12 de septiembre de 2016

La imagen de las Magnas

Dice el dicho que una imagen vale más que mil palabras.
Circula por la red una imagen (aunque también tiene palabras porque se trata de un cartel) que ejemplifica bastante bien lo que en su día un servidor denunció que eran las tan de moda procesiones Magnas, que no son sino "Macroconciertos" con excusas, en este caso un cartel referente a la próxima Magna en Huelva (la segunda que hacen los onubenses en apenas 3 años con sus banditas de pitos y tambores detrás, convirtiéndose así en capital del sacapasismo ganándole la posición a Córdoba que era la que hasta ahora ostentaba tan deshonroso título kofrade).

La imagen en cuestión es esta:

Se trata de un cartel que, al parecer, circula por la vecina "Astigi" de alguien (o puede que alguna Hermandad incluso) que organiza una excursión a Huelva para ver el "magno" acontecimiento "extra-ordinario".
Analicemos, puntazo por puntazo, el cartelito que tiene miga:

-Lo primero que nos encontramos es un cartel TODO EN MAYÚSCULAS, que en lenguaje escrito es sinónimo de gritar, es decir el cartel nos grita, y con una evidente muestra de que el que lo haya escrito pasa más hambre que el cámara que va con el último superviviente porque el chaval (o chavala, no se me enfaden las feministas) se ha comido todas las tildes.
Por suerte no hay ninguna falta de ortografía más. Bastante raro en este mundillo kofrade donde se tortura tanto al diccionario de la RAE incluso en medios, webs y cuentas oficiales (hace poco leía en un medio informativo muy ligado a la "élite" cofrade local la palabra proseción ¡¡¡PROSECIÓN!!!), dando una penosa imagen que nos hace parecer unos incultos y... bueno a veces la realidad supera a la ficción también y las apariencias son acertadas, mejor me callo.

-En letras muy grandes, las más grandes, encabeza el cartel la frase PROCESION (sic) MAGNA EN HUELVA, mientras que en chiquitito, en el tamaño de letra más pequeño de todo el cartel que casi tienes que coger una lupa para leerlo se dice el "motivo" o mejor llamarlo la excusa que se ha puesto para hacer dicha Magna: CON MOTIVO DEL AÑO DE LA MISERICORDIA.
De esto se extrae claramente la escala de valores, la escala de importancia de quien/es organizan el viaje en la que la procesión es lo principal pero muy por encima de la auténtica celebración católica que es el Año de la Misericordia que queda relegado a la letra pequeña, a lo poco importante del cartel, vamos que si se hubiera suprimido no hubiera pasado nada (posiblemente la inclusión de ese dato nos esté indicando que la organizadora es una Hermandad ya que el witto medio no sabe ni que este año está proclamado como Año de la Misericordia ni nada de eso).

-Debajo, en un tamaño medio, se incluye la información que el organizador nos quiere transmitir como relevante -o al menos más relevante que lo del Año de la Misericordia- para atraer a la potencial clientela (que no son sino los sacapasistas y wittos de turno), incluyendo datos como que son 24 pasos (pasos, los Sagrados Titulares son lo de menos) y que esos pasos irán acompañados de bandas, y esto es muy importante porque lo resaltan en negrita: bandas como LAS CIGARRERAS, TRES CAIDAS (sic) DE TRIANA, CENTURIA ROMANA DE LA MACARENA, entre otras. No deja de ser curioso que de las no-se-cuantas bandas que van solo se le ocurra citar a las sevillanas. Aunque lo relevante de este párrafo es que en la escala de valores del organizador, mientras los pasos van en letra normal; la negrita, es decir, lo resaltado, es para indicar cuáles bandas van a ir (es decir, qué atractivos ofrece al witto medio este viaje).

-Cierra el cartel con lo habitual: fecha, hora, teléfono de reserva, etc, etc....

Sin duda alguna, queda patente una vez más para qué sirven esta clase de eventos y a qué clase de público atraen. No los llamen procesiones Magnas, las cosas por su nombre: MACROCONCIERTOS MAGNOS, que queda mejor y más sincero.

