21 de mayo de 2020

Autores infravalorados: Antonio Velasco, ¿un genio olvidado?

Inauguro, alternándola con mi sección habitual de "Bandas infravaloradas" esta nueva sección que quiero dedicar a hablar de autores también infravalorados y/o olvidados por gran parte del público cofrade, autores cuya calidad y/o aportaciones a nuestra música, no gozan de un reconocimiento acorde.

Genio. Palabra que según el diccionario de la RAE, en su cuarta acepción, significa "capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables". Es una palabra que deriva del latín "genius" y que a su vez, en su raíz, encontramos ese gen- que tiene que ver con la creación y el origen.
En la mitología romana, los genios eran deidades menores, guías y protectores de cada individuo, que además eran los que influían en sus respectivas vidas, en la forma de ser, los logros y capacidades.
De ahí que hoy genio sea una palabra que usamos tanto para referirnos a unas características personales (decimos de una persona "qué genio tiene" cuando tiene "pronto") como también para referirnos a personas realmente talentosas, especialmente en la creación artística.

Y cuántas veces habremos oído y/o leído, en música cofrade, usarse indiscriminadamente la palabra "genio" para referirse a compositores de la preferencia de cada uno. Dicen aquello de "Fulanito es un genio" o "Setanito es un genio", cuando a lo mejor, Fulanito la única aportación que ha hecho a la música cofrade sea copiar tal cual músicas más propias de Andy & Lucas o La Húngara, o Setanito ha imitado (cuando no copiado literalmente) las formas y la música del cine de Hollywood.
Muchas veces se usa esa palabra pero pocos compositores son dignos de merecer ese calificativo, número que se reduce mucho más cuando nos adentramos en los géneros de "paso de Cristo".
Y, por su aportación a ambos géneros, tanto Agrupación Musical como Cornetas y Tambores, tal vez sea el autor que nos ocupa, uno de esos pocos elegidos.

Hablo de Antonio Velasco Rodríguez, autor del que comparto la misma opinión que Antonio Amodeo cuando se refiere a él como uno de los tres definidores del género de las Agrupaciones Musicales, junto al Subteniente Martín (Eritaña) y Manuel Rodríguez (Arahal). Pero no solo al mundo de las Agrupaciones se reduce la aportación de este compositor.
Ya de entrada observamos esa especie de olvido hacia su figura, pues su propia trayectoria es desconocida para muchos e incluso él mismo no parece ser una persona dada a ello. Nacido en Sevilla en 1965, Antonio Velasco ya comparte de entrada esa característica común a muchos genios como es cierta precocidad, pues pronto aparece vinculado a la música cofrade y contando con apenas 13 años ya aparece fechada su primera marcha, Jesús Cautivo, la marcha más antigua de los géneros de "pasocristo" dedicada a la Hermandad de Santa Genoveva, siendo marcha de Agrupación y que fuera grabada por la antigua Banda de las Angustias, de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla.
Al parecer, en dicha banda de las Angustias se iniciaría, pasando luego por Jesús Despojado/Virgen de los Reyes, periodo en el que autor y banda se alimentaron recíprocamente pues aquí es donde Antonio Velasco podríamos decir que maduró y comenzaría a revolucionar el género, mientras que la banda a su vez se colocó en la vanguardia de la música procesional y adquirió gran parte del prestigio y fama que hoy le precede gracias a la obra de este autor, tanto en el campo de la adaptación como el de la creación propia. Tras Virgen de los Reyes al parecer estuvo un tiempo en la dirección musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Sol de Sevilla, componiendo por entonces también para este género, y luego, hasta donde creo recordar, también tuvo algo que ver con la dirección de la histórica AM Mixta Plaza de Roma de Montequinto y con alguna banda de Castilleja y, ya a finales de los 90, dirigiendo la extinta Agrupación de la Hermandad de la Paz de Sevilla.
Y así, hasta aquí lo que se sabe "públicamente" de este autor, siendo su última marcha conocida de 2007 y retirado voluntariamente de la primera línea de la música cofrade, aunque no dejándola de lado del todo, pues al parecer trabaja como productor discográfico de la firma Pasarela.

