31 de marzo de 2020

Pasando (de) la cuarentena: los colores de la Semana Santa. Hoy: el BLANCO

LOS COLORES DE LA SEMANA SANTA. EL BLANCO:

Continuemos un día más con este colorido repasito. Hoy toca hablar del color BLANCO. Color acromático (según Wikipedia) que deriva de la percepción visual de la luz que no es absorbida en ningún espectro por este color, derivando su nombre precisamente de una palabra del antiguo germánico, blank, que significaba “brillante”, también llamado color alba (quédense con este dato para luego).

El blanco, podríamos decir, es el color sinónimo de la luz y lo opuesto a la oscuridad, de ahí que sea
un color también con mucho significado espiritual en muchas religiones. Para el cristiano el blanco, entre otras cosas, significa paz, pureza, alegría,…
De hecho es también un color litúrgico y, debido al simbolismo que tiene, es el color que se usa en los momentos principales del calendario litúrgico, Navidad y Pascua, además de ser el color para las solemnidades del Señor no pasionistas (Transfiguración, Ascensión, Epifanía –es también por ello el color del sacramento del Bautismo-, Cristo Rey,…).
En este sentido, es normal ver el blanco como color representativo de cofradías del Resucitado, con
prácticamente la totalidad de ellas como ejemplo, siendo de hecho habitual en ciertos tanto vestir las imágenes de Cristo Resucitado así, como usar, muy correctamente, flor y cera de este color (como vemos en este ejemplo de Sanlúcar), o que las priostrías vistan las imágenes de Cristo de blanco en las mencionadas solemnidades (si bien en el caso de imágenes pasionistas sería iconográficamente incorrecto por lo mencionado con otros colores).
Citar aquí también la advocación mariana de la Alegría, algunas de ellas portando este color, caso de la titular mariana también de una cofradía de la Resurrección como es la de Córdoba que lo luce en su palio y manto.

Es también el color litúrgico de la Eucaristía (aunque ya hayamos mencionado que en las cofradías
Sagrada Cena de Jerez de la Frontera
Foto: web de la Hermandad
sea más usado el rojo), siendo así el color usado en fiestas relacionadas con su institución o culto como el Corpus Christi o el Jueves Santo en la Misa de la Cena del Señor.
La combinación del blanco con el rojo es usual como colores corporativos de cofradías de la Sagrada Cena, caso de Córdoba, o incluso como color único de sus nazarenos, como sucede en la de Sevilla, y es habitual que las imágenes de Cristo en estos misterios de la Sagrada Cena vistan túnica blanca.

Terminando con su uso litúrgico, el blanco es el color litúrgico de los santos no mártires (los mártires, como derramaron su sangre, era el rojo como dijimos), de ahí que haya imágenes bajo la advocación de “Todos los Santos” que suelan vestir este color.
Una de las inconfundibles
Inmaculadas de Murillo
Foto: Wikipedia
Y finalmente es el color litúrgico de las festividades de María Santísima. Es más, el blanco, junto con el azul, es el principal color mariano, como símbolo de la pureza de María, Inmaculada desde su Concepción. De hecho fue la iconografía de la Inmaculada Concepción, cuya imagen tiene su base en el Apocalipsis (una mujer vestida de Sol…) y se asentó en el siglo XVII cuando Franscisco Pacheco (pintor de la Escuela Sevillana que era, entre otras cosas, veedor del Santo Oficio, por explicarlo sencillamente, era de los que velaba por el cumplimiento de la doctrina en las pinturas) estableció la descripción de la visión de Santa Beatriz de Silva para esta iconografía, fijando la túnica blanca y manto azul como los colores de la Inmaculada (cualquiera de las tan conocidas que pintó Murillo nos sirve de ejemplo).
En cualquiera de nuestras Dolorosas es normal, aunque suela cambiar el color del manto acorde a las diferentes advocaciones o colores identificativos de la Hermandad, ver a las imágenes vestir saya blanca como herencia de esta iconografía, siendo el blanco el color habitual de la flor y la cera de los pasos de Virgen (y también de los nazarenos de sus tramos).

