20 de julio de 2020

De dónde viene la marcha...: homenaje a Ennio Morricone

Siempre me gusta pensar en los paralelismos entre nuestra música cofrade y la música para el cine, en las muchas cosas que tienen en común.
Ambas especialidades musicales son un complemento a una puesta en escena, complemento importante pues una buena Banda Sonora puede elevar y reforzar lo que se está viendo y en cambio una mala elección puede cambiar drásticamente su sentido (si no, prueben a ver una película de terror sin sonido o directamente poniendo música en tono de humor de fondo). También ambas tienen su origen y primeros referentes en la música programática e incidental del Romanticismo e Impresionismo.
Igualmente, podemos ver que autores cofrades han recurrido a "citas" (por no hablar prácticamente de plagios) de músicas de bandas sonoras para sus propias marchas, mientras que el cine (y la televisión) también han recurrido a marchas de Semana Santa para sus propias producciones, siendo célebre el ejemplo de la marcha La Madrugá de Abel Moreno en la BSO de la película Alatriste.
Incluso tenemos el caso de algún reconocido compositor de cine probando en el campo de la marcha procesional, caso de Roque Baños y su magnífica marcha fúnebre "El Sepulcro", y viceversa, compositores que quizás conoceremos más por sus marchas que también han realizado bandas sonoras, como Francisco Javier Torres Simón.
Por no mencionar que las actuales corrientes de la música cofrade, especialmente para "paso de Cristo" cada vez se ven más influenciada por un tipo de música bastante cercana a la de la gran pantalla en lo que algunos puristas tratan de devaluar llamándolas despectivamente "bandas sonoras" (pobres ignorantes, porque qué si no es una marcha procesional sino la banda sonora de la Pasión, Muerte y Resurrección).
Y por último, en ese paralelismo, a un servidor le gusta pensar que, si los compositores del cine puede que sean los grandes compositores de la música actual y los únicos que quizás se puedan equiparar a los grandes compositores de la Historia de la Música (en la que perfectamente podrían entrar, por sus obras, nombres como John Willians, Howard Shore, Hans Zimmer, Joe Hisaishi, etc.), nuestros mejores compositores de música cofrade prácticamente podrían serlo, si la música cofrade tuviera una consideración más "culta", de la Música española. Y es que nada tiene que envidiar a nivel musical y de creatividad (a veces incluso todo lo contrario) la música de autores como Hurtado, López Gándara, Torres Simón, Moreno Pozo, Barbero, González Ríos, etc. al resto de música que hoy día se hace en este país.

El por qué de esta introducción se debe a que el pasado 6 de julio nos dejaba uno de los grandes compositores, del ámbito cinematográfico pero fácilmente se le podría considerar a la altura de muchos grandes genios en la Historia de la Música, pues sus Bandas Sonoras marcaron una forma de entender la música del cine, crearon escuela y, en algunos casos, supusieron grandes obras de arte que llevaron a los filmes a los que acompañaron a otra categoría, haciéndolos pasar a la posteridad. Como bien sabrán, estamos hablando del italiano Ennio Morricone que nos dejaba a la edad de 91 años (para los genios siempre será temprana edad), un compositor cuya música trascendió los límites de la gran pantalla, siendo su obra reconocible por casi cualquiera, y su música, también, una de las que también cruzó ese puente que une la música del cine con nuestra música cofrade, y no solo por las posibles influencias en nuestros compositores, sino porque música del propio Ennio ha sonado, y sigue sonando, tras algunos de nuestros pasos.

El público cofrade "conoció" a Ennio Morricone allá por 1988. En ese año, la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras de Sevilla grababa en uno de sus célebres discos, el titulado La saeta, el tema Ave María. Y por entonces decir Ave María no implicaba que fuera inmediatamente acompañado de las palabras "de Caccini" porque este Ave María, aunque también era una adaptación (una más de las muchas históricas adaptaciones que completaban ese disco junto a títulos como la propia La saeta, La Oración del Huerto o Nazareno y gitano, todas hoy grandes clásicos de la música cofrade) pero en este caso de la Banda Sonora de la película La misión, película de 1986 dirigida por Roland Joffé, protagonizada por Jeremy Irons y Robert de Niro y encuadrada en las misiones jesuítas en la Sudamérica del siglo XVIII y el conflicto político-religioso entre los misioneros de la Compañía y las monarquías absolutistas europeas.
Considerada una de las mejores Bandas Sonoras de la Historia del Cine, y eso que, como confesaba el propio Ennio en un principio quiso rechazar el proyecto, la música de La misión es una música que complementa y completa a la película pues la música en parte es elemento importante de la trama (pues es usada y representa la aceptación de los indígenas a las prédicas del padre Gabriel, interpretado por Irons) y acompaña tanto los paisajes y encuadres que podemos ver como la propia historia realizando una perfecta mezcla entre la música religiosa europea del momento y los propios sonidos y músicas indígenas.
Este Ave María representa sin duda esa fusión, pues llamado originalmente Ave María Guaraní, en esta pieza coral realizada como para ser interpretada por los indígenas, Ennio Morricone realiza una música para coro siguiendo las formas de la música barroca pero, como dice su título, es guaraní, tiene esa parte de indígena, siendo un fragmento sobrecogedor y no por ello carente de unción, sino todo lo contrario.
La adaptación, como muchas de las mencionadas y de las realizadas por la Agrupación Jesús Despojado, fue idea de los dos "Antonios", Amodeo y Velasco, una adaptación que toma el tema suprimiendo la introducción, siendo destacable el hecho de empezar sin percusión, algo poco frecuente en el género por entonces. En versiones posteriores, como las de Jesús Gómez y Rafael Vázquez grabadas a finales de los 90 por la Agrupación de los Gitanos sí podemos encontrar incluida esa introducción, estando esta versión en una tonalidad de Fa menor, siendo esta tonalidad cambiada a un Do menor en la última versión popularizada, realizada por Antonio Amodeo y que la ya Agrupación Virgen de los Reyes grabó en su mítico disco "Llegó como llega siempre..." de 1998, siendo ésta una versión digamos más cofrade.

Esta marcha, a pesar de la calidad de su música, desgraciadamente fue cayendo en desuso (un servidor la tocó por última vez allá por 2009 o 2010), y la puntilla, como mencionábamos antes, se la vino a dar la aparición de la moda de esa marcha homónima, el archiconocido (No)Caccini, que hace que hoy día, cuando se habla de Ave María en música cofrade ya casi nadie recuerde esta marcha.


Pero no por ello la música de Ennio Morricone dejó de sonar en nuestra Semana Santa. Y, sin salirnos de la misma película, de La misión, su tema principal, que incluye una introducción con la pieza "Falls" y el archiconocido "Gabriel's oboe", también ha sido objeto de diversas adaptaciones en estos últimos años, siendo tal vez la primera en popularizarlo la Agrupación Santa María Magdalena de Arahal (la cual creo recordar que incluso lo ha llegado a hacer sonar en Campana tras el Cristo de la Buena Muerte de la Hiniesta) y habiendo sido grabado en su último disco, titulado "El sueño de unos niños", por la Estrella de Dos Hermanas.

Como curiosidad final para este pequenísimo homenaje a este gran compositor, si por algo ha sido reconocido Ennio Morricone es por ser, si no el "padre", uno de los máximos creadores de la música para el cine del Oeste, formando esa dupla junto al director Sergio Leone, siendo esta música la perfecta ambientación para el género. Y es que, ¿quién no ha silbado alguna vez el tema principal de "El bueno, el feo y el malo" o el de "Por un puñado de dólares?
Pues bien ya escribía al principio que había autores que insertaban "guiños" de músicas del cine en sus marchas procesionales, siendo el caso de esta última película en la marcha "Soberano de la Salud" obra de los compositores Manuel Jesús Guerrero Marín y José María Sánchez Martín para la Agrupación Musical del Despojado de Jaén y cuyo principio se "inspira" claramente en el famoso tema de trompeta de dicho film. En su día uno de los autores mencionó que este fragmento lo habían utilizado como homenaje a Ennio Morricone y, al ser consultado sobre el por qué elegir un tema de un western como este lo justificaba diciendo que "a Cristo también lo vendieron por un puñado de dólares".
Sin duda pirueta con doble tirabuzón comparar a Nuestro Señor con el forastero "sin nombre" interpretado por el tipo duro del cine, Clint Eastwood como justificación de la introducción de solos espectaculares de trompeta... En fin, para gusto los colores que dirían algunos, que criticar es de "hater".

Sin más dejo aquí esta breve mención a la obra "cofrade" del gran Ennio Morricone, un genio de la música que nos ha dejado, pero no así sus obras que perdurarán en la memoria colectiva, cofrade y no cofrade. Como decía en mis propias redes, el Oeste sonará menos a Oeste y el cine tendrá un poquito menos de "Paradiso" (otra espectacular Banda Sonora... y también conocida por algunos cofrades, -guiño, guiño-).
Q.E.P.D. Ennio Morricone (Roma, 1928-2020).

6 de junio de 2020

Propaganda y música cofrade: el tratamiento a los últimos cambios musicales en la Semana Santa de Sevilla

Con el mundo cofrade todavía convaleciente de esta No-Semana Santa 2020 de la que aún colean sus consecuencias, el pasado día 2 de junio la sevillana Hermandad del Carmen soltaba la bomba informativa, que no sorpresa, del cambio de banda para su paso de misterio, siendo la elegida la Agrupación Musical de la Pasión de Linares en detrimento de la local Virgen de los Reyes.

No por esperada, pues tras el recital de los linarenses el Lunes Santo de 2019 acompañando al Cautivo de Santa Genoveva muchas Hermandades quedaron sorprendidas y alguna que otra empezó a ponerle ojitos a esta "nueva" (para ellos) banda y sabiéndose que la del Carmen era una de las que quedó prendada surgiendo insistentes rumores que ya planteaban este cambio un año antes de cuando en verdad se ha acabado produciendo, la noticia no ha dejado de levantar polvareda por ello, máxime cuando el "fandom" de la banda saliente no es precisamente conocido por ser excesivamente tolerante y moderado. Y no solo dicho fandom y entorno, sino que, aplicando el dicho muchos han empezado a remojar sus barbas y sintiéndose ¿amenazados? están saliendo a defender a lo que llaman como lo suyo (aunque eso implique, cosas de la vida, defender a aquellos con los que otras veces te has podido estar tirando los trastos a la cabeza y/o que incluso hayan querido o quieran ocupar su lugar en otras Hermandades).

Tuits, foros, escritos en Facebook, comentarios en vídeos de Youtube, a los que seguramente puedan seguir en el futuro podcast, entrevistas e intervenciones en TV y radio, braman contra algo que, de ser otros los protagonistas, sería intrascendente como es un cambio de banda, y lo hacen siguiendo unos mismos esquemas, unos patrones, un guión en el que se repiten unas mismas premisas y frases... Es prácticamente una propaganda.

De hecho, pensemos, ¿podríamos aplicar a lo que está sucediendo los 11 principios básicos de uno de los más conocidos propagandistas de la historia? Veamos:

1. Principio de simplificación y del enemigo único: "Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo".
Creo que a este punto le sobran explicaciones. La supuesta amenaza de a las bandas sevillanas que repiten todos esos mencionados personajes, son las bandas foráneas y sus seguidores, personificándose ese adversario en una en concreto: la Pasión de Linares.

