31 de octubre de 2018

Especial Halloween: 10 carátulas de discos cofrades "de miedo"

Hoy es 31 de octubre y como sabrán, por si no lo han visto ya decorando nuestros supermercados y centros comerciales o si vuestros niños no os han llegado del colegio diciéndolo, es All Hallow's Eve, traducido como Víspera del Día de Todos los Santos, o lo que es lo mismo, Halloween, esa fiesta importada del mundo anglosajón que aquí hemos adoptado y adaptado a algo más nuestro: una excusa más para salir de fiesta, emborracharse (y algunos drogarse) y hacer el mamarracho.

El que les escribe no es que sea muy "filo-yankie" si bien tampoco es que sea el típico ultra-nazionalista español: yo personalmente me quedo con ese toque cuasi romántico de memoria, espiritualidad y amor que desprende el día de Todos los Santos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos, pero tampoco veo mal que haya quien quiere celebrar la otra fiesta, siempre y cuando nunca solape ni se superponga una a otra y siempre que haya respeto.

A lo que vamos. El día de Halloween es un día en el que el terror y los sustos adquieren protagonismo, y llevaba tiempo queriendo hacer esta especie de top, así que aprovechando la coyuntura me he dicho: "pues vamos a hacerlo".

Y va a ser algo "de miedo" porque, nuestra Semana Santa bien es cierto que es una fiesta de los sentidos, una fiesta donde la estética y la belleza se unen a la religiosidad creando imágenes y sonidos de enorme belleza, con grandísimas obras de arte escultóricas, pictóricas, de orfebrería o de bordado, así como también grandiosísimas piezas musicales que acompañan y envuelven todo ello. Pero también dentro de toda esa belleza, como en todo, siempre hay excepciones.
Y las excepciones que hoy vamos a analizar bien podrían hacer bueno, en muchos (no en todos los) casos el dicho de "la belleza está en el interior", porque venimos a hablar de una parte externa de la música cofrade, que suele pasar bastante desapercibida, que tampoco se suele comentar mucho, pero que lo mismo que deja buenos ejemplos, también nos deja otros que dejan bastante que desear.
Hablamos de las carátulas de discos cofrades y hoy veremos 10 de las, a mi juicio, peores. Empezamos:
(NOTA antes de empezar: algunas de las fotos que adjunto de carátulas son de mi propio archivo, sacadas de páginas que no recuerdo o que incluso ya no existen o bien que me fueron compartidas en su día. Es por ello que no verán en ellas citar la fuente).

10. Mirándome en tus Lágrimas (2001) - AM Lágrimas de San Fernando, Cádiz:
Las carátulas pintadas están a la orden del día (que se lo digan a Nuria Barrera, que por cierto, hablando de dicha pintora, sin que con ello quiera decir que pinte mal, pero, ¿no hay más pintores en el mundo para hacer cosas cofrades?), y normalmente no suelen quedar mal (mejor que una foto random, estando ya casi todo inventado, apostar por una composición artística). Algo así quizás debieron pensar los amigos de esta conocida Agrupación isleña cuando escogieron esta imagen para ilustrar su primer disco. Lo que no sabemos es en qué estarían pensando para llegar a la conclusión de que un dibujo (que a simple vista parece hecho a bolígrafo azul) iba a quedar bien. Si a eso le añadimos faltas de ortografía, con la ya tradicional manía entre las bandas de no poner tilde en las mayúsculas, y ese toque ¿latino? de sustituir las letras "U" por "V", tenemos esta bizarra (en el sentido anglosajón de la palabra) carátula.


9. Pasión entre Sevilla y Córdoba (2005) - BM Cristo del Confalón de Écija, Sevilla:
De carátula pintada a otra carátula pintada. Y a ver, esto de la Semana Santa es una cosa bastante seria. Aunque hablemos de religiosidad popular, el propio trasfondo ya religioso exige que los cultos externos de las cofradías (procesiones) sean algo, repetimos, popular, pero que tampoco tengan por qué convertirse en una feria (aunque haya algunos que así lo piensen y lo quieran). Pues de una feria, de un disco de sevillanas incluso, parecería sacada esta carátula que nos ocupa de una banda astigitana. Entre Sevilla y Córdoba se llama el disco y eso refleja, en eso sí acertadamente, la imagen al representar al Cristo titular de la Banda entre el representativo bosque de arcos de herradura con dovelas bícromas de la Mezquita cordobesa y la no menos representativa Giralda de Sevilla. Lo que lo convierte en casi carátula de disco de sevillanas es el uso de los colores, bastante vivos y llamativos para tratarse de algo cofrade y, más que nada, la elección de esa tipografía cómica bastante fuera de lugar en un disco de este tipo.