Aparte del uso derivado de ser un color litúrgico, el blanco tiene también un uso iconográfico y simbólico aparte.
En la iconografía de la Pasión, el blanco suele ser el color que se usa para representar escenas del
El misterio del Desprecio de Herodes
de la sevillana Hermandad de la Amargura
Foto: ABC
juicio a Jesús
, más concretamente entre su presencia ante Herodes y la coronación de espinas (que dijimos el otro día que es cuando se le viste de púrpura). Que a Cristo ante Herodes se le vista de blanco tiene su fuente en los Evangelios (Lc. 23, 11) y hubo estudiosos que quisieron ver en el blanco un símbolo como color de los locos, pero más bien habría que indicar que esto se debió a un error de traducción de la Vulgata de San Jerónimo. El texto original menciona que, como burla, Herodes vistió de ropas espléndidas (brillantes) a Cristo y así lo devolvió a Pilatos. Al parecer la traducción al latín se hizo de un original griego cuya palabra para brillante (leucos) significaba también blanco, tomándose el sentido del texto literalmente como el color y no como una descripción de las mencionadas ropas.
Sea como fuere, la tradición ha mantenido el blanco en la iconografía de la Pasión, especialmente en el Desprecio de Herodes, siendo quizás el caso más famoso la imagen de Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes de la Cofradía de la Amargura de Sevilla, cofradía también conocida como el Silencio Blanco pues, aunque es una cofradía de las denominadas “de silencio” sus nazarenos visten de blanco en lugar del común negro de este tipo de cofradías. 
Otra famosa imagen que se viste de blanco es el Cautivo de Málaga, a semejanza del cual muchas
El Cautivo de Málaga.
Foto: El Mundo
veces hemos visto a otros Cautivos vestir puntual o frecuentemente dicho color. En esos casos, en el estricto sentido iconográfico, estaríamos ante una incorrección: muchas de estas imágenes del Cautivo (la de Málaga, por ejemplo) portan en su procesionar corona de espinas pero, como dijimos, tras la coronación de espinas Cristo vistió de púrpura, por lo que se le quitaron las vestiduras “blancas” que Herodes le puso.

En todo caso, muchas veces la explicación que se le da al uso de blanco en imágenes de Cristo que representan momentos posteriores a la coronación es por su significado de pureza, santidad (ya mencionado antes) o en relación a una advocación. El blanco es el color de la Paz, y de ahí que cualquier titular bajo esta advocación, represente el momento que represente, suela vestir también este color.
Palio de la Virgen de la Paz y Esperanza
de Córdoba
Foto: ABC

Sucede así con el Señor de la Paz, titular de la Cofradía del Carmen Doloroso de Sevilla, aunque la advocación de Paz es casi siempre más relacionada a María Santísima. Es el caso de la Virgen de la Paz de Sevilla o la Paz y Esperanza de Córdoba, predominando en sus respectivos palios el blanco y la plata en relación a este simbolismo del blanco como paz.
Otra advocación que podríamos asociar al blanco podría ser la de Aurora: como mencionaba al principio, el color blanco también es llamado color alba (de ahí el nombre de la prenda de los sacerdotes). El alba y la aurora son dos palabras que vienen a referirse a lo mismo, la claridad que antecede a la salida del sol. El blanco es así el color que luce la Dolorosa bajo esta advocación del granadino Barrio del Albayzín.
Palio de la Virgen de la Aurora de Granada
Foto: web de la Hermandad