2. Principio del método de contagio: "Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada".
Muy similar al anterior. En este caso da igual que la banda que coja un contrato sea la Sentencia de Jerez, Rosario de Cádiz, Pasión de Linares, Paso y Esperanza de Málaga, el Nazareno de Huelva y no importan las motivaciones que la Hermandad de turno haya tenido para hacer libre y legítimamente dicho cambio, porque al final la suma individualizada de todos es "bandas foráneas" que además se reducen al calificativo "modas", sin importar que, entre las bandas que a muchos les gustaría que entren en la Semana Santa de Sevilla, figuran nombres como Arahal o la Estrella de Dos Hermanas.

3. Principio de la transposición: "Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".
Puede que sea un principio bastante "infantilista" que se podría resumir en aquella frase que todos hemos dicho o escuchado de niños de "rebota, rebota...", pero quizás por ello sea de los más efectivos. Culpar al otro de lo que uno mismo hace es de lo más simple cuando faltan argumentos. En este caso se repiten las acusaciones de que "las bandas de fuera vienen cobrando poco" (cuando es vox populi que en Sevilla la banda de Cristo que más cobra, la cifra que se comenta no llega ni al millón de las antiguas pesetas) o incluso "no cobran porque lo que cobran luego lo devolverán por detrás a modo de donaciones" (práctica que también sobra decir que se le ha visto a más de una banda de allí) o las acusaciones de que "las bandas de fuera no sienten a las Hermandades de aquí, tocan sin devoción" y que "le están quitando su lugar a las bandas de aquí" (argumentos estúpidos e hipócritas donde los haya que se les desmontan cuando uno ve que sus mismas bandas van a tocar a cualquier otro lugar -a veces hasta con desprecio traducido en acudir con un significativo número de bajas y/o tocar poco y a desgana- y también le pueden estar quitando el sitio a bandas locales), por no mencionar cuando acusan abiertamente a todo el que dé una opinión favorable de una de estas bandas de "fanáticos" y señalar que estas bandas tienen graves problemas de hooliganismo (olvidando que en casa los hay y peores). Chirinbanda y otros tuiteros y sus insistentes tuits sobre los aplausos y los cangrejeros que tiene Rosario de Cádiz (olvidando cosas como que Tres Caídas, es más seguida en una procesión en la que abre cortejo que la propia titular que procesiona, que a muchos pasos se ha abucheado por tocar clásico o pasar a tambor o que a un presentador de un certamen se le llegó a llamar "hijo de puta" o acordarse de sus muertos solo porque no permitió bises a Presentación, por citar varios ejemplos).

4. Principio de la exageración y desfiguración: "Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave".
Como dije antes, algo que puede entrar perfectamente en la normalidad, el que un grupo humano, de una Hermandad, que quiere lo mejor y que libre y legítimamente está optando por cambiar su acompañamiento musical por los motivos que sea; la propaganda lo convierte en una grave amenaza para las bandas sevillanas. Dicen que la moda de las bandas foráneas acabarán con las bandas sevillanas y/o con lo diferente que tenía la Semana Santa de Sevilla (curioso cuando la globalidad cofrade hace ya que se vean pasos haciendo cambios cual Tres Caídas en lugares como Oviedo o Ciudad Real y métodos tradicionales y autóctonos de carga se estén viendo sustituidos por el costal), que muchas ya han desaparecido y desaparecerán por ello, que el músico local así no tendrá motivación para tocar, etc. Todo ello cuando, de cerca del centenar de pasos con acompañamiento musical que pueda haber en la Semana Santa de Sevilla, ni un 10% lleva bandas foráneas y habiendo bandas que incluso no tienen ni que salir de la ciudad en toda la Semana, y cuando hay bandas que dicen sentirse amenazadas que perfectamente duplican el número de componentes de cualquier banda media. Añadiendo además, que, por supuesto, sería ridículo argumentar problemas económicos cuando hay bandas que económicamente ingresan más de conciertos y de lo que rascan de los pueblos que de la propia Semana Santa.

5. Principio de la vulgarización: "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
¿Hay algo más simple y que requiera menos esfuerzo para convencer a la gente que la de apelar a sus sentimientos antes que a la razón? Pues igual en este caso: las bandas tiran del localismo, de un "patriotismo local" exagerado y de una falsa nostalgia, apelando a que esas bandas foráneas son "invasoras" y que van a acabar con la "pureza" de la Semana Santa local (del hecho que un elevado porcentaje de artistas y compositores que han realizado de las más importantes aportaciones y más han influido a dicha Semana Santa sean foráneos no dicen nada) y que no suenan a lo de siempre (las marchas flamenkas o sentimentaloides baratas que parecen de Pablo Alborán, en cambio, se parecen mucho a Amarguras, Cristo del Amor o Alma de Dios). Van a acabar con "lo nuestro", repiten. 
En cuanto a lo de la vulgaridad, frente a argumentos claramente objetivos musicalmente (afinación, repertorio, calidad compositiva,...) estos personajes anteponen el argumento de que es una música que "no pega", que no es "costalera", que el público "no va a entender"... Es decir, hay que mantener al público "adormecido" en una música facilona antes que enseñarlo a escuchar. A esa calidad musical objetiva prefieren anteponer lo que ellos llaman popular y "de aquí y de siempre", de ahí el uso de los lemas de muchas bandas: "la música del pueblo", "sonando a Sevilla", "por Sevilla siempre", "al estilo de Sevilla",...

6. Principio de orquestación: "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".
Orquestar, que viene de orquesta, término precisamente musical. Y es que, como en una orquesta, para que una propaganda funcione debe poner de acuerdo a un grupo de individuos que, por separado son diferentes, tienen diferentes pensamientos, son cada uno "de su padre y de su madre", pero les une un fin común: tocar una pieza sin salirse de la partitura porque entonces sonaría mal. Todos los individuos envueltos en esta polémica repiten, como hemos dicho, los mismos argumentos, aun sin demostrarlos o siendo directamente falsos.

7. Principio de renovación: "Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones".
Punto que va unido al anterior: los argumentos orquestados deben ir todos por igual y ser capaces de ser respondidos o sustituidos cuando se desmienten. En este caso lo hemos visto muchas veces:
-Cuando Rosario de Cádiz cogió la Sed la mayoría de comentarios se centraban en mencionar que la banda era una copia de Presentación. Demostrado que la banda tiene su estilo propio, se intentó cuestionar su calidad, y demostrada ésta, al coger las Aguas hablaban de que la banda no pegaba en ese misterio y pasado el primer Lunes Santo decidieron lanzarse a criticar el tipo de marchas de la banda con especial énfasis en Eternidad y El Milagro (aun habiendo bandas en Sevilla con marchas similares).
-Con Pasión en Santa Genoveva, antes de estrenarse allí, surgieron las voces que también cuestionaban su calidad, desmentidas rápidamente. Luego decían que su estilo de marchas no gustarían en Sevilla, que no pegaban para los pasos y no eran costaleras. Cuando el Cautivo se recogió, vista la aceptación, se pasó al comodín de la sevillanía (la vieja confiable) y ahora, con la confirmación en el Carmen, surgen voces que mencionan que sus marchas no valen para misterios que hacen cambios (no han visto al Señor de las Penas de Córdoba en su vida, Hulio).
Y eso por no decir cuando tiran del manido: "la música no es una cosa objetiva, es cuestión de gustos" con el que rápidamente zanjan cualquier discusión cuando van perdiendo.
La cuestión es siempre poner alguna pega y salir siempre ganando.

8. Principio de la verosimilitud: "Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias".
Aquí entrarían en juego cosas como los rumores, lanzados intencionadamente intentando hacer ver la amenaza que suponen las bandas foráneas, las entrevistas a músicos y directores que veladamente acusan de sus problemas a que se esté contratando a bandas de fuera (recordamos que no suponen ni un 10% del total), la colaboración de "periodistas" dando sus opiniones claramente sesgadas a través de sus medios,... formas todas ellas de crear fragmentariamente esa realidad distorsionada para que acabe calando en el imaginario colectivo del cofrade medio y se posicione a favor de su causa.
Recordemos como grandísimo ejemplo, el comunicado de disolución de cierta Agrupación, una Agrupación que funcionaba perfectamente y no mal precisamente, y podría haber seguido haciéndolo, pero claro, si a uno le ofrecen dirigir la banda de sus sueños, claramente va a mandar al carajo todo lo demás, no sin aprovechar la oportunidad de culpar de esa desaparición a alguien que, ni directa ni indirectamente, tiene culpa de ello. Al fin y al cabo, formas de guiar la opinión de la masa.

9. Principio de la silenciación: "Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines".
Como mencionaba en el punto 7, en cuanto alguien desmonta sus argumentos, estos personajes tiran de dos comodines a los que se agarran como clavo ardiendo y con los que zanjan cualquier discusión: la sevillanía y la subjetividad de la música.
En cuanto a disimular las noticias que favorecen al adversario, ya mencionaba que, a quien se atreve a alabar a una banda foránea pronto lo tachan de ser un hooligan o de pertenecer a dicha banda, entre otras. El uso de cuentas fake en Twitter es primordial en este principio.

10. Principio de la transfusión: "Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas".
Sin lugar a dudas, el famoso chauvinismo que suelen presentar la práctica totalidad de estos personajes es ese sustrato preexistente en el que opera esta propaganda. Para ellos Sevilla es lo mejor, tiene la mejor Semana Santa, las mejores marchas, las mejores bandas, las mejores imágenes y muestras artísticas,...(casi siempre olvidándose que autores como Escámez, el subteniente Martín, Gámez Laserna, Pedro Morales y un largo etc. no nacieron precisamente en Triana), y si hay algo malo (carreritas, bullas, cangrejeros, fanáticos grabando bandas,...) se achaca siempre a los "forasteros".
Subyacen aquí también los típicos prejuicios y complejos de esa supuesta "rivalidad" entre provincias andaluzas contra la capital, y se sacan a colación ejemplos aislados y sacados de contexto para difundir ese argumento y crear odio. Cualquier crítica (constructiva o no) a una banda sevillana se achaca a la envidia o a una manía por la ciudad (aun cuando muchas de esas críticas proceden de gente de la misma ciudad). Por ejemplo cuando Rosario de Cádiz fue elegida para acompañar al Cristo de la Sed se empezó a comparar la Semana Santa con el Carnaval gaditano y con el hecho de que en Sevilla había entrado una banda gaditana pero en el Falla nunca ganaba una agrupación sevillana, comparaciones que han ido resurgiendo con el resultado en el concurso de dos chirigotas consideradas pelotazo por el público (No te vayas todavía y Daddy Cadi) que, según esta mitología, no ganaron "por ser de Sevilla". Igual con Paso y Esperanza de Málaga, sacándose en este caso rencillas futbolísticas. En ambos casos, una clara frivolización de la Semana Santa al compararse con asuntos profanos como el Carnaval o el fútbol.

11. Principio de la unanimidad: "Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad".
Uno de los principios más efectivos en toda propaganda, por cuanto nuestra sociedad, a pesar de ser tan egoísta e individualista, siempre busca de la aprobación de los demás y de sentirse aceptado por el grupo, creer las cosas porque las dicen los demás, no porque sean así. Buscando dar esa sensación de que todo el mundo piensa lo mismo, se intenta generar una reacción contraria hacia ese enemigo, ese "invasor" foráneo. En este sentido leemos el uso de argumentos tipo: "las marchas de tal banda foránea no gustan a la gente" (¿a qué gente? ¿Se ha preguntado?), "las marchas de nuestra banda son buenas porque las piden" (lo típico de justificar que algo es bueno porque le gusta a muchos, aunque el programa más visto de la tele sea un programa basura del corazón o un reality mierder, los ídolos de nuestros jóvenes sean youtubers e influencers en lugar de médicos o bomberos y la música que más se escucha sea el reggaeton y no música "clásica"), o el de "la Hermandad tal ya no sonará a Sevilla", etc. Este último resulta muy interesante de analizar pues se está personificando a toda una ciudad en un solo colectivo con el que no todos los habitantes de la misma tiene por qué sentirse identificados, pero así se pretende dar la apariencia de que ese "invasor" foráneo está atacando a toda la ciudad.