11 de septiembre de 2016

La contra-crónica: siempre se repite la misma historia

Creo que he comentado en bastantes ocasiones que el cofrade es un animal de costumbres (hay que serlo para gustarte una tradición con siglos de antigüedad), cosa que no es del todo mal. Las Hermandades y Cofradías en su historia han tomado fórmulas, situaciones, clichés, sonidos, imágenes,... que en vista a que siempre funcionan las han convertido en algo icónico de sí mismas y, aun a riesgo de caer en la monotonía, se repiten año a año sin dudarse de ellas: que la Amargura de Sevilla salga con la obra maestra de Font de Anta que le dedicara y que es conocida como el himno de la Semana Santa hispalense, que el Señor de la Salud de los Gitanos salga siempre con La Saeta, que Ánimas en Córdoba siempre quiera salir de noche, el Cristo de Gracia y su exorno con espárragos, la Virgen de las Penas de Málaga y su manto de flores, las hogueras cuando el Cristo del Consuelo sube el Sacromonte en Granada, los horquilleros gaditanos, los hombres de trono malagueños, los santeros en Lucena,... son costumbres que nadie cuestiona y que se han convertido en sello de identidad por derecho ganándose su propio hueco en la historia de cada una de nuestras Semanas Santas y sus cofradías.

El problema viene cuando la costumbre más que una imagen icónica transmite una imagen lamentable y que su transmisión de año en año no sea porque haya calado en el pueblo, sino porque son el fruto de una apatía y un desinterés por intentar hacer las cosas medianamente bien, cuando una Hermandad o una devoción está controlada por una "clase acomodada cofrade", acomodada porque, apoltronados en sus sillones y en sus cargos y sin nadie que los contraríe, no intentarán hacer nada por mejorar porque, a sus ególatras ojos "todo está bien". Para qué esforzarse, ¿verdad?

Pues eso es lo que sucede en Palma del Río año a año cuando llega septiembre y Nuestra Patrona baja a visitarnos, una historia que siempre se repite, con un guion calcado año a año que no da lugar a las sorpresas. Y encima, si se dijera que lo que se repite está todo bien, todo a la altura de una devoción Coronada (que recordemos compartió hace un año una Magna con devociones del calibre de la Sierra de Cabra, los Dolores o las Angustias de Córdoba, por decir tres de los "pesos pesados" de aquel evento) pues se entendería que se sigan unas costumbres que funcionan.
Pero no todo lo contrario, lo que se repite año a año son cosas que dan una imagen cateta, con cosas que siempre he dicho: una procesión "informe", sin cortejo (este año ha variado en que por fin abría una cruz parroquial pero ahora van y el estandarte de la Hermandad sin criterio alguno te lo cambian por una insignia como es el guion conmemorativo de la Coronación), sin representaciones (con sus bacalaos/estandartes) de las Hermandades palmeñas, solo iban algunos hermanos mayores o cargos con sus respectivas varas y no de todas las Hermandades (así se muestra su adhesión y amor a "su" Patrona, queda clara la desunión existente entre las cofradías palmeñas), esas señoras mayores delante del paso,... En fin, todo sería repetirme en vano pues los responsables de esto nunca van a caer del burro, y aparte, como digo, este blog ya solo queda para lo musical, y en lo musical ceñiré el resto de esta contra-crónica.

Y es que en lo musical es más de lo mismo, siempre se repite la misma historia que decía la canción de Raphael, y como esa canción de Raphael uno ya no puede más y si no fuera porque lo importante es Ella el día 8 de septiembre cogería cualquiera de nuestros puentes rumbo a muchas otras procesiones donde el panorama estuviera mejor (sin tener que irse muy lejos, en Posadas contaban con la música de la Esperanza de Córdoba, todo un sinónimo de buen gusto y elegancia musical).

La banda volvía a ser un año más la Banda de El Cuervo que se perfila como la segunda "banda municipal" de Palma justo tras La Campana. Luego haremos el marcaje a la banda aunque hay que decir que, sin ser una banda -a mi gusto- al nivel de una Patrona de Ciudad más o menos grande y Coronada (baste ver que, como he dicho de ejemplo, en Posadas que no es mayor que Palma va la Esperanza de Córdoba o aquí a Palma antes venían bandas como el Sol de Sevilla, Huevar o la Paz de Málaga), al menos hace un digno papel, mucho más si tenemos en cuenta precedentes para el olvido como Herrereña, La Campana (que llegó a venir con cerca de la treintena de músicos, nefasto), o el Carmen de Dúrcal creo recordar que era, con una uniformidad y presencia que dejaba bastante que desear entre músicos con riñoneras y bolsitos de colores varios entre otros detalles a la altura, por cierto, del nivel musical que dejaron.