El apunte musical: alguno podría pensar o esperar que vaya a hablar ahora de que la Banda de las Tres Caídas de Triana viste de blanco en la Madrugá si bien eso aquí no pinta mucho, ya que el uso del uniforme blanco de esta banda es más por su relación marinera (de ahí que sea ciertamente incoherente ver bandas de tierras “de secano” usar uniformes blancos en sus Hermandades a imitación de la archiconocida banda). Lo que sí, ya que hablamos de blanco, de Triana y hemos mencionado el pasaje de Herodes y su representación sevillana, mencionar la clásica marcha Silencio Blanco de Julio Vera, prácticamente un himno (junto con la soberbia Amarguras) de la citada Cofradía cuya seña de identidad es un exquisito repertorio clásico en lo musical (interpretado perfectamente por la banda trianera) acompasado a un andar sobrio y elegante. La (casi) pureza, pues con pocos (y a veces innecesarios) adornos se logra una de las mejores combinaciones y puestas en escena de la Semana Santa.
Este color aparece también en el título de la marcha Palio Blanco, una de las más conocidas del patriomonio musical granadino y que Sánchez Ruzafa dedicara a la mencionada Virgen de la Aurora.
También granadina es la marcha Legión blanca de Dios, que el compositor Ignacio García y la Banda de Cornetas del Despojado dedican a los costaleros del Corpus Christi (como dijimos, el color de esta solemnidad es el blanco).
También es el color representativo de bandas del Resucitado, caso de la Agrupación Musical de Sanlúcar de Barrameda o la Banda de Cornetas de Badajoz.

Como resumen:
Blanco: paz, la alegría y la pureza. Color eucarístico y de María Santísima.
Es el color ideal para cofradías de la Resurrección y también de la Sagrada Cena, aunque como símbolo de pureza y de bautismo también tiene lógica usarlo como parte del hábito (especialmente túnica) en cualquier cofradía que no tenga otros colores que usar.
Como vestimenta de imágenes de Cristo en la Semana Santa, se recomendaría usarlo en las mencionadas de Sagrada Cena y Resurrección, en las que estén bajo la advocación de Paz, e iconográficamente solo en las que representen momentos posteriores a la presentación ante Herodes y anteriores a la coronación de espinas.
Por este motivo, sería erróneo vestir de blanco a Cristo en escenas anteriores (como por ejemplo todo lo sucedido en Getsemaní, Jesús ante Caifás o ante Anás) y posteriores (coronación de espinas, presentación al pueblo, camino del Calvario, despojo de las vestiduras,…) a dichos episodios.
Por supuesto, nada dice ni la liturgia, ni las fuentes iconográficas, ni el simbolismo, sobre eso de vestir de blanco las imágenes en verano. El que lo inventó y popularizó tal vez pensó en aquello de que las ropas oscuras dan más calor y de blanco se está más fresquito, ya se sabe.

29 de marzo de 2020

Pasando (de) la cuarentena: los colores de la Semana Santa. Hoy: el PÚRPURA

LOS COLORES DE LA SEMANA SANTA. EL PÚRPURA:

Cuando escribí por primera vez esta entrada hará un par de años, me encontraba escuchando la marcha Cristo de la Salud y Buen Viaje, como dije en su momento, todo un clásico de ese estilo que cada vez estamos oyendo menos por culpa de las modas como son las Agrupaciones, y me disponía a hablar de un color muy relacionado con el pasaje que representa dicha advocación sevillana, un nuevo color de esta serie… ¿O tal vez de uno que ya he hablado…?
Es el PÚRPURA, nombre que deriva del griego porphýra. Púrpura era el nombre que recibía un molusco, el Stramonita haemastoma, que como peculiaridad suelta un fluido de un determinado color como si fuera tinta y del que en la Antigüedad se extraía el tinte de este color que era muy valioso y preciado.
El púrpura natural es un color magenta oscuro, entre violáceo y rojizo, si bien la concepción del color púrpura ha variado mucho debido a las variaciones en la fabricación de los tintes, y hoy día se suele considerar púrpura cualquier color de la gama de los morados o cualquier color rojo oscuro o burdeos (por ejemplo, es lo sucedido con los Cardenales de la Iglesia, también llamados “purpurados” por vestir este color, aunque en la actualidad visten más un color escarlata, o como referencia cofrade el Señor de la Sentencia de la Macarena no hará mucho vistió una túnica que tendía más al rojo y que le llamaron “túnica púrpura”).