Habiendo visto estas relaciones, díganme, desmientan, que, cada vez que se produce una noticia de este tipo lo que se activa no es sino un completo aparato propagandístico. 
Y, lo queramos o no, para bien o para mal, la propaganda, desgraciadamente, es un medio legítimo de intentar influir en la opinión pública. Afortunadamente, no todas las Hermandades se dejan influir o están gobernadas por gente que se deje influir fácilmente y cada vez más gente con criterio forma parte de ellas o se acude a ellas en busca de consejo.
Y es que, al final, la única propaganda verdaderamente efectiva, por cuanto es imposible ser desmontada, es el simple reflejo del trabajo realizado. Y mientras siga habiendo quienes no quieran hacer autocrítica, adormecidos en laureles pasados,que se preparen para ser adelantados por quienes siempre buscan superarse más a través del esfuerzo.

4 de junio de 2020

De dónde viene la marcha...: Saber que vendrás

Todas las artes, incluida la música, son hijas de su tiempo. El contexto, las ideas, la política, las creencias, la educación, los miedos y esperanzas de cada época han influido e influyen a los creadores en sus distintas formas de expresión. Y hoy nos iremos a los años 60 y antes de hablar de la marcha que nos ocupa, tendremos que ver qué la hizo nacer.

En este periodo de nuestra historia más reciente, la humanidad seguía con la cicatriz aún fresca de los horrores de la II Guerra Mundial, la visión de una humanidad cruel capaz de todo. Eran los años también de la Guerra Fría, del miedo a una posible III Guerra Mundial que fuera nuclear y acabara destruyendo todo. Los años del racismo en Estados Unidos, del fin del colonialismo en África... Un Mundo, en definitiva, que tomaba conciencia de una necesidad de mejorar si no quería ir camino a casi su autodestrucción, y en el que comenzaron a surgir distintos movimientos que intentaban, a su forma (no entraremos a juzgar si mejor o peor), mejorarlo: movimientos por los derechos civiles en EEUU, movimientos feministas, movimientos estudiantiles y obreros, pacifistas, ecologistas,...
La misma Iglesia Católica, muy cuestionada por diversas cuestiones, principalmente por la imagen arcaica que seguía ofreciendo, tenía también necesidad de esos cambios. Así lo vería el Santo Padre Juan XXIII, "il Papa buono" hoy canonizado, cuando convocó en 1959 un concilio con el fin de "actualizar" la Iglesia.
No entraremos mucho en detalles sobre este Concilio Vaticano II, de sobra conocido por cualquier católico, pero sus cambios llegaron a prácticamente todos los ámbitos, no escapando a ellos el arte, y con ello, la música. Uno de los principales cambios que experimentó la música tuvo que ver con su uso en los ritos. El Novus Ordo Missae, la "Nueva Misa" cambiaba sustancialmente en cuanto a la participación de la asamblea, siendo semejante a ritos protestantes (de ahí una de las principales críticas de los "sedevacantistas" y las facciones más conservadoras de la Iglesia). Y si algo tienen las celebraciones protestantes es la importancia de la música, de una música más sencilla de seguir por la asamblea.
Hasta entonces, la música para la Iglesia Católica debía preservar ciertas características, siendo el canto gregoriano el considerado mejor tipo de música. Estos preceptos los encontramos en la encíclica "Musicae Sacrae" promulgada por Pío XII pocos años antes del Concilio, en 1955, siendo llamativo su punto 13 en el que se decía:
"La música debe ser santa. Que nada admita —ni permita ni insinúe en las melodías con que es presentada— que sepa a profano. Santidad, a la que se ajusta, sobre todo, el canto gregoriano que, a lo largo de tantos siglos, se usa en la Iglesia, que con razón lo considera como patrimonio suyo. (...) Y si, para las fiestas recientemente introducidas se hubieren de componer nuevos cantos, se encarguen de ello compositores bien acreditados que con fidelidad observen las leyes propias del verdadero canto gregoriano, de modo que las nuevas composiciones, por su fuerza y su pureza, sean dignas de juntarse con las antiguas".
Interesante, por cierto, si se aplicara a la música cofrade. Pero no estamos en eso y quedémonos con lo resaltado: la música sacra no debía parecerse a la profana.
El Concilio Vaticano II cambió en gran parte eso, y la música sacra, la música para esta nueva liturgia, se hizo "accesible" al pueblo. No valoraremos si las consecuencias fueron buenas o no para la música sacra (para quien les escribe, desde luego no), pero sí diremos que eso permitió abrir la música a nuevas melodías, nuevos ritmos, nuevos instrumentos (las guitarras que cualquiera identificaría en un coro en cualquier misa), a una permisividad a incluso incluir estilos "profanos" en esos cultos y, por qué no, hasta fijarse, cuando no imitar, la música de moda del momento.

Prácticamente paralelo a este Concilio en la Iglesia, dentro de esa cantidad de movimientos que buscaban cambiar el mundo, surgía un nuevo movimiento, uno que abogaba por la paz, la libertad y el amor: el movimiento hippie No es cuestión nuestra abordar si tanto este movimiento como el cambio que se estaba dando la Iglesia Católica tuvieron cierta relación, si se influyeron recíprocamente o no, pero desde luego, la música católica, la nueva música católica, sí se dejó influir por la música característica de este movimiento: el rock y todas sus vertientes.
Y de aquí proviene la música que hoy nos ocupa, una música que poco tiene de originaria cristiana.

Carátula del disco "The Freewheelin'
Bob Dylan" en el que se incluyó
la canción.
En abril de 1962, un joven de nombre Robert Allen Zimmerman, o mejor conocido por su nombre artístico, Bob Dylan, según narra la historia componía en diez minutos en un bar neoyorkino una canción considerada de las primeras canciones protesta. Esa canción sería Blowin' in the Wind y, se cuenta que tras ser cantada en aquel bar causó una gran impresión en el público asistente, siendo poco después editada en varias revistas musicales y grabada por primera vez en el disco "The Freewheelin' Bob Dylan" de 1963. La letra de Dylan (recordemos, primer y único cantautor que ha recibido el premio Nobel de Literatura por sus letras) recoge esa supuesta protesta en una serie de preguntas retóricas sobre temas del momento (la paz, la guerra, la libertad,...) recibiendo diversas interpretaciones que van desde que Dylan quiso expresar que las respuestas eran obvias como que quiso expresar lo contrario, que eran algo intangible o inalcanzable, y al parecer se inspiró en un pasaje del libro titulado "Bound for Glory" del también cantautor Woody Guthrie.
¿Y la música? ¿Era obra de Dylan? ¿O también buscó otras fuentes de inspiración? La respuesta es lo segundo, y no hablaremos aquí de la, en su momento, desmentida acusación de plagio de un estudiante llamado Lorre Wyatt. Y es que Bob Dylan nunca ocultó que la melodía principal de este tema se inspira claramente en una canción de la tradición del Gospel o "negro spiritual" titulada "No more auction block" (algo así como "no más subastas") canción que, al parecer, tiene su origen en antiguos esclavos negros que huyeron a Canadá tras la abolición de la esclavitud en Gran Bretaña en 1833 (puesto que en EEUU no sería abolida hasta años más tarde).

Portada del libro "Adviento y
Liberación" que incluyó por primera
vez editado el canto.
Sea como fuere, esta histórica canción se convirtió en uno de los himnos del movimiento hippie (sirva de anécdota de ello que como tal fue usada por Juan Carlos Aragón para una de las cuartetas del popurrí de su famosa chirigota "Los Yesterday") y su fama traspasaría fronteras... en todos los sentidos. De este modo llegaría, suponemos que no sin algún que otro problema debido al régimen dictatorial existente, a nuestro país y en el mencionado contexto de la nueva sensibilidad de la Iglesia Católica tras el Vaticano II esta música tan popular se utilizó (como muchas otras) para hacer una versión en castellano como canto litúrgico, el titulado Saber que vendrás,canto que se edita por primera vez en 1970 recogido en el libro "Adviento y liberación" del compositor Juan Antonio Espinosa Bote (al que los cofrades quizás conocerán más por su canto Santa María de la Esperanza). Pero, ¿quién realizó la versión castellana de este canto? Consultando al propio Juan Antonio Espinosa (a quien agradezco su colaboración) no fue él mismo ni tampoco el cantautor Ricardo Cantalapiedra (a quien se le suele atribuir), sino que fue Jesús García Torralba el encargado de la misma.
Si bien, resultaría curioso reseñar que la idea de usar esta canción para celebraciones religiosas cristianas no es una idea español. Al parecer, al poco de su publicación Blowin' in the wind ya era usada en las llamadas "Folk-mass" católicas estadounidenses, por no dejar de recordar que la melodía que inspiró a Dylan era música Gospel.

El canto católico ganó popularidad y se asentó en el cancionero (¿quién no ha cantado este Saber que vendrás en catequesis, en su Primera Comunión o participando en la procesión del Corpus Christi?) y de ahí siguió el camino de otros muchos cantos litúrgicos populares: acabaría siendo adaptado a marcha procesional para Agrupación Musical. Pero en este caso, a diferencia de tantos otros cantos, no tiene su origen ni en Arahal, ni en Eritaña, ni en la Estrella de Dos Hermanas (entre otras bandas que popularizaron adaptaciones similares), ni tampoco es una adaptación "ochentera". Fue la, por entonces joven, Agrupación Musical Nuestra Señora de la Encarnación, de la Hermandad de San Benito, la que haría la primera adaptación de manos de Antonio José López Escalante, siendo la primera grabación del primer disco de dicha banda titulado "Presentación y Sangre" de 1994.
Y aquí de nuevo viene el tópico tan repetido en la música cofrade. Tanto en esta primera grabación como en muchas otras posteriores, la marcha aparece con el título escrito erróneamente: el original "Saber que vendrás", ese "[Tú] vendrás" en segunda persona dirigiéndose a Cristo, mutó en un imperativo "Sabed que vendrá". Nada del otro mundo: el típico error gramatical de no distinguir el imperativo del infinitivo, tan común en lengua coloquial pero que tan mal queda en casos como éste, sobre todo si pretendemos que se tome a nuestra música como algo serio.

Y hasta aquí llega la historia cofradieramente hablando de esta composición. Una historia que, como me gusta decir, refleja la riqueza de la Música y su capacidad de crear lazos como expresión universal, en este caso siendo capaz de enlazar desde el siglo XIX al presente, de los cantos de libertad de los esclavos afroamericanos a nuestra Semana Santa, pasando por la música folk americana, el movimiento hippie, el Concilio Vaticano II, la música católica en español y hasta el Carnaval de Cádiz. Y es que, ¿cómo la música nos puede hacer tan iguales siendo tan diferentes? A lo mejor, como dice la letra de Dylan, la respuesta estará soplando en el viento. O simplemente es que quizás sea la Música lo que nos hace verdaderamente humanos.

21 de mayo de 2020

Autores infravalorados: Antonio Velasco, ¿un genio olvidado?