Pero, ¿por qué considerar a Antonio Velasco como un autor infravalorado? Máxime incluso cuando la propia persona es la que ha decidido por sí misma no ser una figura pública y activa en el mundillo, al menos en lo que a composición refiere.
Bien, partamos de lo principal: de la obra completa de Antonio Velasco para bandas cofrades (36 marchas según la base de datos de la web "Marchas de Cristo"), ¿cuántas marchas sería capaz el cofrade medio de citar de este autor? ¿2? ¿3? ¿4 como mucho? Para un gran porcentaje de cofrades, Antonio Velasco se reduce a ser "el que hizo Consuelo gitano", sin duda alguna su obra más destacada y la única más ampliamente difundida, mientras el resto de marchas algunas se debaten entre ser marchas relleno, otras han quedado para ser marchas para bandas principiantes y otras están en el más absoluto olvido cuando no duermen el sueño de los justos en algún cajón, a pesar de ser su producción de gran calidad y, en su momento, bastante revolucionarias.
Así encontramos que de dicha producción solo se están tocando escasas marchas. Composiciones como Cristo de los Favores o Cristo de los Gitanos, marchas que serían grandes clásicos y que no llegan a la decena las bandas que las mantengan en sus repertorios. Virgen de la Luz, una lección de cómo se puede hacer una buena marcha letífica para una Agrupación Musical y que ni en su propia banda de origen (la hoy Agrupación Virgen de los Reyes) tiene la difusión que merecería por su calidad si se compara a grandes hits sobreexplotados en la actualidad por dicha banda. Sagradas Vestiduras que ya no es que no esté valorada por su propio género originario (el de Agrupación Musical) sino que está hasta más usada su adaptación para Cornetas y Tambores y usada para llenar repertorios de bandas juveniles o en sus inicios. En cambio Pilatos a Jesús o Penas de Triana, dos grandísimas marchas para Cornetas y Tambores y buenos exponentes del mejor estilo Presentación, se pierden como marchas relleno en repertorios de sobreagudos, flamenko, "barcos" y tubulares de las bandas que siguen la corriente presentacionera actual. Y, hablando de tubulares, Santa Marta, de las primeras, si no la primera marcha en usar dicho instrumento y marcha adelantadísima a su tiempo pues es de las pocas marchas de sello "serio" casi "fúnebre" en el estilo de CCTT, ahora que está esa moda de las campanitas, en cambio, no se toca nada.

Y si eso pasa con las marchas que medio permanecen, qué decir de las que prácticamente han desaparecido del mapa y ninguna banda, al menos que un servidor conozca, las toque: marchas como Tercera Caída, las marchas de aquel disco de "La Pasión" que grabara la Agrupación de la Paz de Sevilla (y que grabado por otra banda de más nombre sería considerado pieza de culto), etc. Baste señalar dos ejemplos para afear a la música cofrade cómo se trata la obra de este autor:
-El primero, que una Agrupación que siempre ha apostado por la calidad musical como es la Redención de Córdoba tenga el dudoso honor de poderse permitir no haber ni estrenado una marcha del maestro (llamada La Redención de Cristo) privándonos a muchos amantes de esta música de saber cómo es esta pieza desconocida.
-El segundo, que, tras varios años desterradas de esa Hermandad, cuando una Agrupación Musical ha vuelto a acompañar a la imagen del Cautivo de Santa Genoveva, siendo ésta la Pasión de Linares, no solo no se han dignado en recuperar la que es la más antigua marcha de "pasocristo" dedicada a dicha Hermandad, Jesús Cautivo, y que compuso Antonio Velasco, sino que para completar la broma deciden que es mejor adaptar una marcha ajena al género por encima de ésta.

Puedo intuir que al propio Antonio Velasco, una persona humilde y alejada de los egos del mundillo tal y como la describe su amigo y compañero de tantísimos años Antonio Amodeo, tal vez todo esto no le importe. Puede que hasta esta loa a su obra y su persona incluso le resulte excesiva e incluso no le guste. Pero simplemente digamos que lo que se podría buscar escribiendo estas cosas de un autor tan influyente y revolucionador es algo tan simple como poner las cosas en su sitio y que quienes hicieron de la música cofrade algo mejor se les conozca y reconozca como tal, o al menos que, a quienes no lo merezcan, no se les ponga a su altura o hasta por encima.
Antonio Velasco, mucho más que solo Consuelo gitano.

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