El púrpura como tal no es un color litúrgico, sin embargo tiene un valor simbólico e iconográfico muy importante en el cristianismo.
Como símbolo, el púrpura, debido a su difícil extracción, era un color muy costoso y escaso que significaba riqueza y poder. En la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro (Lc. 16, 19-31), Cristo cuenta como el rico Epulón solía vestir de púrpura. El púrpura era, además, el color imperial o real:
Izquierda: Mosaico de Justiniano en San Vital
de Rávena. Derecha: Pantócrator de San Clemente
de Tahull. Observamos en ambas la vestimenta "real"
color púrpura.
Fotos: Wikipedia
emperadores y altos cargos romanos y bizantinos podían vestir (a veces incluso en exclusiva dictado por ley) este color (véanse los mosaicos del emperador Justiniano y Teodora en San Vital de Rávena), los códices y pergaminos de uso palatino se teñían con este color (los llamados Codex Purpureus), etc…
Es por esta razón que, en señal de realeza, muchas imágenes de Cristo entronizado se vean reflejadas con túnicas este color (especialmente en obras de la Alta Edad Media, bizantinas o románicas).

En el mundo cofrade, encontramos el púrpura en la heráldica de muchas cofradías, cuyos escudos se encuentran encuadrados en un dosel o pabellón formado por un manto de armiño. Éste es un símbolo real formado por un manto púrpura cuyas vueltas se forraban con la piel del animal homónimo (que era blanco con la punta de la cola negra), y precisamente su uso (a veces en combinación de la corona real o del Toisón de Oro) en heráldica cofrade queda reservado a Hermandades con título de Real (magnífico ejemplo el de la Hermandad de Montserrat de Sevilla). No obstante hay Hermandades sin dicha dignidad que usan este símbolo (igual que la corona real) como mero detalle decorativo en sus escudos, viniéndoseme a la mente el ejemplo de la Hermandad del Viernes Santo de mi localidad.

En la iconografía de la Pasión, el púrpura es un color importante pues es de los pocos directamente mencionado en los Evangelios. Concretamente en el pasaje de la coronación de espinas, los soldados
para burlarse de la realeza de Jesús lo visten de púrpura (color real como hemos dicho) y lo coronan de espinas. Es por esta fuente que numerosas imágenes de este pasaje de la coronación de espinas y burla de los soldados y los inmediatamente posteriores (Ecce Homo) lleven túnica o mantolín de este color, la famosa clámide púrpura: así lo vemos en el citado Señor de la Salud y Buen Viaje de San Esteban de Sevilla (que aunque se le suele añadir sobrepuesto -y más normalmente en rojo que en púrpura-, la imagen de por sí ya lleva tallado un mantolín más cercano al color original), o aunque no procesionen en el magnífico Ecce Homo de Luisa Roldán de la Catedral de Cádiz y el también magnífico Cristo llamado precisamente Cristo de la Púrpura, una histórica iconografía de Jesús recogiendo sus vestiduras tras la flagelación que la Hermandad de las Cigarreras recuperó no hace mucho con una imponente obra de Navarro Arteaga.
El Cristo de la Púrpura de Navarro Arteaga para las Cigarreras
Foto: ABC
Detalle del uniforme de la Coronación de
Córdoba. Fajín de color púrpura.
Foto: Antonio García, extraída de
Sones Azahar

El apunte musical: el púrpura aparece mencionado en el título de varias marchas de Cristo: Con púrpura de Rey, Púrpura de Rey, El peso de la púrpura,… aunque la más famosa quizás sea La clámide púrpura, obra de Juan Luis del Valle y Francisco José Carrasco y originaria de la Agrupación Virgen de los Reyes dedicada, como no, a la Hermandad de San Esteban.
Encontramos acertadamente el púrpura en detalles de la nueva uniformidad de la Banda de la Coronación de Espinas de Córdoba.

Resumiendo:
Púrpura: color de la realeza. En heráldica cofrade, como se ha visto, su uso debería reservarse a Hermandades con título Real. Iconográficamente sería el color correcto para la coronación de espinas y pasajes que representen momentos posteriores, sobre todo la mencionada coronación, la burla, presentación al pueblo (Ecce Homo),…
Si se siguieran fielmente las Escrituras sería incorrecto vestir de púrpura cualquier imagen pasionista anterior a dichos momentos.
En la iconografía de María quizás sí se podría usar como símbolo de realeza.