8. Esperanza (2013) - BCT Tres Caídas de Triana, Sevilla:
Los niños son un recurso de efecto en esto de las cofradías. Su presencia pone ese punto de inocencia y de ternura, un toque entrañable y hasta gracioso, que supone un buen contrapunto, un toque de contraste, dentro de lo que se representa en la propia Semana Santa. Cuando se quiere tirar de imagen efectista, que llame la atención, se tira de los niños: ahí tenemos las típicas esclavinas, el típico niño pequeño con miniuniforme que suele venir de manera estándar en cada banda (toda banda que se precie tiene que tener de serie un solista gordito, uno que le apoden "chino", uno o varios colgaos en la batería y un niño pequeño hijo de alguien vestido con su miniuniforme, por si no se han fijado), el típico niño "aguaor" vestido de costalerito, etc... Para las carátulas, de vez en cuando, también se ha tirado de ellos y en la mayoría de los casos, con bastante mal resultado. Es el caso, a mi gusto, de esta carátula, la del penúltimo disco de la ínclita Banda de las Tres Caídas de Triana. En ella vemos a un señor bastante grande y corpulento (un tío más grande que un carro que se diría en mi pueblo), suponemos componente de la banda (pinta de modelo desde luego no tiene), vestido con el uniforme de "a diario" de dicha formación, rodeado de varios niños vestidos con elementos representativos de la Hermandad (uniformes negro y blanco de la banda, túnica morada -Señor- y verde -Virgen-, etc...). El adulto tiende la mano, en la que parece llevar como caramelos o algo que ofrece a los niños que posan... bueno como posan los niños (salvo el nazarenito de detrás del brazo del adulto que esboza una sonrisa de pilluelo el resto está como pensando "qué hago yo aquí que me estoy perdiendo Dora la Exploradora). El caso es que es una imagen que busca ser efectista, busca parecer entrañable, pero entre lo forzada que resulta la escena, el exceso infantil (no es una portada que muestre al niño de manera sutil y refinada como pueda ser la portada de Eternidad de Rosario de Cádiz, que por ello transmite mucho más y mejor con necesidad de menos) y el contraste tan grande entre la figura del adulto (tanto en tamaño como en facciones) y los niños, todo el conjunto queda un poco ridículo, muy pretencioso y cursi, muy kitsch. Ah, casi se me olvida: añadamos al comentario que esta carátula también presenta el tradicional error ortográfico de no poner tildes (la palabra CAÍDAS no la tiene) en las mayúsculas.

7. XX Aniversario (1995) - BCT Sol de Sevilla:
La "vetusta" Banda del Sol de Sevilla, de las más antiguas de su ciudad fundada en 1975 celebrando así su XX Aniversario todavía en la década de los 90, es considerada para sus conciudadanos (especialmente ensalzada por el hoy conocido como "sevillano ario") como un exponente de sevillanía y garante de las tradiciones y costumbres de su ciudad. En unos casos la banda cumple acertadamente con dicha labor manteniendo o recuperando tradiciones (como las Lágrimas de San Pedro o los Gozos), pero en el caso que nos ocupa digamos que no les quedó demasiado bien. Y es que, para conmemorar su mencionado XX Aniversario, en el disco editado para ello la Banda, tal y como viene expresado en el propio disco, pretendía mostrar su apoyo a una de esas costumbres sevillanas como es la de poner un reloj o calendario con la cuenta atrás de la Cuaresma de esos que se ponen en los comercios, especialmente los cofrades. Y a alguien dentro de la banda no se le ocurrió otra cosa sino la brillante idea de, ¿regalar uno de esos calendarios con el disco? Que va: mejor hacer que la portada del propio disco sea el calendario y que se pueda poner el la propia caja del CD y gire conforme avance la Cuaresma. La originalidad no se la vamos a negar: la idea como original sí que lo es. Ahora que la portada les quedó fea de cojones y que si no le ves el sello de la discográfica uno no sabría ni que eso es un disco, también.