Inauguro, alternándola con mi sección habitual de "Bandas infravaloradas" esta nueva sección que quiero dedicar a hablar de autores también infravalorados y/o olvidados por gran parte del público cofrade, autores cuya calidad y/o aportaciones a nuestra música, no gozan de un reconocimiento acorde.

Genio. Palabra que según el diccionario de la RAE, en su cuarta acepción, significa "capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables". Es una palabra que deriva del latín "genius" y que a su vez, en su raíz, encontramos ese gen- que tiene que ver con la creación y el origen.
En la mitología romana, los genios eran deidades menores, guías y protectores de cada individuo, que además eran los que influían en sus respectivas vidas, en la forma de ser, los logros y capacidades.
De ahí que hoy genio sea una palabra que usamos tanto para referirnos a unas características personales (decimos de una persona "qué genio tiene" cuando tiene "pronto") como también para referirnos a personas realmente talentosas, especialmente en la creación artística.

Y cuántas veces habremos oído y/o leído, en música cofrade, usarse indiscriminadamente la palabra "genio" para referirse a compositores de la preferencia de cada uno. Dicen aquello de "Fulanito es un genio" o "Setanito es un genio", cuando a lo mejor, Fulanito la única aportación que ha hecho a la música cofrade sea copiar tal cual músicas más propias de Andy & Lucas o La Húngara, o Setanito ha imitado (cuando no copiado literalmente) las formas y la música del cine de Hollywood.
Muchas veces se usa esa palabra pero pocos compositores son dignos de merecer ese calificativo, número que se reduce mucho más cuando nos adentramos en los géneros de "paso de Cristo".
Y, por su aportación a ambos géneros, tanto Agrupación Musical como Cornetas y Tambores, tal vez sea el autor que nos ocupa, uno de esos pocos elegidos.

Hablo de Antonio Velasco Rodríguez, autor del que comparto la misma opinión que Antonio Amodeo cuando se refiere a él como uno de los tres definidores del género de las Agrupaciones Musicales, junto al Subteniente Martín (Eritaña) y Manuel Rodríguez (Arahal). Pero no solo al mundo de las Agrupaciones se reduce la aportación de este compositor.
Ya de entrada observamos esa especie de olvido hacia su figura, pues su propia trayectoria es desconocida para muchos e incluso él mismo no parece ser una persona dada a ello. Nacido en Sevilla en 1965, Antonio Velasco ya comparte de entrada esa característica común a muchos genios como es cierta precocidad, pues pronto aparece vinculado a la música cofrade y contando con apenas 13 años ya aparece fechada su primera marcha, Jesús Cautivo, la marcha más antigua de los géneros de "pasocristo" dedicada a la Hermandad de Santa Genoveva, siendo marcha de Agrupación y que fuera grabada por la antigua Banda de las Angustias, de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla.
Al parecer, en dicha banda de las Angustias se iniciaría, pasando luego por Jesús Despojado/Virgen de los Reyes, periodo en el que autor y banda se alimentaron recíprocamente pues aquí es donde Antonio Velasco podríamos decir que maduró y comenzaría a revolucionar el género, mientras que la banda a su vez se colocó en la vanguardia de la música procesional y adquirió gran parte del prestigio y fama que hoy le precede gracias a la obra de este autor, tanto en el campo de la adaptación como el de la creación propia. Tras Virgen de los Reyes al parecer estuvo un tiempo en la dirección musical de la Banda de Cornetas y Tambores del Sol de Sevilla, componiendo por entonces también para este género, y luego, hasta donde creo recordar, también tuvo algo que ver con la dirección de la histórica AM Mixta Plaza de Roma de Montequinto y con alguna banda de Castilleja y, ya a finales de los 90, dirigiendo la extinta Agrupación de la Hermandad de la Paz de Sevilla.
Y así, hasta aquí lo que se sabe "públicamente" de este autor, siendo su última marcha conocida de 2007 y retirado voluntariamente de la primera línea de la música cofrade, aunque no dejándola de lado del todo, pues al parecer trabaja como productor discográfico de la firma Pasarela.

Pero, ¿por qué considerar a Antonio Velasco como un autor infravalorado? Máxime incluso cuando la propia persona es la que ha decidido por sí misma no ser una figura pública y activa en el mundillo, al menos en lo que a composición refiere.
Bien, partamos de lo principal: de la obra completa de Antonio Velasco para bandas cofrades (36 marchas según la base de datos de la web "Marchas de Cristo"), ¿cuántas marchas sería capaz el cofrade medio de citar de este autor? ¿2? ¿3? ¿4 como mucho? Para un gran porcentaje de cofrades, Antonio Velasco se reduce a ser "el que hizo Consuelo gitano", sin duda alguna su obra más destacada y la única más ampliamente difundida, mientras el resto de marchas algunas se debaten entre ser marchas relleno, otras han quedado para ser marchas para bandas principiantes y otras están en el más absoluto olvido cuando no duermen el sueño de los justos en algún cajón, a pesar de ser su producción de gran calidad y, en su momento, bastante revolucionarias.
Así encontramos que de dicha producción solo se están tocando escasas marchas. Composiciones como Cristo de los Favores o Cristo de los Gitanos, marchas que serían grandes clásicos y que no llegan a la decena las bandas que las mantengan en sus repertorios. Virgen de la Luz, una lección de cómo se puede hacer una buena marcha letífica para una Agrupación Musical y que ni en su propia banda de origen (la hoy Agrupación Virgen de los Reyes) tiene la difusión que merecería por su calidad si se compara a grandes hits sobreexplotados en la actualidad por dicha banda. Sagradas Vestiduras que ya no es que no esté valorada por su propio género originario (el de Agrupación Musical) sino que está hasta más usada su adaptación para Cornetas y Tambores y usada para llenar repertorios de bandas juveniles o en sus inicios. En cambio Pilatos a Jesús o Penas de Triana, dos grandísimas marchas para Cornetas y Tambores y buenos exponentes del mejor estilo Presentación, se pierden como marchas relleno en repertorios de sobreagudos, flamenko, "barcos" y tubulares de las bandas que siguen la corriente presentacionera actual. Y, hablando de tubulares, Santa Marta, de las primeras, si no la primera marcha en usar dicho instrumento y marcha adelantadísima a su tiempo pues es de las pocas marchas de sello "serio" casi "fúnebre" en el estilo de CCTT, ahora que está esa moda de las campanitas, en cambio, no se toca nada.

Y si eso pasa con las marchas que medio permanecen, qué decir de las que prácticamente han desaparecido del mapa y ninguna banda, al menos que un servidor conozca, las toque: marchas como Tercera Caída, las marchas de aquel disco de "La Pasión" que grabara la Agrupación de la Paz de Sevilla (y que grabado por otra banda de más nombre sería considerado pieza de culto), etc. Baste señalar dos ejemplos para afear a la música cofrade cómo se trata la obra de este autor:
-El primero, que una Agrupación que siempre ha apostado por la calidad musical como es la Redención de Córdoba tenga el dudoso honor de poderse permitir no haber ni estrenado una marcha del maestro (llamada La Redención de Cristo) privándonos a muchos amantes de esta música de saber cómo es esta pieza desconocida.
-El segundo, que, tras varios años desterradas de esa Hermandad, cuando una Agrupación Musical ha vuelto a acompañar a la imagen del Cautivo de Santa Genoveva, siendo ésta la Pasión de Linares, no solo no se han dignado en recuperar la que es la más antigua marcha de "pasocristo" dedicada a dicha Hermandad, Jesús Cautivo, y que compuso Antonio Velasco, sino que para completar la broma deciden que es mejor adaptar una marcha ajena al género por encima de ésta.

Puedo intuir que al propio Antonio Velasco, una persona humilde y alejada de los egos del mundillo tal y como la describe su amigo y compañero de tantísimos años Antonio Amodeo, tal vez todo esto no le importe. Puede que hasta esta loa a su obra y su persona incluso le resulte excesiva e incluso no le guste. Pero simplemente digamos que lo que se podría buscar escribiendo estas cosas de un autor tan influyente y revolucionador es algo tan simple como poner las cosas en su sitio y que quienes hicieron de la música cofrade algo mejor se les conozca y reconozca como tal, o al menos que, a quienes no lo merezcan, no se les ponga a su altura o hasta por encima.
Antonio Velasco, mucho más que solo Consuelo gitano.

12 de mayo de 2020

De dónde viene la marcha...: La Oración del Huerto

Siguiendo de alguna forma la costumbre de enlazar artículos, mencionaba en el escrito de Jone -y se pudo ver también que está sucediendo con el Ave María- como la historiografía tradicional de la música cofrade, escrita desde un prisma claramente sevillano, había venido difundiendo, e incluso seguía haciéndolo, gran cantidad de datos erróneos que, hoy día, muchos cofrades siguen tomando como ciertos y siguen creyendo incluso cuando alguien trata de contar la verdad. Autorías de marchas, nombres de compositores, dedicatorias, fechas,... cualquier cosa ha sido susceptible de ignorarse, modificarse o magnificarse, inconscientemente unas veces pero conscientemente otras, según interesara o no, de modo que incluso Hermandades presumen en sus redes y portales de marchas que ni de lejos están dedicadas a ellas y algunos llamados "periodistas" siguen repitiendo esos errores en sus programas, artículos y retransmisiones como si vinieran escritos en el Evangelio (y cuídate de corregirlos que si no...), por no decir de libros y escritos todavía considerados obras de referencia para el estudio de la música procesional que siguen perpetuándolos cada vez que alguien intenta buscar información seria sobre el estudio de nuestra música.

Que la música procesional en general necesita todavía de un gran estudio que afronte su historia con plena objetividad y seriedad y la aleje de orígenes mitificados y de esa narración pseudo-poética tan pretenciosa y a veces hasta pedante, es una realidad. Y que son los géneros de bandas para "pasos de Cristo" los que más atrasados están en ese aspecto, más aún.

La marcha de hoy, junto con el resto de co-protagonistas (autor, Hermandad, ciudad, banda de origen), quizás sea de entre las más famosas que podamos encontrar dentro de ese olvido selectivo, si bien en este caso no intencionado, pues el origen de esta marcha no ha sido nunca un misterio oculto. Pero por ello, precisamente, se pone de manifiesto ese "hispalocentrismo" que sufre la historia de la música procesional y lo injusto que se es con algunas de sus obras y autores.

Agripino Lozano Perea
Foto: Diario de Cádiz
Hablamos de la marcha La Oración del Huerto, marcha que la historia ha acabado perpetuando como uno de los grandes clásicos de las Agrupaciones Musicales, y concretamente, de los grandes clásicos legados en los años 80 y 90 por la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, hoy Virgen de los Reyes, de Sevilla... Pero no, la marcha, que ha quedado en la memoria además con el erróneo título de "La Oración en el Huerto", objetivamente hablando no podría figurar en esa lista junto a grandes clásicos sí originales de esta banda como Jesús Despojado, Pregonero, Sagradas Vestiduras (que bien podría merecer otro artículo), etc.
Y es que la marcha de la que hablamos tiene un origen distinto y bastantes años anterior. Y para hablar de ese origen, primero deberíamos hablar de su autor, Agripino Lozano Perea. Nacido en una pequeña localidad toledana,Villanueva de Alcardete, en 1928, este manchego músico militar llega a Andalucía, concretamente a San Fernando (Cádiz), en 1948 como integrante de la Banda de Infantería de Marina del Tercio Sur, y en la localidad isleña acabaría asentándose durante su trayectoria musical, prácticamente toda su vida. Aquí, en 1962 funda, junto a José Vacas otro compañero músico de dicho Tercio, la Banda de Música de la Cruz Roja, hoy rebautizada con su nombre ya que ejercería como director de dicha institución isleña entre 1965 y 1982. Esta banda pronto comenzaría a acompañar a diversas cofradías isleñas, estando entre ellas las de la Misericordia y la Oración en el Huerto, ambas con sede en la Parroquia de la Divina Pastora. Para la de la Misericordia compondría el maestro su primera marcha en 1970 y, como explicó él mismo en 1990, fruto de las buenas relaciones con ambas cofradías en 1972 nace la marcha que nos ocupa. Hablamos, pues, de una marcha compuesta para Banda de Música de plantilla completa (vulgo "Banda de palio") y dedicada a una Hermandad de San Fernando, marcha de estructura bastante clásica con su introducción, su tema principal que se repite con la variación de unas llamadas de los metales y su trío final que modula a modo mayor, siendo un tema de corte elegante pero no excesivamente sobrio ni complejo, muy en la línea al tipo de marcha que se venía componiendo en este periodo post-conciliar y de los últimos año de la dictadura e inicio de la Transición.