27 de marzo de 2020

Pasando (de) la cuarentena: los colores de la Semana Santa. Hoy: el ROJO

LOS COLORES DE LA SEMANA SANTA. EL ROJO:

Seguimos con otro de los colores más frecuentes en nuestra Semana Santa que sería el ROJO.
El rojo es un color primario de luz, es el color de la sangre y del fuego y considerado el principal color cálido. Psicológicamente es un color muy estimulante (por eso se usa en señales de aviso o emergencias) y energético. Es por eso que sin dudas el rojo es el color por antonomasia de la pasión (y también del amor).

El rojo es también un color litúrgico y en la liturgia católica recibe precisamente un significado similar: el rojo es el color de la sangre y Jesucristo en su Pasión derramó su sangre por nosotros. De ahí que el rojo sea el color litúrgico de la Pasión (especialmente el Domingo de Ramos y el Viernes Santo hasta la muerte de Cristo –ya que, como dijimos, el morado es el color del duelo-).

Por decirlo de alguna forma, el rojo sería el color de Cristo. Por ello muchas imágenes de Cristo
podemos ver vistiendo de rojo puntualmente de cualquier variante de este color, siendo bastante frecuente encontrarlo, por lo mencionado, en imágenes que representan la Entrada Triunfal pero también en misterios como la Oración en el Huerto o el Despojo de las Vestiduras (aunque no sea “cofrade” cabría mencionar aquí el cuadro de El Expolio de El Greco donde destaca la túnica de un intenso color rojo) por no decir ya que es el color de cualquier Hermandad bajo la advocación de la Sangre y/o Hermandades relacionadas con ello (Lanzada e incluso Aguas). O sin ir más lejos como color pasionista es el color predominante por ejemplo en la cera, exornos florales (el típico monte de clavel rojo), y faldones de los pasos de Cristo.

A este respecto, añadir una curiosidad: ¿se han fijado que los pasos normalmente dorados usen comúnmente montes o frisos de flor roja y faldones rojos, mientras los faldones y flor morados se usan más en pasos caoba o plata? Pues esto no es casualidad ni tradición. Al parecer, durante la dictadura, el gobierno franquista “recomendaba” (obligaba, vamos) que las Hermandades con pasos dorados evitasen usar en combinación los colores rojo y morado, ya que al dejar el dorado del paso en el centro resultaba una combinación de colores similar a la de la bandera republicana. La exaltación nacional-católica de entonces llevó a hacer que los pasos dorados luciesen siempre la combinación de faldones y flor roja para emular la bandera nacional, quedando el morado relegado para pasos oscuros (se me viene a la mente por ejemplo Carretería o los Negritos de Sevilla) o, si el paso era dorado, que los faldones fueran negros.

Además de lo mencionado en el exorno de los pasos, el rojo, como pasa también por el morado como vimos, es color corporativo de muchas Cofradías que no tengan una advocación con "colores propios" como las mencionadas anteriormente, siendo por ellos frecuente verlo en sus respectivos enseres y uniformes penitenciales.

El rojo es color de la sangre como se ha dicho. Y, como Cristo derramó su sangre por nuestra salvación en señal del Amor de Dios a sus hijos, el rojo es por ello también el color del Amor (recordar aquí, por ejemplo, el famoso pelícano que se abre el pecho para alimentar con su sangre a sus crías que figura en el paso del Cristo del Amor de Sevilla). Y como el Amor es también Caridad, pues el rojo es el color de esta virtud teologal.
Hermandades bajo estas advocaciones –p.ej. la Caridad de Córdoba- usan este color. Rojos suelen ser
Rojos capirotes de los nazarenos de la Hdad.
de la Caridad de Córdoba.
Foto: web de la propia Hermandad.
también los guiones o banderines de las Bolsas de Caridad de las Hermandades. Y aunque como color pasionista sea color más relacionado a Cristo, lo vemos también por ello en Vírgenes bajo estas advocaciones: por ejemplo el conjunto del palio de la Virgen del Amor de la Hermandad de Pasión de Córdoba, la Virgen del Amor de Pino Montano de Sevilla suele llevar un manto de este color, el conjunto de la Virgen de la Caridad del Baratillo de Sevilla o de su homónima del Buen Suceso de Córdoba, cuyos nazarenos, por cierto, también visten de este color.
También es frecuente verlo como color de Vírgenes bajo la advocación de Encarnación (San Benito de Sevilla, p.ej.) creo recordar que por el sentido etimológico de la palabra (encarnar significa “hacerse carne” y al color rojo también se le solía llamar como encarnado por ser el color de la carne).

El rojo, también como color de la sangre, es usado en las cofradías también mucho como color Eucarístico (si bien, en la liturgia el color eucarístico sea el blanco) a veces combinado también con el amarillo y/u dorado (que sería el color de la espiga, siendo así los colores del pan y vino, cuerpo y sangre).

Es por esto que es un color habitual en cofradías sacramentales (se me viene a la mente el bacalao de la Hermandad de la Agonía de Córdoba, realizado por Francisco Mira sobre terciopelo de Lyon rojo con diseño neorrenacentista –tampoco todo tiene que ser neobarroco- y cuya heráldica preside precisamente un ostensorio eucarístico) y es común encontrarlo también como color representativo de las Hermandades de la Sagrada Cena (Córdoba sin ir más lejos). De hecho son las cofradías sacramentales las únicas cuyos nazarenos suelen llevar cera roja.

“Fuera” de lo que es específicamente Semana Santa, el rojo es el color litúrgico también de las festividades de los Santos Mártires (que también derramaron su sangre por la fe) y como color del fuego, el rojo es el color litúrgico también de las fiestas del Espíritu Santo (Pentecostés).
Si bien, ésto tiene también su relación con la Semana Santa: el magnífico conjunto del palio y manto de la Reina de los Mártires de Córdoba (bordados del taller de Esperanza Elena Caro) cargado de simbología en honor a los Santos Mártires (los bordados se basan en motivos vegetales de hojas de palma que son símbolo de los mártires –no todo en diseño tiene que ser la típica rocalla o los típicos motivos vegetales de siempre, hay muchas plantas a las que se puede recurrir y ayudar además a cargar una pieza de simbología haciéndola más rica y detallista-) es de este color, como de este color está siendo realizado el original palio de la Virgen del Rocío y Lágrimas de la Hermandad del Perdón de Córdoba (Rocío = Pentecostés, por si no se pilla la relación).
El palio de la Reina de los Mártires de la Hdad. de la Buena Muerte de Córdoba
Foto: ABC

Un apunte musical: el rojo es uno de los colores representativos de, por ejemplo, la Pasión de Linares
(rojo color de la Pasión como se ha dicho), como se ve en detalles de su espléndido banderín, mantolines, y en sus antiguos uniforme (ceñidor, bocamangas,...) o hasta en su batería, así como es el color representativo, hasta en su nomenclatura popular, de por ejemplo una banda manchega, los Coloraos de Daimiel, llamados así porque pertenecen a dicha cofradía que rinde culto a un Cristo de la Columna (la advocación de la Columna suele estar relacionada con la de la Sangre).


En resumen:
Rojo: color de la sangre y el fuego. Es el color de la Pasión. Como el morado es válido para cualquier Hermandad penitencial y para cualquier imagen (excepto las que tengan un color con una simbología específica). Muy recomendado en representaciones de la Entrada Triunfal, de cualquier pasaje pasionista como Oración en el Huerto, Prendimiento, Flagelación/Columna (Sangre), Despojado,... menos escenas en los que tenga su propio color como p. ej. el Desprecio de Herodes; para Hermandades sacramentales y para determinadas advocaciones marianas: Amor, Caridad, Pasión, Sangre, Encarnación, Rocío, Mártires,…
Sería incorrecto usarlo en cualquier Gloria (Resurrección incluida), salvo las citadas advocaciones que lo puedan ser (la Virgen de la Caridad, Patrona de Sanlúcar de Barrameda, p.ej. viste de rojo).