6. Junto a tu Cruz (2009) - AM Sta. Mª Magdalena de Arahal, Sevilla:
Sorprende que la Madre y Maestra de las Agrupaciones, la de los sones de ayer, hoy y siempre, todo un exponente de clasicismo y buen gusto, eligiera una carátula de este tipo para uno de sus discos. Minimalista sería la palabra que mejor describa esta imagen, composición pictórica que ilustra este trabajo, porque es lo que es: sobre un fondo de tonos ocres, una gran cruz pintada básicamente a dos brochazos en un color rojo sangre, las letras del disco, y ya está. Pero no solo esto hacen de ésta una carátula bastante poco atractiva y se podría decir desafortunada: añadiéndole la elección de colores junto a la tipografía elegida, si a mí me dicen que esto es un cartel de una feria y/o espectáculo taurino (o la carátula de un disco de pasodobles taurinos), yo me lo creería. Al menos aquí sí se respeta la ortografía y se le ponen las tildes incluso a las mayúsculas.

5. Santa Cecilia (2010) - AM Santa Cecilia de Sevilla:
La banda cuyo motivo de nacimiento a un servidor le recuerda bastante a cierto capítulo de una serie animada, la que se las prometía como que iba a desbancar a VR, que supuestamente iba a aportar algo diferente a las AAMM sevillanas, que posteriormente fue conocida por una etapa experimental bajo la batuta de un director al que en otra banda le hicieron la de Lopetegui (es decir, después de comerse varios años de marrón mientras el resto abandonaron el barco, le dijeron adiós con la manita) y que hoy día ha quedado para ser conocida por ser la banda que organiza "pajiprocesiones" piratas con puertas abiertas de autobombo, por sus componentes tatuarse y hasta hacerse las uñas con sus logos (en serio, he alucinado con eso, parece digno de una secta), pues esa misma banda "sorprendía" con su primer disco apenas pocos años después de nacer. Lo de sorprendía es un decir, porque el disco al final tampoco es que aportara nada demasiado interesante al panorama y se notaba que era, como muchos discos cofrades, un grabar por grabar. Pues las mismas características tenía su carátula, una carátula más digna de discos cofrades de finales de los 80 y los años 90 que del presente siglo, con una foto bastante random de un supuesto componente en penumbra (aunque si se ve bien se le puede reconocer la cara, así que no queda tan anónimo el pobre modelo) y como entre niebla, vistiendo el uniforme de la banda (con la manga de la chaqueta que le parece quedar algo larga), con su detalle ochentero/noventero como es el par de guantes blancos enganchados al cinturón que por lo menos alguien debería haberse tomado la molestia de, si no plancharlos, por lo menos habérselos colocado algo menos arrugados de lo que salen en la foto, o por lo menos haber usado unos nuevos, que en los chinos no cuestan tan caros.

4. Así suena la Semana Santa en España (2008) - Varias bandas:
Algo que tienen en común varios compositores cofrades, en especial los que trabajan y/o tienen cierta relación con alguna discográfica, son estas producciones de autobombo en las que poder lucirse, hacer publicidad y, si se puede, de paso hacer algo de caja. Es el caso de este disco que si se llamara "Pacheco & friends" hubiera sido un título más adecuado, pero que se le puso el grandilocuente título de "Así suena la Semana Santa en España" pues porque sí, porque la Semana Santa en España suena a Pedro Pacheco, ar carajo los Farfán, Escámez y Manuel Rodríguez, La Saeta de Serrat, los pitos del silencio, las tamborradas como la de Calanda, etc... Pero no es del contenido del disco de lo que queremos hablar, y es que su protagonista, nuestro arreglista preferido, bien podría haber arreglado su portado. A ver: de nuevo aparecen los niños usados en una carátula, dos niños en concreto (un niño y una niña) que, en lo que parece un montaje bastante cutre, aparecen mirando bastante de cerca al Señor del Soberano Poder de la Hermandad de San Gonzalo de Sevilla. Para rizar el rizo, la escena, suponemos que para favorecer el montaje fotográfico, lejos de encuadrarse en algún lugar se recorta sobre un fondo completamente neutro, los niños además visten unas ropas "casual" un tanto veraniegas y, en la imagen que tengo de dicha carátula que no es de demasiada calidad, parece que en las manos del Señor se han colocado como unas partituras que parece entregar a uno de los niños. Si se puede describir una carátula cofrade como surrealista, sin duda ésta sería la más adecuada a dicho adjetivo.