Lo dicho El Cuervo hace un digno papel e imagino que no sale muy mal en relación calidad-precio y comprendo que la Hermandad no quiera traer a una banda de nivel alto, ya que sería desperdiciar una banda buena con un repertorio bastante mediocre, repertorio que, imagino, no es culpa de la Banda y sí de los de siempre, los que quieren "disfrutar" debajo del paso, de donde suelen venir esta clase de presiones. Y es que el repertorio regresaba a esa ecuación que une muestra de folclorismo barato, música cateta y modas y que resulta en una música estridente que si fuera comida estaría a la altura de un restaurante de fast food y, por ende, nos atascaría las arterias de escucharlo.
No empezaba mal la cosa con dos marchas de coronación, la primera Hiniesta Coronada del maestro Albero (menos mal que no escogieron la más famosa marcha de Coronación de este compositor) y la segunda la sublime Coronación de la Macarena del maestro Braña (marcha de coronación por excelencia).
Pero no hay que olvidarse de dónde y cuándo estamos: estamos en Palma del Río y a 8 de septiembre, ¿qué se puede esperar? Efectivamente, no hubo lugar a las sorpresas y sonaron por doquier lo más "granado" del repertorio que aquí gusta, con una clara predilección por las modas recientes, en especial por las composiciones del señor Víctor Ferrer, sonando temitas como Madrugá Macarena de Pablo Ojeda, Concha del citado Víctor Ferrer e imagino que también Mi Amargura, Triana de Esperanza, Madrugá de Canela y Clavo...y sin que falte el aliño del señor Abel Moreno, todo un repertorio de topicazos, siendo especialmente culmen entre esos tópicos el momento "aplausitis petalae" de la calle San Juan, donde sonó, qué si no iba a sonar, la marcha de las petaladas y cohetadas por excelencia: Encarnación Coronada.
Dejó la banda breves momentos de lucidez en este repertorio, aunque creo que la mayoría por deberse a clásicos o por ser marchas que siempre suenan, como algunas de Pedro Morales, Virgen de las Aguas, Hosanna in Excelsis, o incluso, no la esperaba, la marcha Como tú, ninguna de David Hurtado, toda una lección de cómo hacer una marcha letífica sin caer en lo chabacano aunque si bien sonó en uno de esos momentos de "vámonos que nos vamos", dejando para los momentos importantes las citadas marchas de moda.

A resaltar, quizás haya que mirar un punto positivo a todo esto de apostar solo por las modas, y es que una marcha mala de moda siempre va a sustituir a otra moda mala y así sucesivamente y, en este caso las "victorferreradas" han pegado una soberana patada a las "pacololadas" y "trianadas" -Aires de Triana, Reina de Triana,...- y marchas pseudorocieras que cada vez (gracias, Dios) se escuchan menos y menos. Del mismo modo que dentro de uno o dos años a lo sumo Mi Amargura, Concha y similares pasarán a ser un borrón en el olvido, aunque por desgracia, salvo que la educación y cultura musical cofrade no cambie, será otra moda la que complete este ciclo de la vida de las modas y vuelta a empezar. Mientras, los clásicos ahí permanecerán para alegría de los auténticos melómanos.

El contra-análisis: marcaje a la banda: no sé por qué motivo, si porque El Cuervo es la única banda que rompía el monopolio que hasta este año tenía la Banda de La Campana en Palma o por ser, en el Jueves Santo, la única banda que me ha permitido escuchar marchas que, de lo contrario estoy seguro que tendría que salir de Palma para poder escuchar tras un paso (Margot, El Cachorro, Mater Mea, Amarguras, La Vía Sacra,...), el caso es que le tengo un cierto aprecio a esta banda. Siendo objetivos de hecho en la media de todas sus variables (repertorio, interpretación,...) es la mejor Banda de Música que actualmente acompañe a un paso en Palma muy por encima de la sobrevalorada Banda campanera (entre otras cosas, el caja de El Cuervo por ejemplo no se inventa las marchas, así como dato). Aun así la banda peca de bastante juventud y tiene ciertos fallos de concentración que se demostraron en ciertos momentos. Eso y que sus cornetas no ofrecen la musicalidad que el resto de la banda siendo muchísimo más estridentes y hasta desafinadas (puede, no sé, que el cuerpo de cornetas no sea de la propia banda, algo bastante común en Bandas de Música). Lo que no quita que la banda tiene mucho margen de mejora, tanto por su propia edad como por la edad de sus componentes. El caso es que con los años, y si El Cuervo no hace como toda banda foránea que coge nivel que usa nuestra Semana Santa como puente a destinos mejores, puede que si siguen una línea ascendente veamos una buena banda estabilizada tras el paso de María Santísima de Belén Coronada.Y si ya se cambiara el repertorio, sería de notable, aunque esto último ni es culpa de la Banda imagino, ni tiene visos de cambiar... nunca...
Como conclusión final: el otro día visualizaba vídeos de la Magna Mariana de Córdoba donde veía, aunque fuera con los mismos enchufados de siempre, el mismo cortijo, pero con un cortejo decente: su cruz de guía, sus hermanos de luz bien ordenados, su cuerpo de acólitos con sus acólitos turiferarios y ceroferarios,... y vi también en este vídeo que enlazo (https://www.youtube.com/watch?v=66bfbQgjT1U) a una Banda (que por cierto se notaba que iba reforzada) interpretando tras la Patrona marchas como Saeta Cordobesa, Pasa la Virgen Macarena (para los que somos Lasernianos todo un regalo), La Sangre y la Gloria, Cordero de Dios, Triunfal (creo que también sonó El Corpus, en definitiva bastantes marchas Eucarísticas y de Gloria para este tiempo litúrgico en lugar de quedarse solo en un repertorio de Semana Santa), un bastante buen repertorio (quitando la entrada donde no pudieron faltar La Madrugá y Mi Amargura, para variar...). Vi a una Patrona procesionando como muchos desearíamos verla procesionar, con una seriedad, solemnidad y elegancias dignas a Ella, acordes a su devoción y su historia.
Y me di cuenta que aquello solo fue una apariencia, que solo fue un engaño, un lavado de cara, un maquillaje puesto solo para aparentar ante los ojos de la capital y de aquel evento, recordé que esos momentos nunca se repetirán por la desidia de unos pocos, y que todos los 8 de septiembre están condenados a repetir en casa la misma historia, la misma imagen y banda sonora cateta y pueblerina que se niegan a cambiar porque eso sería reconocer que se pueden hacer las cosas mejor, algo que la vanidad de muchos se lo impide. Seguiremos teniendo en pleno 2016 una procesión gloriosa estancada en los años 80-90 cuando era el desconocimiento y no la intencionalidad lo que provocaba que no se supiera organizar algo decente. Hoy se tiene acceso a mucha información, hay muchos cofrades en Palma bastante formados que podrían asesorar para ello, muchos de los del cortijo son de viajar a ver otras Glorias y podrían tomar nota de lo bueno -y no solo de las petaladas, cohetadas y gritos ordinarios- pero si no se pone de parte de quienes tienen la vara de mando, nada cambiará. Siempre se repetirá la misma historia.

Y del público, de la gente de Palma que "va a ver" a su Patrona (o va de botellón para seguir la norma palmeña), qué voy a decir... Las fiestas palmeñas llegará ese día que como dice el dicho "Entre todos las mataron...". Una lástima.

8 de septiembre de 2016

Bandas infravaloradas: Rescate de Linares; la mala suerte de vivir a la sombra

No cabe duda de que Linares es tierra de músicos de Semana Santa.
La tierra que, de hecho, viera nacer a Alberto Escámez, iniciador del estilo compositivo de cornetas y tambores, es conocida por albergar a numerosas bandas de todos los estilos cofrades en las que conviven centenares de músicos, teniendo incluso su propio estilo musical de Semana Santa como son las bandas de cabecera.
Indudablemente a la cabeza de todas estas bandas está, como no, la archiconocida Pasión de Linares, cuyo prestigio la precede, siendo también conocidas por su calidad bandas como el Rosario de cornetas y tambores (les pierde a mi gusto ser un calco más de Presentación), o Bandas de Música como María Inmaculada o Manuel Garín que en años atrás hicieron buenas apariciones en Hermandades cordobesas.
A la sombra de la fama de esas particulares bandas de cabecera, únicas de esta Semana Santa, y de esas citadas bandas, siendo una banda quizás no tan mencionada de Linares está una Agrupación, una de las muchas que se fundaron en esta ciudad jiennense y de las pocas que sobrevive, y de hecho sobrevive con una calidad que para nada es acorde a la fama de esta banda que tanto quizás pase bastante desapercibida para el resto del mundo cofrade en comparación a sus compañeras y vecinas bandas, y muy en especial con su vecina "mayor" y de su mismo estilo, Pasión, que es a la que -por razones obvias- siempre han apuntado todos los focos.