25 de marzo de 2020

Pasando (de) la cuarentena: los colores de la Semana Santa. Hoy: el MORADO

LOS COLORES DE LA SEMANA SANTA. EL MORADO:

Empezaremos esta serie por uno de los colores más frecuentes, que más podemos ver en nuestra Semana Santa: el MORADO.
El Papa Francisco en la misa del Miércoles
de Ceniza 2020.
Foto: desdelafe.mx

El morado, y toda su gama, es como sabemos un color que proviene de la mezcla del rojo y el azul, mezcla por tanto de un color cálido y otro frío, siendo un color oscuro y profundo, proveniendo su nombre del latín morum, que es el nombre de la mora, el fruto del moral (gracias Wikipedia).

Debido a esa profundidad, al morado se le otorga en muchas religiones una gran carga espiritual, y así es también en el cristianismo, siendo usado en la liturgia en los tiempos de preparación espiritual como son el Adviento y la Cuaresma.
El Gran Poder con túnica lisa
Foto: wikipedia

Es también por ello el color de la penitencia, y por ende es utilizado por muchísimas cofradías. De hecho, como color de la penitencia, no es de extrañar que la Madre y Maestra de las cofradías de Sevilla, la del Silencio, vistiera a sus primitivos nazarenos de este color.
Muchísimos ejemplos del morado en nuestra Semana Santa podríamos poner. En las imágenes para vestir pasionistas de Cristo es muy habitual (y muy correcto, aunque las modas ahora den por vestirlas de blanco en verano, cosa nada relacionada con la liturgia) encontrar túnicas y mantolines morados ataviándolas (un gran ejemplo -fuera del debate túnica lisa/bordada- es la típica túnica morada lisa que desde hace un tiempo suele llevar el Señor de Sevilla, el Gran Poder, en su Estación de Penitencia).
En muchas localidades el morado lo podemos ver especialmente en los cortejos de Hermandades de Jesús Nazareno, presentes en sus hábitos, en las túnica de las imágenes del Señor cargando con la Cruz (aunque algunas por las modas cada vez menos), en sus enseres, en sus palios en el caso de que la cotitular no tenga advocación con color propio,... y también lo vemos en la Cuaresma y en Vísperas, en la salida de diversos Grupos Parroquiales y/o Pro-Hermandades, que acertadamente usan este color pues, como se ha dicho, el morado es el color litúrgico de la Cuaresma.
Aparte, también en ocasiones lo podemos ver en los exornos florales de otros pasos de Cristo. Un ejemplo curioso (más visto en otros lugares) es el uso de la flor del cardo, cuyo color es éste, y es que el cardo, a su aspecto espinoso y a la flor que lo corona con este color, es una planta que simboliza también la penitencia (mencionar en bordados algunas túnicas “de los cardos” que poseen algunas Hermandades en sus ajuares).


Aparte de su sentido penitencial, el morado es en la liturgia el color de la aflicción, del duelo, y es por ello que es el color litúrgico de las celebraciones de difuntos y de las exequias (aunque normalmente relacionemos el negro con esto). De ahí que el morado sea un color predominante en el exorno floral habitual de pasos que representan a Cristo muerto como Hermandades del Santo Entierro, Mortaja, Traslado al Sepulcro,.. (aunque otras veces se venga usando el rojo, color que digamos es incorrecto usar el Viernes Santo, ya lo mencionaré) o incluso en su cera (aunque el amarillo tiniebla sea el más habitual para la cera de este tipo de Hermandades).


En resumen:
Morado: color de rigor espiritual y penitencia. Color válido para cualquier Hermandad penitencial y para cualquier imagen (salvo las que tengan un color con una simbología específica), sobre todo las que representen pasajes de la Pasión y Muerte de Cristo, y para las Hermandades de corte fúnebre.
Incorrecto usarlo en cualquier Gloria y se debería suponer que también incorrecto usarlo en procesiones en tiempo ordinario (extraordinarias).