Pero, ¿cómo llega una marcha de Banda de Música y desde una Semana Santa relativamente lejana a Sevilla y al estilo de Agrupación Musical, máxime cuando la adaptación se realiza y graba algunos años antes de la primera grabación conocida en su género original en 1994? Primeramente, habría que ponernos en contexto: en gran parte de los años 80 y principios de los 90, denostadas y acribilladas por la prensa, las Agrupaciones Musicales parece que como si quisieran paliar esas críticas y justificarse, comenzaron a mirar más hacia un género con mejor prensa como el de las Bandas de Música. En estos años se pudieron escuchar y se grabaron numerosas adaptaciones de marchas como Esperanza Macarena, Hermanos Costaleros, Lloran los Clarines, Cristo de la Presentación,... además de prestarse algunos reconocidos autores a intentar dar lecciones de composición para la música de "pasos de Cristo", entre otros Abel Moreno, Juan Velázquez o Pedro Morales.
En la mayoría de casos, y afortunadamente para nosotros, esos experimentos no funcionaron ni tuvieron mayor recorrido pues, siendo sinceros, eran peces fuera del agua. Pero hubo una banda que se fijó en esta marcha concreta. Como todo el mundo sabe, fue la por entonces llamada Agrupación Musical de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras la que realiza y graba en 1988 dicha adaptación, y el por qué lo explicaba Antonio Amodeo hará algunos años en el foro del portal Patrimonio Musical. Según cuenta, Juan Ramírez Tellez, director desde siempre de dicha banda, realizó el servicio militar en San Fernando al mando de Agripino Lozano, a quien habría visto dirigir algunas de sus marchas en la banda del cuartel, siendo a través de un compañero músico de la Banda de las Nieves de Olivares que también sirvió en San Fernando de quien recibirían las partituras para completar el que sería el segundo disco de la Agrupación (La saeta, 1988). Ambos responsables musicales de la banda se fijaron en La Oración del Huerto ya que, por su corte, era una marcha que bien podría parecer hecha expresamente para el género y, de este modo, prácticamente adaptaron la marcha tal cual a la instrumentación de Agrupación, incorporando la voz de corneta y solo suprimiendo el trío que era lo que más sonaba "a palio". El resto es historia.

Portada original manuscrita de la marcha
Foto: Mateo Olaya
Pero, como introducía este texto, dicha historia no ha sido del todo justa con Agripino, con su Banda, con la Hermandad del Huerto y con la Semana Santa isleña en general. Y es que la adaptación funcionó, y acabó funcionando de tal manera que, como mencionábamos, incluso hoy es más reconocida que su versión original, cometiéndose junto a éste otros errores a veces no corregidos.
El primero de todos en su título: la marcha en Agrupación Musical es conocida con el nombre erróneo de "La Oración en el Huerto" y no La Oración del Huerto que es el que figura en la portada de la partitura manuscrita original de 1972 de manos del maestro quien, además, solía firmar éstas adornándolas con un acertado dibujo que él mismo realizaba. Este error que se ha perpetuado tanto que en cualquier repertorio que figure la marcha aparece el título mal escrito (como se puede ver por ejemplo en las webs de dos Agrupaciones sevillanas como Los Gitanos o incluso de la propia Virgen de los Reyes) bien podría deberse a una de las innumerables erratas discográficas que han acabado calando en el imaginario colectivo de la música cofrade (erratas que, por cierto, darían para escribir un libro), ya que en la mencionada primera grabación de Jesús Despojado en el disco "La saeta" (1988) y en grabaciones inmediatamente posteriores (como el disco "Marchas de Semana Santa"de 1990 de la A.M. Remedios de Castilleja de la Cuesta) la marcha sí aparecía con el título correcto, siendo en posteriores grabaciones cuando se modificaría sin criterio alguno, en ocasiones hasta el punto de mutilarlo como es el caso del disco "Gran Poder" (1996) de la Agrupación María Inmaculada de Castilleja de la Cuesta en cuya carátula trasera aparece como "Oración en el Huerto" a secas, sin el artículo determinado inicial.
Detalles de dos guiones de la marcha con
errores en el nombre del autor.
Fotos: Archivo personal
El segundo gran error (errores en plural en este caso) que se ha difundido es respecto al nombre de su autor. Mencionado por las evidentes cuestiones de espacio frecuentemente como A. Lozano en las carátulas de las diferentes grabaciones, no sabemos si es que hay a quien no les gustase o no les sonase comercial el nombre de Agripino pues esa "A." en ocasiones ha mutado a "Antonio Lozano", por no hablar de otras variantes como el "A. Perea" (sin Lozano) con el que figura en el mencionado disco "Gran Poder" de 1996 o el "Agripino Lozano García" de este arreglo de una Agrupación granadina (hasta donde llegan los arreglos que hasta le arreglan el nombre al autor). Y eso cuando a nuestro pobre Agripino Lozano no le han arrebatado la autoría de la marcha para dársela a Antonio Velasco (autor que, según Antonio Amodeo, no participó de esta adaptación en concreto), como se ve en alguna partitura que circula por internet.
Y, finalmente, el típico error cuando una marcha se populariza en Sevilla: la dedicatoria. Y es que, como sucediera (y sigue sucediendo) con marchas como las de Escámez, que la marcha tenga un título tan genérico dedicado a una escena de la Pasión que está representada en una Hermandad de Sevilla, el pensamiento del cofrade medio ha acabado en ocasiones por deducir que, si la marcha "es" de una banda de Sevilla, estará entonces dedicada a una Hermandad de Sevilla, en este caso, la Hermandad de Monte-sión. De hecho, aunque felizmente la Hermandad acabara corrigiendo el error, pero en su propia web oficial llegó a figurar esta marcha en su apartado "Patrimonio musical".

Un viernes, el 28 de diciembre de 2007, fue cuando el maestro Agripino Lozano fallecía. Este andaluz de adopción que se empapó de nuestras costumbres y de nuestra Semana Santa hasta el punto que dejó varias marchas a las cofradías isleñas y que, sin pretenderlo, una de ellas ha perdurado considerada un clásico casi indispensable de otro género, puede que se fuera sin el reconocimiento de esa historiografía de la música procesional que ha tendido a reconocer a sus figuras según su procedencia o el destino de su obra. Pero tal vez ni lo necesitó: nombrado Hijo Adoptivo de San Fernando en 2002, habiendo recibido numerosos reconocimientos y condecoraciones, y habiendo sido despedido con honores tanto en su ciudad adoptiva como en su pueblo natal, teniendo esculturas y nomenclaturas del callejero en su honor y, por supuesto, quedando su nombre para la posteridad de la Semana Santa no solo en sus marchas sino en el nombre de la Banda que ayudó a fundar y dirigió, Agripino recibió el cariño y reconocimiento de los suyos.
No obstante, sirvan estas humildes líneas para intentar reparar, si se pudiera, esta pequeña muesca en su memoria.

11 de mayo de 2020

Bandas infravaloradas: Ángeles de Sevilla, a la sombra de las grandes

A lo largo de las entradas que he ido dedicando a bandas que considero infravaloradas del panorama de la música cofrade, prácticamente todas hasta el momento han tenido una característica en común que a mi juicio además ha ayudado a que no sean justamente valoradas: el, como yo lo llamo, "apellido", el no ser de Sevilla.
Sin embargo, no quiero que se me tache, como usualmente se me tacha desde ciertos sectores de dicha ciudad, de tener "manía" o "envidia" a Sevilla, Dios me libre. Lo que sí es cierto que si uno analiza desde un prisma lo más objetivo que pueda la situación de la música cofrade fácilmente se daría cuenta de que la mayoría de bandas (especialmente de la capital) sevillanas se encuentran en su justa valoración a ojos de los cofrades, cuando no incluso alguna que otra sobrevalorada sirviéndose de nombre y/o historia para tapar claras carencias musicales y poniéndose entre las grandes cuando hay bandas consideradas menores que perfectamente las mejoran.
Pero, ¿todas las bandas de Sevilla están consideradas como corresponde? Como digo la mayoría, no todas, pues existe alguna que otra excepción (pocas quizás), la protagonista de hoy, entre ellas.

Hoy haré mención a la Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de los Ángeles de Sevilla, banda relativamente joven pues tiene sus inicios en 1992 (y por entonces solo como escuela de percusionistas, pues hasta más adelante no incluiría instrumentos de viento) y  cuya silenciosa pero constante evolución, especialmente notoria prácticamente en el último lustro, vengo siguiendo desde hace algún tiempo.

Para quien les escribe, personalmente y de entrada, sin entrar a valorar todavía cuestiones musicales, lo de esta banda es un auténtico meritazo. Hacer funcionar, y no solo funcionar a secas sino hacerlo con un mínimo de decencia, una banda joven y prácticamente independiente, sin apoyo de una Hermandad, en una ciudad como Sevilla, es casi una misión suicida. De hecho solo hay que mirar el panorama actual en el que las bandas sobrevivientes han sido las ya consagradas que, o bien tienen detrás una Hermandad o tienen más del cuarto de siglo de vida o cuando no son consagradas es porque son juveniles de las anteriores, y las no consagradas y más jóvenes bandas suelen ser bandas menores con una calidad bastante cuestionable. El resto de bandas que se han ido fundando en los últimos años que no han cumplido estos preceptos han ido cayendo pues han sido usadas como "bandas escuela", bandas de usar y tirar por ese perfil de músico cofrade joven ansioso de fama y con ganas de pasar todos los días posible por Campana con una banda grande, que han usado a este tipo de bandas para aprender y luego de trampolín para dar ese salto a la "élite".
Junto a Esencia (pero sin gozar de la buena prensa y el marketing del "revival" clásico y purista que se puso de moda como respuesta a esa otra moda de marchas de dudoso gusto y que, junto a la falta de un rival digno -Centuria, que era la única que ofrecía ese estilo, se había acomodado por tener hasta entonces el monopolio del purismo cornetero- fueron de las cosas que, seamos sinceros, ayudó a aupar a dicha banda, con lo cual no quiero decir que sea mala banda, simplemente que a su calidad se añade que los vientos les fueron propicios), la de los Ángeles es la única banda de origen relativamente reciente y que no cumple las condiciones mencionadas que, no solo sigue en pie (de momento) sino que además lo hace ofreciendo una calidad decente. Bastante decente.

Y es que la banda, a pesar de los más que posibles pesares, no solo se ha mantenido sino que ha ido ofreciendo una evolución constante, evolución que en los últimos años, prácticamente desde la entrada en la dirección musical de Alejandro Moreno Rodríguez (autor que pasa bastante desapercibido a pesar de tener buenas marchas en su haber por no ser autor de cabecera de alguna banda grande) se ha acrecentado más. Ello, unido a la filosofía que ha adoptado la banda en cuanto a la hora de elaborar su repertorio se refiere y que difiere (un poco, tampoco en demasía, luego me explico) del dogma de los "estilos" (en "pasocristo", pero especialmente en CCTT, toda banda no grande que se precie se debe adscribir a un "estilo" concreto -trianero, cigarrero, presentacionero, rosariero y, en menor medida, solero- y tomarlo sin excepciones, incluso a la hora de montar marchas propias que sean del "estilo" o de autores de cabecera de la banda "madre", aunque ello signifique sacrificar buenas marchas de otro "estilo", no acudir a otros buenos autores y, por supuesto, renunciar a una personalidad propia) lo que hace que la Banda de los Ángeles tenga algo más de carácter propio respecto a bandas que, aunque la puedan igualar en calidad, acaban sucumbiendo a vender su personalidad.

Los Ángeles ofrece una correcta interpretación de su música, sin llegar a niveles de excelencia, pero con un buen nivel y además sin llegar a las estridencias a las que llegan la gran mayoría de bandas del género que piensan que potencia=calidad (y no solo bandas, gran parte del público llega también a la misma conclusión, habiendo por ahí bandas muy sobrevaloradas solo porque "pitan fuerte"). Y lo hace, además, sin necesitar de ser una banda sobredimensionada, demostrando que se puede tocar bien con no más de 80 músicos. A eso añaden un repertorio bueno en líneas generales, en el que los clásicos de Escámez, Zueco Ramos y Miraut se suman a una buena muestra del clásico Cigarreras, alguna que otra marcha de Presentación destacando Pilatos a Jesús de Antonio Velasco junto a marchas recientes como Y fue azotado aunque con mayor presencia en este apartado de una gran cantidad de marchas de Rosario de Cádiz (siendo la primera banda de Sevilla que incluye este tipo de repertorio) e incluso marchas de bandas como el Despojado de Granada del compositor Ignacio García, del que cuentan además con varios temas propios, un repertorio propio destacable que cuenta con marchas de su mencionado director musical Alejandro Moreno y de otros nombres como Cristóbal López Gándara.

El "pero" que se podría añadir en dicha cuestión es que, como menciono, la banda difiere del dogma de los estilos pero no en demasía, ya que, aunque no lo tome al pie de la letra, la presencia de repertorio "rosariero" supone un gran porcentaje de su música. Aparte de, no sabemos el por qué, negarse a la inclusión de repertorio Triana que posiblemente aportaría algunas marchas de calidad más.
Esa característica ayuda a que la banda no goce de mucha popularidad, lo que se une a cosas ya mencionadas: no es una banda con más del centenar de músicos, no pertenece a una Hermandad que la pueda apoyar y aupar, tampoco goza del favor de la prensa y, lo típico también común a bandas infravaloradas, el cofrade medio toma el tener pasos en Sevilla como medidor de calidad de una banda. Pero es que eso de no tener pasos en Sevilla, para una banda de la propia ciudad, encima se traduce en más que posibles fugas, más o menos numerosas, de componentes cada temporada, por lo que la banda seguramente tendrá el handicap de tener que estar renovándose año a año, enseñando constantemente a nuevos músicos y reformar con ellos las voces para intentar equilibrarse, por lo que, al tener una plantilla corta no solo en número sino también en fidelidad, no goza de la tranquilidad que al respecto pueda tener una banda grande.

A pesar de ello, la banda pareciera sobreponerse bastante bien a cada obstáculo de esta clase que le presentase, no impidiéndole seguir adelante e incluso seguir mejorando y ofreciendo plenas garantías, tal vez no siendo una banda que roce la excelencia que le permita poder entrar en la masificada Semana Santa de su ciudad, en la que ya están tocando, y algunas no todos los días, prácticamente las mejores bandas del panorama, pero eso no quiere decir que no puedan llevar su música a otras localidades y ciudades. Los Ángeles demuestran así que, incluso siendo de Sevilla, la vida de una banda cofrade ni empieza ni termina en dicha Semana Santa. Puede ser una meta a alcanzar, pero no LA meta, la única meta. Porque pensar y dedicar todos los esfuerzos a ello al final trae consigo la insatisfacción, la infelicidad, el no estar contento con lo que se hace, el no valorar tu propio trabajo y el de tus compañeros, y eso finalmente acaba desembocando en el fin. Otras bandas que no lo tuvieron claro y/o que quisieron mirar tan arriba que el sol les cegó porque se creyeron más de lo que eran acabaron desapareciendo incluso sin ser malas bandas... O sus componentes/direcciones acabaron tentados por las grandes y el pez grande comiéndose al chico, como suele suceder.

El trabajo y la satisfacción de realizarlo al final acaba dando frutos y no cabe duda que esta banda, si no se acaba dejando atrapar por el propio "ecosistema" de la música cofrade de su ciudad y sus normas propias, seguirá en la senda correcta y recibirá. El tiempo nos lo dirá, pero de momento podemos contar con que en Sevilla, oculta por las grandes bandas-marca, existe una buena banda a la que también tener presente.

Puntos a resaltar: un "estilo" y filosofía, en parte, diferentes al de la mayoría de Bandas menores del género que optan por ser satélites de las grandes. Repertorio propio que intenta recurrir a autores de calidad, más que por nombres.

En su contra: no ser una banda muy numerosa, no tener mucha historia, ni nombre, ni prensa, ni una Hermandad por detrás que la aupe. Factores que hacen que, dentro de su ciudad, pueda ser considerada la típica banda-escuela/trampolín para ser utilizada en el paso del músico a una grande. Tener difícil el poder optar a un paso en su Semana Santa, algo que, como siempre digo, es tomado como erróneo medidor de calidad.

4 de mayo de 2020

Bandas infravaloradas: Tubamirum de Cañete de las Torres o la buena música que puede haber en los pueblos

Cañete de las Torres es un pequeño pueblito cordobés rodeado de ese típico mar de olivos que empieza a inundar Andalucía cuando te empiezas a acercar a El Carpio por la A-4. Para un servidor es como el polo opuesto de su tierra de nacimiento, pues, mientras mi pueblo es el último pueblo de Córdoba antes de abandonar la provincia en dirección Sevilla, Cañete limita en el lado contrario con Jaén, y de hecho la imagen que tengo de ese pueblo es la de prácticamente mis 31 años de vida viéndolo por la carretera cuando, primero mi familia y con los años yo también, nos dirigíamos a la vecina Porcuna a trabajar en la campaña de la aceituna (es lo que tiene ser hijo de obrero, y orgulloso de serlo).
Cualquiera le resultaría sorprendente pensar que de esta pequeña población viene una de las mejores bandas, si no la mejor, de la provincia de Córdoba. Pero es que Cañete, para Córdoba y cofradieramente hablando, viene a ser una especie de Salteras para Sevilla (otro pueblito dedicado también al olivo, para más paralelismos). Y es que, si Salteras aporta dos grandísimas bandas a la Semana Santa de su capital, hasta el punto de superar en calidad a otras de poblaciones y ciudades más grandes, Cañete hace lo mismo a la Semana Santa cordobesa con la protagonista de la entrada de hoy en esta sección.

Vengo a referirme a la Banda de Música "Tubamirum", formación que toma su nombre de una parte del fragmento de la secuencia del Dies Irae, en la que se habla del Juicio Final, que dice:
"Tuba mirum spargens sonumper sepulcra regionum,coget omnes ante thronum"
O traducido: "La trompeta esparciendo un sonido admirable por los sepulcros de todos los reinos, reunirá a todos ante el trono". Parte a la que algunos compositores en determinadas misas han dedicado una secuencia propia, siendo la más famosa quizás la del Requiem en Re menor de Mozart de donde, más exactamente, la banda toma su nombre.
Una vez conocido este dato trivia, mencionar de la historia de esta banda que se inicia en 1999 surgiendo como Banda de Música del AMPA del Colegio Ramón Hernández Martínez, tomando posteriormente su nombre y viniendo a cubrir el hueco dejado por una extinta Banda Municipal, siendo por lo tanto en estos comienzos una banda con un perfil claramente juvenil buscando inculcar la música desde edades tempranas.
Quizás por eso, y sumado a esa etapa oscura que la "música de palio" vivió entre finales de los 90 y principios de los 2000 y que era la tónica para un gran porcentaje de Bandas de Música, en estos primeros años nos encontramos una banda con un repertorio, cuanto menos, mediocre que bien podría responder al perfil de cualquier banda media que podamos encontrar en cualquier localidad de Andalucía, tal y como quedó reflejado en un primer trabajo discográfico titulado "Entre Varales" (2004) formado en gran parte por este tipo de marchas. Aun así, las cofradías cordobesas pronto comenzarían a interesarse en la joven banda y en pocos años ya se la vería en varias de ellas, ayudando a que la banda creciera.

Y así, afortunadamente para los cofrades en general, cordobeses en particular, Tubamirum no se quedó estancada y, conforme la propia "música de palio" abandonaba poco a poco ese agujero con la puesta en valor de grandes autores y la difusión de marchas y repertorios de calidad, la Banda también lo hacía y lo hacía a la par que también ganaba calidad interpretativa, una evolución que, de hecho, se puede ver en sus siguientes trabajos discográficos.
De esta forma Tubamirum, que empezó desde temprano ganando la confianza de algunas cofradías de la capital, en la actualidad es toda una referencia de la música de Bandas de plantilla completa en la ciudad califal hasta el punto de estar presente en prácticamente todos los días de su Semana Mayor, acompañando, y habiendo acompañado, a Cofradías de gran calado e historia. En este 2020 hubieran acompañado al Amarrado a la Columna de la Hermandad del Huerto el Domingo de Ramos, a la Merced el Lunes Santo, a la Trinidad de la Santa Faz el Martes Santo (completando junto a Pasión de Linares uno de los mejores acompañamientos musicales que pueda tener una cofradía, ya no en Córdoba, sino a nivel regional incluso), el Miércoles Santo a Rocío y Lágrimas del Perdón, el Jueves Santo en la primera salida de la Esperanza del Valle de la Hermandad de la Cena (no pudo tampoco estrenarse en 2019 y tendrá que esperar ya a 2020) y no olvidándonos de que, hasta que a aquella Junta de Gobierno les dio la fiebre pro-costalera y cornetera (eso sí que es otro virus tremendo), fue la Banda que acompañaba con exquisito gusto al portentoso grupo escultórico de las Angustias que tallara Juan de Mesa.

Como mencionamos, la Banda con los años ha ganado calidad interpretativa, pudiéndose decir que se miran en parte en el espejo de una banda como el Carmen de Salteras (no obstante un ex-Salteras como José Manuel Toscano tiene mucha relación con la banda cañetera) uniéndose a ello un buen repertorio, bastante exquisito y con bastante presencia de marchas cordobesas, si bien no librándose de algún que otro garbanzo negro (Córdoba es Córdoba, qué le vamos a hacer), haciendo por ello que la Banda sea bastante versátil aunque quizás se sienta más cómoda en el registro cuando acompañan a palios de cofradías de "capa" pero elegantes, no sé si me explico (no quisiera ofender metiendo una comparativa, pero no es lo mismo una Hermandad como la Merced o la Cena, de barrio pero sin perder seriedad ni buen gusto, a una como la Paz y Esperanza que...bueno, ya sabemos cómo es). Si bien, no es desdeñable tampoco el repertorio serio/fúnebre que despliegan tras el Amarrado a la Columna desmontando absolutamente el tópico de que las BM son solo para los palios y demostrando que pueden pegar tras una imagen de Cristo con marchas como Jesús de las Penas, Jone, Mater Mea, La Quinta Angustia, etc.