Dicha banda tan desapercibida para los oídos cofrades es la Agrupación Musical María Santísima de los Dolores, o como quizás sea más conocida el Rescate. Siendo, de hecho, más antigua que sus dos "hermanas" bandas de Cristo, la referida Pasión y el Rosario de Linares, las que a pesar de ser más jóvenes se están llevando más atención, el Rescate bien es cierto que nunca ha dejado de ser una de las más destacadas Agrupaciones de la provincia de Jaén. Su único problema, como hemos dicho, la mala suerte de compartir tierra con bandas que le hacen sombra de cara al público mayoritario y que hacen de esta Agrupación, a mi gusto, merecedora de tener su artículo en este espacio de "Bandas infravaloradas".

¿Por qué? Sin llegar al nivel de las punteras, el Rescate de Linares es una banda de sonoridad correcta, afinación y una bastante buena interpretación, lo que hace de ella una banda de nivel medio-alto de las se les supondría quizás más presencia en capitales (algo que, por alguna razón, es un extraño medidor de la calidad de las bandas, su cantidad de pasos en capitales, un medidor algo falso si nos fijamos en que la mayoría de Hermandades de grandes ciudades paga menos que un jugador del Barça a Hacienda).
En Córdoba, por ejemplo, fue una digna sustituta al profundo hueco que en la Hermandad de las Penas de Santiago dejó la Agrupación leonesa que anteriormente acompañaba al Cristo de las Penas, algo que la Hermandad desgraciadamente no supo ver por no "gustarle el estilo por ser bastante raro" (y yo me pregunto ¿esa queja fue de la Hermandad o de los costaleros, que son más dados a criticar estas bandas de sello "raro"?).

Y es que, ese es otro de los aspectos donde esta banda gana enteros. Aunque su repertorio clásico y algunos de sus arreglos respondan a ese tipo de arreglos que "bastardizan" una marcha original hasta hacerla irreconocible, el repertorio propio del Rescate destaca sobremanera como se ve en las marchas de sus dos discos. Empezando por el segundo de ellos, titulado En el nombre del Padre, disco que saltara a la fama por una horrorosa carátula que no hace justicia con el contenido sonoro que en él se guarda, pues incluye temas de autores de lo más destacado musicalmente de la actualidad como Antonio Moreno Pozo, Cristóbal López Gándara, Abraham Padilla Consuegra, con otros nombres como Luis Fernández Ramos o Sergio Larrinaga.
Si bien yo prefiero quedarme con su primer disco. Llamado con el canitítulo Al Gitano de Santa María (que nos gusta un gitano en un nombre de una marcha) es, a mi gusto, un disco donde se conjuga calidad, sí, pero también temas bastante cofrades: la propia Al Gitano de Santa María de Sánchez Martín que da nombre al disco es una bastante buena marcha con pequeñas dosis de espectacularidad al estilo que el moronense acostumbraba por aquellos años, Espéranos en el Cielo una marcha de corte emotivo y de las mejores de la producción de Mena Hervás, una adaptación del Pange Lingua (el que popularizara Mocedades) que se ha hecho muy difundida por los repertorios de muchas Agrupaciones,...

Aunque sin duda, una marcha de ese disco, y la joya de la corona del repertorio propio de esta banda es sin duda, y permítanme que con ella me quede, la marcha Perdón. Una genialidad de las que siempre muestra el célebre Nicolás Barbero, iniciada en la forma de un canon (en música un canon es una composición con un contrapunto de tipo imitativo en la que una melodía es repetida por las diversas voces que van entrando en intervalos de tiempo sucesivos, para quien no sepa lo que es, el célebre Canon de Pachelbel es el más famoso ejemplo) responde a un tipo de marcha fúnebre muy emotiva a la par que sencilla en la que la melodía no necesita articularse en base a figuras cortas y un innecesario sobrecargamiento, siendo el tratamiento armónico y de las dinámicas suficiente para crear una obra de gran belleza y espiritualidad.