Pasando (de) la cuarentena: los colores de la Semana Santa. Introducción.

Sumándome a la iniciativa de tantos compañeros del mundo cofrade en las redes, me gustaría colaborar a pasar esta obligada y odiosa cuarentena aportando mi granito de arena a divulgar cosas sobre nuestra Semana Santa y nuestras cofradías.
Y, como sobre música cofrade ya está bastante copado por gente además más preparada y versada que yo en el tema, y sobre arte ya hay varios tuiteros y portales hablando sobre iconografía y/o imaginería, pues me voy a centrar en otros aspectos, rescatando además una serie de entradas que hará más de dos años publiqué en mi Facebook personal y que hoy, ya con más libertad, puedo compartir con todos ustedes.
A esta pequeña serie la llamé, y la sigo llamando...


LOS COLORES DE LA SEMANA SANTA:

Como menciono, esta serie la publico en verano de 2017 en Facebook, siendo ésta una idea que tenía pensada un ya desaparecido blog sobre la Semana Santa de mi pueblo y que tuve que cerrar porque, bueno, porque la gente no respeta los derechos de autor y hasta un pregonero de la Semana Santa copió, literalmente, parte de su pregón de esas páginas (a ver cuándo nos enteramos que un pregón no es un premio a una trayectoria sino una responsabilidad y no se le puede dejar a cualquiera).
Conste que ésto que escribí no pretende ni puede ser un artículo científico, puesto que en aquellos (y menos en estos momentos) no disponía ni de las fuentes documentales ni bibliográficas al respecto para llevarlo a cabo, pero sí puedo decir que todo está bien fundamentado y es 100% real (si nos creemos todo lo que sale en Facebook, ¿por qué ésto no?).

Hace ya tiempo que elaboré para mi mi mencionado blog una serie de entradas sobre heráldica cofrade y en la que pude dar cuenta de unos cuantos de los numerosísimos errores que se cometen en la Semana Santa, la mayoría, eso sí, hay que decir que no son intencionados, causados más bien por una ingenua ignorancia y desconocimiento, si bien, como se dice, el desconocimiento de la norma no exime del error, y como errores que son se deberían tener en cuenta para ser corregidos.
De entrada hay que decir que la Semana Santa como festividad religiosa dentro de la Iglesia y los ritos Católicos debe respetar en lo posible sus normas y preceptos, seguir la liturgia y adaptarse, sin más licencias que la propia creatividad artística, a una simbología, iconografías e iconologías que sean plenamente aceptados por la Iglesia y no contradigan o pongan en cuestión la doctrina (el Concilio de Trento fue muy tajante con esto, por ejemplo).

Y una de las cosas en la Semana Santa en la que podemos encontrar una gran carga simbólica, aunque no lo pueda parecer, es en el color.
Nada es, o debería ser, al azar en la Semana Santa, en las Cofradías en general, y los colores de la Semana Santa no escapan a ello.
¿Acaso no se han fijado que hay ciertos colores que se repiten en ciertas advocaciones o iconografías? ¿O no se han preguntado por qué la cantidad de colores usados en la Semana Santa es tan “reducida”: rojo, negro, morado, verde, azul, blanco, dorado, plateado…y pocos más?
Eso es porque cada color guarda su propia simbología, cada color usado en una determinada imagen o una determinada representación tiene su propio significado.
En gran parte de los casos, el uso del color está determinado por la liturgia católica, colores establecidos en el Misal Romano en otras por tradición o por seguir las Escrituras o también como vinculación o pertenencia a una determinada orden religiosa.
Y si no me creen, comprueben algunos de los significados de estos colores, comparen con ejemplos que se les puedan venir a la mente, ejemplos de mantos de dolorosas, de hábitos de las Hermandades, hasta de la cera o el exorno floral, y verán como todo cuadra

Veamos los colores más empleados en nuestra Semana Santa y su significado.