Pero, si Tubamirum está totalmente consagrada en una capital como Córdoba, ¿por qué considerarla como infravalorada? Por varias razones que siempre aparecen:
-la principal el "servalabaricentrismo" del mundo cofrade por el cual, para el cofrade medio, lo que no está en Sevilla, no existe (ahí está que algunos ahora piensan que han descubierto a Pasión de Linares como Colón descubrió América, cuando muchos "vikingos" llevamos ya disfrutando de esas costas mucho tiempo).
-la secundaria, pero no menos importante, que parece que reste caché ser de un pueblito pequeño.
De hecho, me atrevería a decir que si Tubamirum en vez de "de Cañete de las Torres", fuera Tubamirum de La Rinconada o Tubamirum de Camas, estaríamos hablando de una banda, quizás no asentada todos los días en Sevilla, pero sí mínimo con uno o dos acompañamientos en la capital.

Sin duda alguna, una visión muy corta ésta del mundo cofrade (incluso no solo en música) que nos impide, muchas veces, descubrir tesoros que ignoramos que están ahí. Y es que los pueblos, lejos de tópicos y lejos de ese lugar olvidado que le damos, nos brindan muchas cosas buenas. Y Tubamirum, cofradieramente hablando, es una de esas cosas que muchos, los cordobeses sobre todo, tenemos la dicha de conocer.

Puntos a resaltar: calidad interpretativa y elegancia. Un repertorio que, aunque se pueda prestar a lo mediocre según se le solicite, no deja de ser en líneas generales de calidad, apostando también por el repertorio "local". La evolución con el tiempo que, junto a la juventud de gran parte de su plantilla, puede suponer que vaya a más.

En su contra: ser de pueblo y no ser de Sevilla. Que por lo primero quienes la ignoren la puedan encasillar como la típica Banda Municipal que a lo más que llegue sea a tocar cosas de Abel Moreno. Que por lo segundo y no tocar allí, no sea considerada con la calidad que verdaderamente tenga (pasos en Sevilla no es sinónimo de calidad siempre).

De dónde viene la marcha...: Ione (o mejor dicho, Jone)

En el capítulo anterior, mencionaba como el maestro Sanlúcar y los adaptadores de sus temas nos habían recordado en el ámbito de la música cofrade una lección magistral sobre la capacidad de adaptación, el poder, de una buena música. Y digo bien recordar, porque hoy nos iremos a prácticamente los inicios de la música procesional como tal.
Como bien conocerá cualquier aficionado a la música cofrade, a mediados del siglo XIX, metidos de lleno en las formas musicales del Romanticismo e Impresionismo, tomando del primero el modelo patético (como adjetivo de patetismo, algo doloroso, angustioso, grave,...) de la marcha fúnebre que tan bien se presta a acompañar las escenas de la Pasión y Muerte y de ambos, especialmente del segundo, su descriptivismo y, más adelante, la introducción en música "culta" de formas del folclore (lo que se han venido a llamar nacionalismos musicales), y unido a la proliferación de fundaciones de Bandas de Música, digamos civiles, es cuando surge lo que hoy conocemos como música cofrade, o mejor dicho, surge la marcha procesional.
Y como es común en cualquier principio, nada surge de la nada y los primeros creadores de marchas procesionales y esas bandas tuvieron que tirar de lo que les pillaba a mano. Y lo que les pillaba a mano era la música conocida, lo que sería el equivalente a nuestros actuales grandes éxitos del momento, que en el siglo XIX, sin apenas medios de comunicación, grandes discográficas y campañas de marketing pues eran los que eran: los compositores reconocidos del momento y su música, especialmente la música vinculada a obras musicales. Es decir: la ópera.

Y en una ópera, dato que seguramente todo el mundo conocerá (aunque quizás no en toda su profundidad) está el origen de la marcha que hoy nos ocupa, una marcha muy conocida y, a pesar del paso del tiempo y de tener ya más de siglo y medio, aún muy usada: Ione...
...O mejor deberíamos decir Jone (o si queremos concretar más, Marcha fúnebre en la ópera Jone) que es su nombre original. Y es que en el nombre con el que ha sido popularmente conocida "desde siempre" ya radica el primer "error" que se ha perpetuado entre los cofrades (salvando las diferencias, algo así como lo que está pasando con el ya mencionado Caccini o con otras adaptaciones de las que espero hablar en futuras entradas). Y es que aunque Ione es el nombre original del personaje, habida cuenta de que en latín original no existía la letra J (y eso que existe por ahí una marcha que se llama Alea Jacta Est), el nombre original de la ópera es su "italianización", Jone. Es por eso que, a mi parecer, llamar Ione a Jone sería como llamar "Don Juan" así a secas a la ópera "Don Giovanni" de Mozart.
El último día de Pompeya (1830-33)
por Karl Briulov

¿Y quién era Jone/Ione? Ione era el personaje femenino principal de la novela llamada "The last days of Pompeii" (Los últimos días de Pompeya), una novela histórica escrita en 1834 por el inglés Edward George Earle Bulwer-Lytton, quien a su vez se inspiró en un cuadro del pintor ruso Karl Pavlovich Bryullov, estando ambientada en la Antigua Roma, concretamente en la famosa erupción del Vesubio en el año 79 d.C. que destruyó dicha ciudad y que narra una especie de triángulo amoroso puesto que Ione es el objetivo amoroso de Glaucus (un joven ateniense y protagonista de la novela) y Arbaces (un hechicero egipcio, tutor de Ione).

¿Y la Jone musical, la ópera? Basándose en dicha novela, el 26 de enero de 1858 se presenta por primera vez en el Teatro de La Scala de Milán la ópera de nombre "Jone ovvero L'ultimo giorno di Pompei" (Jone o El último día de Pompeya) cuyo libreto (que pueden consultar aquí) fue escrito por el poeta Giovanni Peruzzini, siendo la partitura de Errico Petrella (que también pueden consultar en este otro enlace),  y es en este punto en el que encontramos la que posiblemente sea la mayor curiosidad que rodea a esta marcha.
Retrato de Errico Petrella

Prácticamente desconocido en la actualidad, el compositor Errico Petrella (1813-1877) fue uno de los compositores italianos más populares y mejor considerados de su momento, solo superado por Giuseppe Verdi. De hecho puede que esta consideración fuera lo que llevó a Verdi a criticar en diversas ocasiones al autor que nos ocupa y quizás ese trato que Verdi le brindaba, unido a que Petrella obviamente no era tan talentoso como él y que su música era más "anticuada", influyó en ese olvido en el que se ha sumido su obra.
Y es aquí donde viene un dato que llama poderosamente la atención: Jone, que quizás fue su ópera más exitosa y es la que nos ocupa, se dejó de representar en los años 20 del pasado siglo XX y no volvió a ser representada hasta el 20 de enero de 1981 en el Teatro Municipal de Caracas, siendo ésta la última vez que se hizo y no por nada especial ni en honor a Petrella, sino porque se celebraba el centenario de dicha institución y Jone fue la ópera que figuró en su temporada inaugural en 1881. Es de dicha representación, además, la única grabación fonográfica que se conserva de Jone, editada inicialmente en vinilo (1981) y posteriormente en CD (2005), pudiéndose disfrutar, quien quiera escucharla, en Youtube.

Volvamos a la pieza que nos ocupa. Considerada una de las más destacadas de la ópera, hasta el punto de ser de lo poco que ha pervivido de Petrella siendo interpretada no solo en España sino en la propia Italia o Hispanoamérica, lo que suena tras nuestros pasos en Semana Santa no es sino la música de una marcha fúnebre que, además de aparecer en la obertura de la ópera, suena completa en el final de la primera escena del IV acto (acto final). En esta escena, Glauco, que ha sido capturado y acusado de sacrilegio por intentar sacar a Jone del templo de Isis (Jone se había consagrado a la diosa tras caer en un engaño de Arbaces) y es condenado a morir en el anfiteatro. La marcha, en la que podemos escuchar originalmente un tempo más ligero que con el que se interpreta adaptada a nuestros pasos, refleja claramente el andar de la comitiva (el "funesto cortejo" como lo llama uno de los personajes de la obra) de Glauco como gladiador que va a enfrentarse a su muerte, tal y como aparece expresado en el libreto:

"(Al suono di funebre marcia, preceduto e seguito da soldati, da guardie, ecc., e circondato da littori, Glauco attraversa la scena dirigendosi verso l'Anfiteatro. Giunto u pochi passi da esso, si arresta. Burbo e i popolani insieme ad altri sopraggiunti, si tengono in disparte)"

Como dijimos con Medea, la pieza, la música por sí sola consigue funcionar bastante bien: ese tempo de marcha bien marcado, esa sensación lúgubre, ese dramatismo pero a la vez no demasiado pasional, su pesadumbrez, su gravedad,... consiguen representar bastante bien a ese inocente condenado que camina resignado lentamente hacia su muerte. ¿Cómo no iba a funcionar igual para poner música a la Pasión y Muerte de Cristo? Quizás por ésto, y por la popularidad de la ópera en su momento, se explica perfectamente su adaptación a marcha procesional. Y posiblemente, en algún lugar de Italia fuera el primero donde Jone se adaptara a Banda de Música para acompañar procesiones religiosas, de donde seguramente fuera tomada la idea por algún compositor español, pero en este caso estamos hablando de la música procesional aquí. 
En España, aunque la historiografía de la música procesional -tradicionalmente escrita desde, por y para Sevilla hasta el punto de seguir difundiendo datos que ya han quedado más que demostrados como erróneos pero que todavía mucha gente se sigue creyendo porque, por ejemplo, la prensa sigue usando sin contrastar (como eso de decir que marchas de Escámez o algunas de Manuel Rodríguez se dedican a Hermandades de Sevilla o que José Font Marimont, en Sevilla, fue el padre de la música procesional y que "La Quinta Angustia" es la marcha más antigua de la Semana Santa)- siempre ha adjudicado a Manuel Font Fernández de la Herranz en 1899 la primera adaptación (tal es así que hasta la célebre Wikipedia incide en este error, al menos cuando estoy escribiendo ésto), lo cierto es que 32 años antes de esa fecha, en 1867, aparece una primera adaptación, concretamente en el número 263 de la revista "Eco de Marte", una revista especializada en música para bandas militares. Esta partitura, que puede ser consultada online en el Catálogo de la Biblioteca Digital Hispánica (gestionado por la Biblioteca Nacional), aparecía firmada por el músico militar José Gabaldá Bel (uno de los pioneros de la marcha procesional en España) a quien también se atribuyó la adaptación, autoría que, finalmente quedó resuelta tras descubrirse en el Boletín Bibliográfico Español de enero de 1868 (se puede consultar también aquí) que se mencionaba al también músico militar Álvaro Milpager Díaz como "traductor" de la obra, siendo la firma de Gabaldá debido a su condición como editor de la revista. De hecho, ¿cabe la posibilidad de que Milpager conociera hubiera conocido esta marcha in situ en Italia y hubiera traído a España una transcripción de la misma? Muchos entendidos dan como buena dicha posibilidad.
Resueltas gran parte de las incógnitas, es fácil imaginar la trayectoria de la marcha hasta su versión "andaluza" actual: la Marcha Fúnebre de Jone se adaptaría en Italia, Milpager traería a España una transcripción de la misma editada en la revista por Gabaldá. Font Fernández lo que sí haría sería adaptar la marcha a la instrumentación y se podría decir que a la "sensibilidad" sevillana (la Jone editada en Eco de Marte parece estar escrita para ser tocada a "doble tiempo" de la versión "cofrade" que todos conocemos), siendo la versión definitiva una revisión de Pedro Braña en sus años al frente de la Banda Municipal de Sevilla, al menos según aparece en el libreto del disco "Versión original" editado en 2006 por dicha institución.
Y así hasta la actualidad en la que la marcha permanece, aunque quizás ya no sea tan frecuente escucharla, en los repertorios de muchas bandas y hasta ha sido adaptada al género de Agrupación Musical de manos de Antonio Miguel García Bernáldez para la Estrella de Dos Hermanas.