Así que, recuerden, cuando les hablen de música cofrade linarense, no se queden solo con la celebérrima Pasión y su musicalidad, no se queden solo con la hoy de moda Rosario, no se queden solo en sus características y llamativas bandas de cabecera,... Apunten este otro nombre y escuchen que, a la sombra de grandes bandas, también se puede hacer buena música digna de escucharse.

Puntos a resaltar: sin duda su repertorio propio. El intentar defender un estilo más o menos con una línea propia (hasta en indumentaria, con sus característicos pantalones rojos que, al menos desde que conozco esta banda siempre han lucido -actualizo: veo por Twitter que ya no es así, se han pasado al todo oscuro-) sin querer ser una copia de otras y, sobre todo, tratando de alejarse de las más que posibles comparaciones con su Agrupación vecina. Linares tiene suerte de tener dos grandes Agrupaciones y las dos bastante diferentes entre sí, cosa que enriquece mucho su panorama musical.

En su contra: algunos arreglos son de tarjeta amarilla o roja y sanción, vale que lo propio lleve una línea, pero no se le pueden hacer determinadas cosas a determinadas marchas porque si un costalero o un cofrade quiere escuchar una marcha de toda la vida, busca escuchar "esa marcha" y no una "libre interpretación" de otro compositor de esa marcha. Pero el punto más en su contra es lo que venimos incidiendo, ser de una ciudad como Linares y estar a la sombra de otras bandas con más fama o "visibilidad", especialmente inevitable cuando se hace música en la misma ciudad que una de las mejores Agrupaciones de Andalucía. Aun así, muy meritorio hacerlo y, además, defendiéndose bastante bien.

2 de septiembre de 2016

Fauna musicofrade: hoy, el "yollevoaquí"

Siempre he pensado que la antropología es una de mis vocaciones frustradas. Me encanta el estudio del ser humano y su comportamiento, me encanta observar y analizar costumbres tan altamente irracionales en un ser que se supone es racional, me encanta eso de observar las filias y fobias, las supersticiones, los mitos, las tradiciones,... como esas cosas se incrustan en el subconsciente humano definiendo sus rasgos socio-culturales y hacen de nosotros un animal de costumbres fácilmente encasillable y manejable.
El ser humano no deja, entonces, de ser un animal, y la humanidad tiene su propia "fauna" cargada de una gran diversidad de especies, y, por supuesto, el "homo kofrade" no escapa de tener su propia fauna. En mi antiguo blog quise hacer algo así analizando todos esos especímenes que conforman la gran fauna cofrade: el "objetivos" siempre estorbando y creyéndose con derecho a ello. El "petaladas" que se comunica a base de gritos a lo "rrreeeiiiinaaa", "que guapa hijaaaaaa" y toda esa retaila de ordinarieces gritadas a un paso en esos momentos de los que el petaladas toma nombre. El "cohetero" y su piromanía reprimida que lo lleva a celebrar cualquier acto religioso encendiendo algún artefacto explosivo. El "remangao", el "patillas", el "medallitas", el "varamando", el "yohesido" o "yosoy",... había muchos....
Por desgracia aquel blog terminó y en este me quiero dedicar solo al aspecto musical. Sin embargo la fauna musicofrade también es rica y, a modo documental, recupero aquí el análisis de los especímenes que la componen, que también son muchos y muy variados.

Comenzamos con el "yollevoaquí".

De nombre científico vetustus veteranus cornetensis, el "yollevoaquí" o también conocido como el "yollevotocando" debe su nombre a la famosa coletilla, seguida de los años que lleve en la banda o con su instrumento, usualmente empleada por este espécimen para comunicarse.

Especie muy común pues puede aparecer en cualquier banda tanto grande como pequeña, los "yollevoaquí" suelen ser varones rondando los 35 a 60 años de edad, siendo más frecuente encontrarlos en los hábitats de bandas fundadas en torno a los años 80, aunque se pueden dar casos en los que el "yollevoaquí" migre a una banda más joven, siendo más conocido en estos ambientes como el "yollevotocando".