3. Armonía (2007) - BCT Las Cigarreras de Sevilla:
A ver, poco o nada se puede decir que no se haya dicho ya de la Banda de Cornetas de "las Cigarreras": musicalmente casi perfectos, con una elegancia y un gusto exquisitos y una apuesta musical basada en la calidad y el respeto a la Música en sí misma, se han ganado por derecho ser todo un referente en la música cofrade. Sin embargo, lo mismo que podemos decir muchas cosas buenas de su música, podemos decir sin rodeos que es sin duda la banda, por lo menos la banda puntera, con las peores carátulas de discos, cuyo gusto en este caso está en las antípodas de su gusto musical. Y es que para la posteridad han quedado carátulas como las de "Sentimiento" con ese niño corneta, que por su gesto no se sabe si está apretando para soplar la corneta o para otra cosa, junto a una foto del Cachorro entre nubes; la de "Pasión y música" con ese dibujo con los "skylines" de Sevilla y Nueva York y el toque de las banderas y que recordaría más a una película española de los años 70, la del XX Aniversario que tiene tan poco como tan poco se puede decir de ella, o la de "Madre Cigarrera" con una combinación de colores un tanto peculiar solo adornada por una imagen en barro de una madre cigarrera. Pero la palma sin duda se la lleva el, hasta la fecha (próximamente habrá otro), último disco de la Banda, titulado Armonía. Esto... pff... A ver, la Banda de las Cigarreras o mejor dicho sus dirigentes intentaron con esta carátula lo que intentan en otros aspectos: innovar, crear algo diferente, algo que no sea lo de siempre. Y quizás con su música y sus marchas lo consiguen, al igual que también lo hicieron con su actual uniformidad alejada de toda pizca de vestigio marcial. Pero en el caso concreto de esta carátula la cagaron pero bien: unas manos recortadas sobre fondo blanco de las que sale un pentagrama. Si no llega a ser por el pentagrama y porque viene el nombre de la Banda, estaríamos ante la carátula cofrade más versátil: lo mismo podría valer para anuncio de algún producto farmacéutico, que anuncio de algún servicio esotérico, que de portada de libro de autoayuda o portada de libro de texto de primaria,... parece de todo menos una carátula de música cofrade. En fin, fallo enorme de las Cigarreras con una carátula que para nada va con el título del disco porque armonizar, precisamente, no armoniza en nada con el contenido del disco, no está a la altura del nivel de la banda. A ver si la próxima carátula, la del disco que saldrá pronto, siguen con esa línea o mejoran, porque parece que mientras mejor tocan, peores son estas portadas.

2. En el nombre del Padre (2015) - AM Rescate de Linares, Jaén:
De niños va la cosa. Nuevamente tenemos ante nosotros una carátula con protagonismo infantil. Pero hay que decir que, de todas las vistas hasta ahora, y hasta que saquen una nueva que la supere, ésta que nos ocupa es, de lejos, la peor. Nunca el dicho de "la belleza está en el interior" tuvo tanta razón. Y es que, en un disco de una banda que sin llegar a ser "super top" es bastante buena y cuyo contenido lo firman autores como Antonio Moreno Pozo, Cristóbal López Gándara, Abraham Padilla Consuegra o Luis Fernández Ramos entre otros, ponerle semejante envoltorio debería estar penado. Descrita ligeramente, en la portada vemos a un niño con toda la cara de Carlitos el de la serie "Cuéntame (cuando era niño, claro) repeinado con gomina cual anuncio o como si viniera de hacer la Primera Comunión (la típica imagen del niño pijito al que todos dan collejas en el cole), poniendo cara de excesiva sorpresa (boca de pez incluida) mientras desmonta una trompeta. Sin comentarios, no sabemos ni qué relación tiene eso con lo cofrade o con el nombre del disco, porque por lo menos de las otras aquí vistas la de Triana, aunque estéticamente no pero el título Esperanza mezclado con los niños pues tiene cierta relación, o la de la Semana Santa en España se puede pasar porque las carátulas de los discos variados suelen ser bastante cutres e improvisadas. Pero ésta es que no tiene perdón, creo que por no gustar no le gustará a lo mejor ni a los propios componentes: si acaso le gustó al que la ideó, al que hizo la foto y al padre de este "Carlitos". Por lo menos el contenido salva con creces el disco, pero si se comprara por apariencias, más de uno se lo pensaría dos veces.