En esta ocasión, no me gustaría cerrar este artículo sin dar créditos a quienes realmente han descubierto la historia de esta marcha y cuyas obras y escritos me han servido de fuente para él, especialmente a los compañeros de Patrimonio Musical y no dejando de recomendar este artículo de Juan Carlos Galiano-Díaz disponible para su consulta online que contiene una información más detallada y completa.

Concluiremos mencionando otra curiosidad respeto a Jone: aunque posteriormente la ópera gozó de cierto éxito, al parecer su estreno en Milán fue un auténtico fiasco debido a una interpretación no muy inspirada. Sirva de ejemplo de cómo en música, tanto la calidad del interprete y la de la propia música, son decisivas en un resultado final, y es que una desafortunada interpretación puede convertir en mala cualquier obra, por buena que sea, pero un buen intérprete difícilmente hará mejor a una obra mala.

27 de abril de 2020

Test: Descubre la historia de tu vida musical

¿Aburrido del dichoso confinamiento? ¿Estar encerrado en casa te está pareciendo más largo que ver pasar la Cofradía de la Macarena desde la Cruz de Guía hasta el último músico del Carmen de Salteras?

No te preocupes, El Contra-punto te trae un breve entretenimiento a modo de chorri-test (aunque estos no se comparten en Facebook) en el que tú mismo escribirás la historia de tu vida musical cofrade. En este test, al estilo de un "efecto mariposa" deberás elegir entre las opciones que se te presentan para triunfar o fracasar en el mundo cofrade musical.
¿Sabrás tomar las decisiones adecuadas? ¿Serás el próximo Dani de Baza o un nuevo Mozart del Encore? ¿Las Hermandades y/o bandas se pelearán por tus servicios?
Solo elige la opción adecuada, pulsando en su enlace correspondiente, para sumar un nuevo capítulo en tu historia. Pero, OJO, presta atención y elige con sabiduría y cautela, pues toda acción podrá tener su consecuencia y auparte al éxito... o arrojarte al fracaso.



Atención, lea cuidadosamente estas advertencias antes de jugar:
-Este test es meramente humorístico.
-No se recomienda su uso a haters, siesos y a esos que se creen intocables ni a personas susceptibles de darse por aludidas.
-Abstenerse de realizarlo personas hipersensibles a las críticas o con tendencias conspiranoicas.
-Si te sientes identificado con alguna situación descrita y eso te ofende, ahhh, mala suerte, te jodes, no seas tan kofrade.
-En todo caso El Contra-punto no se responzabiliza de derramamientos de bilis, inflamaciones de vena en el cuello, irritabilidad en el ano, wittitis crónica, y otros síntomas derivados de sentirse aludido.
-De hecho, las situaciones aquí descritas son fruto de la perturbada mente de su autor por lo que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia....
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....o no.

Bandas infravaloradas: Paso y Esperanza de Málaga, mucho más que una simple copia

Prometo que esta banda era una de las primeras candidatas de las que tenía pensado hablar en esta sección desde que la inicié allá por el año 2016, pero las diversas circunstancias, que creía conveniente hablar antes de otras que estaban mucho más infravaloradas y que fueron surgiendo hechos que me incentivaron a hablar de otras bandas también, más el periodo que he tenido abandonado el blog, hicieron que lo fuera dejando hasta hoy.
Y hoy, que ya le toca su turno, me encuentro con el hecho de que la banda protagonista de hoy se podría decir que ha empezado a ganar algo de valoración puesto que, desde la Semana Santa más mediática, que es la de Sevilla, se han venido a fijar en ella para acompañar a una de sus Hermandades, y todo a pesar de no ser banda sevillana (que siempre digo que es un handicap) y habiendo sido elegida frente a una banda histórica (con lo que el nombre conlleva en este mundillo cofrade).

Muchos habrán adivinado (aunque no era una adivinanza, pues ya está puesta en el título) que voy a hablar de la Banda de Cornetas y Tambores de la Archicofradía del Paso y la Esperanza de Málaga (seguimos en esta provincia), banda creada en el seno de esta popular Cofradía de la capital de la Costa del Sol en el año 1998 con una evolución musical creciente que ha llegado hasta la modernización actual, etapa que la banda inicia aproximadamente en 2008 y en la que esta formación ha alcanzado altas cotas de calidad.

Habrá quien piense que Paso y Esperanza no es una banda actualmente infravalorada puesto que ya ha conseguido (aunque un año la lluvia y otro el dichoso virus lo hayan impedido) entrar en ese idealizado Olimpo, esa Meca de la música cofrade como es considerada La Campana Sevilla para el músico cofrade medio, de la mano de la Hermandad de la Exaltación, incluso en detrimento de una histórica como el Sol (que, a pesar de no estar en sus mejores horas, en esto de la música cofrade se puede vivir perfectamente solo del nombre y la historia). Pero, aunque ello parezca contradictorio, en mi opinión creo que ese hecho ha incidido precisamente en una mayor infravaloración de la banda malagueña por cuanto los defensores de la sevillanía, los seguidores y afines al Sol (y a otras bandas que ven peligro en la entrada de esta banda, como cualquier otra foránea, en Sevilla) y toda esa clase de arios que dicen que ninguna banda foránea debería tocar en Sevilla porque sí, porque ellos lo dicen y ya está -y eso por no olvidar los propios cainitas de la misma Málaga o incluso los propios arios malagueños que no pueden soportar ver esta banda en Sevilla por esas estúpidas rivalidades regionales que no llevan a nada-, han venido a atacar de todas formas habidas y por haber a la Banda, esgrimiendo principalmente un tópico tan extendido como que "esta banda es una copia de Cigarreras".

Y, ciertamente, la influencia de la banda sevillana es bastante sensible en la malagueña, pero aquí habría que reseñar diversas cuestiones que, en mi opinión, separa a esta banda de cualquier banda fotocopia.
-Lo primero de todo por una constante a lo largo de la Historia del Arte y de la Música: salvo los grandes genios (e incluso a veces ni ellos), no ha habido grandes artistas y músicos que hayan nacido "per se", sino que todos han tomado un camino, unas influencias, unos propios referentes, desde los cuales luego han forjado su propio camino. En la propia música cofrade hay muchísimos ejemplos de bandas hoy consagradas que han partido de referentes previos: la mitificada Policía Armada enraiza con Bomberos de Málaga y a su vez de ella bebieron en sus inicios la mayoría de CCTT de Sevilla, incluida Cigarreras que para más señas contó con Manuel Pardo (ex Policía Armada), Presentación de Dos Hermanas en los 90 llevó mucho repertorio cigarrero y a su vez la hoy tan conocida Rosario de Cádiz tiene claros reflejos presentacioneros. Virgen de los Reyes (antes Jesús Despojado) parte claramente de Arahal, Pasión de Linares tuvo unos inicios muy influenciados por la Estrella de Dos Hermanas y Redención de Córdoba, etc, etc.
-Lo segundo porque Paso y Esperanza es considerada "copia" por su forma de entender la música y la corneta: los malagueños tienen una forma de interpretar en la que la corneta es usada, cómo decirlo, con más suavidad, una música más basada en la mesura, buscando afinación más que potencia incontrolada,... vamos, las características por las que es reconocida Cigarreras. Pero, seamos sinceros, buscar la corrección, buscar los valores musicales por encima del espectáculo, buscar una calidad sonora no es, no debería ser, exclusivo de una banda ni una firma ni un rasgo. En estos tiempos en los que el acceso a un mínimo conocimiento musical está al alcance de cualquiera debería ser la tónica, al menos para cualquier colectivo que diga dedicarse a la música.

De hecho, esto último es visible en Paso y Esperanza si se la ve con cierta objetividad. Y es que la banda malagueña, aunque tenga marchas de Cigarreras y uno de sus autores referentes sea Pedro Pacheco (aquí vuelve la falacia de las bandas de "pasocristo" de que las marchas y autores pertenecen a una banda), también tiene marchas de, por ejemplo, Triana, marchas propias de las cuales alguna que otra tiene cierto aire "presentacionero", y en todas las composiciones, sea cual sea, la forma de interpretación es la misma. Incluso defendiendo repertorio no cofrade se puede ver a esta formación tocar con la misma corrección y calidad.

Son motivos que hacen que Paso y Esperanza sea una injusta víctima de esa mentira, de ese mantra, ese dogma mil veces repetido de los "estilos", de ese intento de crear cotos privados, de generar una falsa exclusividad a la música y que obliga a las bandas a tomar una u otra dirección sacrificando lo bueno que pueda haber en otras y que hace que las Hermandades contraten a una u otra banda no por su calidad, no por cómo tocan, no por su repertorio, sino porque lleven el "estilo fulano" o el "estilo setano" al gusto de, siempre, los de abajo según quieran imitar al "Caballo", al "Herodes", al "Caifás" o al "Penas". Es decir, nula personalidad propia, nula identidad, consecuencia de esta globalización de la Semana Santa en la era digital que solo entiende como válido un modelo y que nos obliga a poner etiquetas que, en ocasiones como ésta, no hacen justicia. ¿O es que decimos de Tejera que es copia del Carmen de Salteras o viceversa porque ambas lleven Pasan los campanilleros o Amarguras en sus repertorios? ¿Acaso las Orquestas Sinfónicas del Mundo son copias entre sí porque todas interpreten obras de Beethoven, Mozart, Wagner, etc.? ¿O los pianistas se copian por tocar todos a Chopin o Debussy? La música, si es buena, no debería tener fronteras ni etiquetas.

Por todo ello, aunque con su entrada en la "sacrosanta" Semana Santa de Sevilla parezca que esta banda haya alcanzado su "confirmación", hago merecedora a Paso y Esperanza de entrar en esta sección de "Bandas infravaloradas". Esperemos que 2021 les deje demostrar, por fin, su valía.

Puntos a resaltar: la calidad interpretativa y sonora de la banda, sea cual sea el registro en el que se muevan. Su repertorio también está bastante cuidado, creo que incluso incluyen temas que hoy no se escuchan en otras bandas o no son tan frecuentes del nivel de Dios Padre, Dios del Amor.

En su contra: la etiqueta de banda copia. Eso influye en que quizás no sea tan conocido su repertorio propio. De nuevo, el apellido "de Málaga". La propia infravaloración en su Cofradía e incluso diría yo que en su propia ciudad (no quisiera recordar el "desaire" protagonizado el pasado Jueves Santo por un grupo de energúmenos ario-malagueños al paso de dicha banda).