Aunque, a diferencia de otros tipos de musicofrades, no es un ser demasiado agresivo, el "yollevoaquí" sí es en cambio un animal muy territorial, marcando a toda la banda como su propio territorio e intentando dejar ver su autoridad, especialmente a los más jóvenes y a los recién llegados, a los que comúnmente el "yollevoaquí" suele dar su chapa introductoria contando su vida musical.
Normalmente pésimos o regulares en lo musical, el "yollevoaquí" usa su "antigüedad" como argumento de autoridad ante los demás, y es curioso que dicho argumento suele ser aceptado, no se sabe si por respeto a los mayores o para evitar confrontaciones con ellos.
Aun así, esta autoridad como se ha dicho no suele concordar en nada con el rendimiento del "yollevoaquí". Más bien diríamos que todo lo contrario: el "yollevoaquí" es un animal de costumbres que no presenta una evolución y adaptación natural al medio musicofrade actual que lo rodea, estando en un permanente anclamiento en las costumbres y usos de cuando él empezó a tocar, normalmente ochenteros. Es por ello que los "yollevoaquí" rara vez aprendan lectura musical, tocando frecuentemente de oído y sin hacer caso a las dinámicas y demás. Si el director de la banda es, además, más joven que él y/o lleva menos tiempo que él en la banda, el "yollevoaquí" hará prevalecer su autoridad por su antigüedad pasándose por el arco del triunfo cualquier indicación u orden, pues, por mucho estudios musicales que éste pueda tener el "yollevoaquí" dirá que "yo llevo aquí/tocando 30 años y creo que de esto de bandas sé más que ese (el director)".
Disciplinariamente, el "yollevoaquí" también tiene sus propias costumbres: animal poco dado a aparecer por los ensayos que normalmente suele sustituir por una cerveza o un dominó en el bar o por ver un partido de Champions/UEFA/1ª regional (cualquier excusa es buena) pues el "yollevoaquí" afirma tener "embocadura perpetua" adquirida por sus años de experiencia (aunque luego llegue Semana Santa y tenga menos tiempo el instrumento en la boca que el novato que va paseando traje al que han metido ahí por rellenar). En casos de percusión, existen dos tipos de "yollevoaquí": o el mandamás, que suele ser rufador o redoblante (o él mismo se coloca en esa posición ya que, como decimos, no suele ensayar) y el común que suele ocupar plaza de bombista/platos y al que nadie se atreve a decirle nada porque son instrumentos que nadie quiere.
Esa nula disciplina la traslada el "yollevoaquí" a las actuaciones/procesiones, no siendo extraño encontrarse en los días de Semana Santa a los "yollevoaquí" rondando por bares con el uniforme de su banda correspondiente haciendo su paradita para el café/cerveza/cigarrito de turno (rutina que realiza varias veces en cada actuación).

No obstante, cada vez más se está haciendo patente que hay distintos grados de evolución entre los "yollevoaquí" de pueblo y los de ciudad, ya que entre estos últimos, al parecer se están dando casos de "yollevoaquís", que sin perder el instinto de su especie, se comienzan a adaptar a las nuevas exigencias de sus bandas, si bien les siguen quedando vestigios de su especie originaria que dejan ver de vez en cuando.


Algunos datos de interés:
Estado de conservación: preocupación menor/sin riesgo.
Población estimada: de 1 a 5 especímenes por banda.
Distribución territorial: aunque es una especie muy extendida por toda España, predomina en la zona de Andalucía occidental.
Alimentación: la cerveza es un alimento principal en su alimentación. También el "yollevoaquí" gusta de cualquier comida que organice/pague su banda.
Enemigos: cualquiera que se atreva a cuestionar su autoridad por antigüedad. Se sienten especialmente recelosos de los directores jóvenes.
Principales amenazas: los "yollevoaquí" de pueblo no suelen tener ninguna amenaza seria pues suelen estar bien mirados y hasta incentivados y protegidos. En ciudad, las grandes bandas pueden remplazarlos por especies jóvenes, algo que el "yollevoaquí" puede evitar cambiando sus rutinas habituales para no ser expulsado, por lo que igualmente se pueden garantizar sin problemas su supervivencia.

Si tú, querido lector, quieres añadir algo para que conozcamos mejor a los "yollevoaquí" o en tu banda existe algún tipo desconocido de esta especie, puedes hacerlo saber a través de la caja de comentarios.

Hasta aquí el Fauna musicofrade de hoy.
Próxima entrega: el "solisto".