1. Origen (volúmenes 1 y 2) (2014 y 2015) - Varias bandas:
¿Qué podría superar con creces a la anterior y a todas las carátulas ya vistas en esta galería de los horrores de la discografía cofrade? Pues no una sino dos carátulas (y hubieran sido 3, de no ser porque el tercer volumen prometido no ha acabado viendo la luz). Hablamos de unos trabajos bajo el sello de Oryon Symphony, una discografía creada por dos señores otrora ligados a cierta banda puntera de procedencia nazarena y que cuenta con su propia "pléyade" de compositores estrella relacionados, así como de varias bandas satélite, siendo esta discografía y todo lo que la rodea digamos impulsores o seguidores de la corriente mercantilista de la música cofrade, esa corriente actual de nuestra música que ha despojado de todo valor sacro y religioso a la música de la Semana Santa convirtiéndola en algo puramente comercial con fines evidentemente económicos y de marca, una música cofrade basada simplemente en gustar, en llegar a las masas, en resultar atractiva para ser un producto de fácil consumo, olvidando su fin principal que no es sino el servir de banda sonora, de acompañamiento, a las procesiones, es decir, actos religiosos. Origen forma parte de esos productos con esa visión puramente comercial de la música cofrade: bajo ese nombre se esconden dos trabajos discográficos cuyo fin es, principalmente ese: servir de promoción para los autores del círculo de la productora, servir de promoción a las bandas (que previo pago correspondiente) entran también en dicha órbita y crear un producto de consumo atractivo para un tipo de audiencia de la música cofrade bastante específico que no es sino aquel que dice gustar de la música cofrade pero a la par reniega o hasta detesta el componente religioso, separando antinaturalmente la música cofrade de lo que es la Semana Santa y las Cofradías (que vamos, para el caso es como decir que te gusta el gazpacho pero sin tomate o el cocido pero sin garbanzos, algo absolutamente sin sentido). Y las carátulas de dichos álbumes así lo trasladan a su imagen: si a mí me dices que estas carátulas son de un disco de música chill out, o de música rock o metal, o son carátulas de algún videojuego, yo me lo creería. Como en otras carátulas vistas antes, en ningún lado aparece el componente religioso, algo que relacione esa portada a lo cofrade, salvo porque pone en pequeñito lo de "Música cofrade", pero poco más. Pero la diferencia es que aquí está hecho a posta, buscando un producto atractivo tanto para el cofrade normal como para el que es amante de la música cofrade pero no le gusta la Semana Santa. Los discos de Origen son el disco perfecto para el chavalito que conduce su Audi con gorrita y le gusta escuchar sobreagudos de cornetas pero le avergüenzaría llevar una imagen de Cristo o de la Virgen en su coche, una carátula absolutamente genérica en la línea de carátulas de cualquier otro tipo de música comercial en venta, siendo un paso más en la deriva de esa música cofrade cada vez menos cofrade en una Semana Santa cada vez menos santa. Considero que es lícito querer hacer negocio de la música cofrade, al fin y al cabo nada lo prohíbe, y las Hermandades son libres de decidir si éso es lo que quieren para acompañar a sus pasos. Lo que no considero de recibo es que estas "nuevas generaciones" de autores, músicos y seguidores de la música cofrade nos digan que ésta es la nueva era y que intenten imponernos su modo de ver, como digo completamente antinatural y sin sentido, este mundo. Al fin y al cabo, deberían reflexionar, si saben lo que es eso, ¿existiría esa música cofrade que ellos aman de no haber existido las cofradías y la fe de la que ellos mismos reniegan? Lo dudo. Más respeto, por favor.

Aquí concluyo este "especial". Obviamente hay muchas carátulas más por ahí que merecerían estar aquí, algunas incluso peores, pero o no las conozco o no las he considerado como tales para mi gusto o, simplemente, no me cabían. Las podéis comentar si queréis y si hay bastantes podrá salir una segunda parte. Feliz Día de Todos los Santos (o Halloween o lo que celebréis cada cual) a todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario