristo de la Presentación,... además de prestarse algunos reconocidos autores a intentar dar lecciones de composición para la música de "pasos de Cristo", entre otros Abel Moreno, Juan Velázquez o Pedro Morales.
En la mayoría de casos, y afortunadamente para nosotros, esos experimentos no funcionaron ni tuvieron mayor recorrido pues, siendo sinceros, eran peces fuera del agua. Pero hubo una banda que se fijó en esta marcha concreta. Como todo el mundo sabe, fue la por entonces llamada Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras la que realiza y graba en 1988 dicha adaptación, y el por qué lo explicaba Antonio Amodeo hará algunos años en el foro del portal Patrimonio Musical. Según cuenta, Juan Ramírez Tellez, director desde siempre de dicha banda, realizó el servicio militar en San Fernando al mando de Agripino Lozano, a quien habría visto dirigir algunas de sus marchas en la banda del cuartel, siendo a través de un compañero músico de la Banda de las Nieves de Olivares que también sirvió en San Fernando de quien recibirían las partituras para completar el que sería el segundo disco de la Agrupación (La saeta, 1988). Ambos responsables musicales de la banda se fijaron en La Oración del Huerto ya que, por su corte, era una marcha que bien podría parecer hecha expresamente para el género y, de este modo, prácticamente adaptaron la marcha tal cual a la instrumentación de Agrupación, incorporando la voz de corneta y solo suprimiendo el trío que era lo que más sonaba "a palio". El resto es historia.

Portada original manuscrita de la marcha
Foto: Mateo Olaya
Pero, como introducía este texto, dicha historia no ha sido del todo justa con Agripino, con su Banda, con la Hermandad del Huerto y con la Semana Santa isleña en general. Y es que la adaptación funcionó, y acabó funcionando de tal manera que, como mencionábamos, incluso hoy es más reconocida que su versión original, cometiéndose junto a éste otros errores a veces no corregidos.
El primero de todos en su título: la marcha en Agrupación Musical es conocida con el nombre erróneo de "La Oración en el Huerto" y no La Oración del Huerto que es el que figura en la portada de la partitura manuscrita original de 1972 de manos del maestro quien, además, solía firmar éstas adornándolas con un acertado dibujo que él mismo realizaba. Este error que se ha perpetuado tanto que en cualquier repertorio que figure la marcha aparece el título mal escrito (como se puede ver por ejemplo en las webs de dos Agrupaciones sevillanas como Los Gitanos o incluso de la propia Virgen de los Reyes) bien podría deberse a una de las innumerables erratas discográficas que han acabado calando en el imaginario colectivo de la música cofrade (erratas que, por cierto, darían para escribir un libro), ya que en la mencionada primera grabación de Jesús Despojado en el disco "La saeta" (1988) y en grabaciones inmediatamente posteriores (como el disco "Marchas de Semana Santa"de 1990 de la A.M. Remedios de Castilleja de la Cuesta) la marcha sí aparecía con el título correcto, siendo en posteriores grabaciones cuando se modificaría sin criterio alguno, en ocasiones hasta el punto de mutilarlo como es el caso del disco "Gran Poder" (1996) de la Agrupación María Inmaculada de Castilleja de la Cuesta en cuya carátula trasera aparece como "Oración en el Huerto" a secas, sin el artículo determinado inicial.
Detalles de dos guiones de la marcha con
errores en el nombre del autor.
Fotos: Archivo personal
El segundo gran error (errores en plural en este caso) que se ha difundido es respecto al nombre de su autor. Mencionado por las evidentes cuestiones de espacio frecuentemente como A. Lozano en las carátulas de las diferentes grabaciones, no sabemos si es que hay a quien no les gustase o no les sonase comercial el nombre de Agripino pues esa "A." en ocasiones ha mutado a "Antonio Lozano", por no hablar de otras variantes como el "A. Perea" (sin Lozano) con el que figura en el mencionado disco "Gran Poder" de 1996 o el "Agripino Lozano García" de este arreglo de una Agrupación granadina (hasta donde llegan los arreglos que hasta le arreglan el nombre al autor). Y eso cuando a nuestro pobre Agripino Lozano no le han arrebatado la autoría de la marcha para dársela a Antonio Velasco (autor que, según Antonio Amodeo, no participó de esta adaptación en concreto), como se ve en alguna partitura que circula por internet.
Y, finalmente, el típico error cuando una marcha se populariza en Sevilla: la dedicatoria. Y es que, como sucediera (y sigue sucediendo) con marchas como las de Escámez, que la marcha tenga un título tan genérico dedicado a una escena de la Pasión que está representada en una Hermandad de Sevilla, el pensamiento del cofrade medio ha acabado en ocasiones por deducir que, si la marcha "es" de una banda de Sevilla, estará entonces dedicada a una Hermandad de Sevilla, en este caso, la Hermandad de Monte-sión. De hecho, aunque felizmente la Hermandad acabara corrigiendo el error, pero en su propia web oficial llegó a figurar esta marcha en su apartado "Patrimonio musical".

Un viernes, el 28 de diciembre de 2007, fue cuando el maestro Agripino Lozano fallecía. Este andaluz de adopción que se empapó de nuestras costumbres y de nuestra Semana Santa hasta el punto que dejó varias marchas a las cofradías isleñas y que, sin pretenderlo, una de ellas ha perdurado considerada un clásico casi indispensable de otro género, puede que se fuera sin el reconocimiento de esa historiografía de la música procesional que ha tendido a reconocer a sus figuras según su procedencia o el destino de su obra. Pero tal vez ni lo necesitó: nombrado Hijo Adoptivo de San Fernando en 2002, habiendo recibido numerosos reconocimientos y condecoraciones, y habiendo sido despedido con honores tanto en su ciudad adoptiva como en su pueblo natal, teniendo esculturas y nomenclaturas del callejero en su honor y, por supuesto, quedando su nombre para la posteridad de la Semana Santa no solo en sus marchas sino en el nombre de la Banda que ayudó a fundar y dirigió, Agripino recibió el cariño y reconocimiento de los suyos.
No obstante, sirvan estas humildes líneas para intentar reparar, si se pudiera, esta pequeña muesca en su memoria.